
Pilar Gil, en el centro, junto a Oughourlian, en una foto de archivo.
Oughourlian nombra a Pilar Gil, uno de sus apoyos clave, como CEO de Prisa Media tras acorralar a los afines a Sánchez
Primeros movimientos del presidente de Prisa tras la junta de accionistas de la compañía, mientras los cercanos a Moncloa quedan a expensas del Santander
El Grupo Prisa nombrará hoy como consejera delegada de Prisa Media a Pilar Gil, cargo que sumará a los de vicepresidenta del consejo de administración y directora financiera de la compañía. Gil ha sido la principal artífice de la exitosa refinanciación de la deuda de Prisa y goza de plena confianza por parte del presidente del grupo y principal accionista, Joseph Oughourlian.
La nuevo CEO de Prisa Media, la parte del grupo de la que dependen sus medios de comunicación (El País, Cadena SER, etc.), se incorporó al Grupo Prisa en el año 2000 para llevar a cabo su salida a Bolsa. Ha participado en todos los momentos clave de la compañía, tanto en lo referido a las operaciones de refinanciación y ampliaciones de capital como a los planes que Prisa ha ido afrontando progresivamente a medida que evolucionaba el entorno competitivo y tecnológico. Además, ha colaborado de manera determinante en la elaboración del actual Plan Estratégico del Grupo y pilotó el primer Capital Markets Day de la compañía.
En mayo de 2021, fue nombrada jefa de gabinete del presidente de PRISA y responsable de la relación con accionistas e inversores. Desde julio de 2022 es directora financiera de Prisa y en febrero de 2023 fue nombrada consejera ejecutiva de la compañía. En junio de 2023 fue nombrada vicepresidenta por el Consejo de Prisa. Es licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por ICADE (E-2) y PDD por el IESE. Inició su carrera profesional en Chase Manhattan Bank, especializándose en el seguimiento de mercados internacionales. Pasó después a Arthur Andersen, donde durante tres años realizó la auditoría de diversas empresas.
El de Pilar Gil es el primer cambio de calado que se produce en la compañía tras la celebración de su junta de accionistas el pasado miércoles. En ella los accionistas aprobaron de manera abrumadora la gestión de Oughourlian y su equipo. Se espera que haya aún mayores cambios tras la presentación del nuevo plan estratégico de Prisa, que se dará a conocer después del verano.
Tras la última ampliación de capital, la participación de los afines a Sánchez en Prisa ha quedado diluida, y se han quedado sin representación en el consejo de administración. Lo previsible es que intenten aumentar su participación a través de los restos de acciones que quedan sueltos y que no están en manos de Oughourlian y quienes le apoyan.
El principal ariete de esta recuperación por parte de los afines será Adolfo Utor, que ya manifestó en la junta de accionistas haber perdido su confianza en Oughourlian.
Utor es presidente de la naviera Balearia y fue concejal del PSOE en Denia. Es muy cercano a la presidenta del PSPV y candidata a las elecciones, Diana Morant. Tiene un 5,4 % de las acciones de Prisa.
Utor cogerá el relevo de Andrés Varela Entrecanales, productor del documental sobre Pedro Sánchez, que hasta ahora se sentaba en el consejo de administración representando a Global Alconaba, que tiene el 7,07 %. Al parecer en el PSOE consideran que Utor será más eficaz que Varela.
Los afines a Sánchez, a expensas del Santander
Oughourlian afirmaba tras la junta de accionistas que tras la ampliación de capital la participación de los afines a Sánchez en Prisa quedaría diluida a un entorno del 11 %. Utor, que estará a las órdenes del Gobierno, tratará de hacer crecer esta participación, algo que en buena medida dependerá del Santander. El banco posee actualmente un 4,1 % de las acciones de Prisa, un 1,3 % de manera directa y un 2,7 % de manera indirecta, pignoradas a los Polanco y al mexicano Roberto Alcántara. Si los afines quisieran comprarlas, tendría que dar su permiso.
El crecimiento de la participación de los afines parece ser el único modo de que el Gobierno de Sánchez recupere su influencia en Prisa. No parece creíble que Telefónica vaya a lanzar una OPA para hacerse con Prisa, como han dicho algunas fuentes. Le saldría por 800 millones, y no habría quién lo justificará ante los accionistas.