Riesgo de indigestión renovable en España tras 'enchufar' en un año el equivalente fotovoltaico a siete nucleares

España gana generación fotovoltaica a ritmo astronómico. En el último año se han acoplado al sistema 7.055 MW, el equivalente a toda la potencia nuclear instalada en España. Esto ha provocado una caída del 59 % en los precios en las horas de mayor radiación solar, según el informe que mensualmente elabora la consultora especializada Grupo ASE.

Este incremento ha coincidido además con una caída de la demanda durante estas horas, del 1,9 %, lo que ha contribuido a hundir los precios entre las 10 y las 18 horas. El precio medio se situó el mes pasado en los 68,45 euros/MWh, un 2,23 % menos que en julio y un 24,8 % menos que en agosto de 2024.

«La abundancia fotovoltaica está saturando el mercado eléctrico», advierten desde el Grupo ASE. Este ritmo «no es sostenible mientras no aumente la demanda de electricidad en horas centrales», considera su analista de mercados, Juan Antonio Martínez, en declaraciones para El Debate.

Fuentes del sector advierten que 2025 puede acabar con un frenazo en el desarrollo de las energías renovables en España, y en particular la fotovoltaica, tras unos años de importante crecimiento. Algo que corroboran desde ASE. «Es previsible que ocurra porque los bajos precios y los vertidos de energía de las plantas fotovoltaicas lastran la inversión», afirma Marínez.

«En los últimos meses venimos observando que el aumento de la potencia de generación fotovoltaica podría estar cerca de un punto de saturación. En otras palabras, un mayor crecimiento solar ya no puede desplazar más generación térmica –ciclos combinados de gas–, ya que en las horas de radiación la generación térmica que permanece en funcionamiento es la mínima imprescindible para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico y evitar apagones», detalla.

«Ineficiente» por los vertidos

Desde el apagón del pasado 28 de abril, en las horas de mayor generación el peso de la fotovoltaica no pasa del 50 % a partir de las 10 horas, a pesar del incremento de la radiación solar.

«Es probable que a partir de ese momento se haya alcanzado el pico de saturación, de modo que el sistema eléctrico ya no puede asimilar más energía renovable —lo que podría derivar en vertidos— y se vuelve ineficiente», detalla Martínez. «Los datos de rendimiento de la potencia fotovoltaica —la relación entre generación producida y potencia instalada— así lo corroboran».

En agosto, el rendimiento cayó al 21,53 %, frente al promedio de los últimos 5 años, que asciende al 24,20 %. Otro dato determinante, añade el experto, es el publicado por Red Eléctrica sobre el porcentaje de energía renovable no integrable, que refleja el volumen de energía renovable redespachada debido a restricciones técnicas en la red de transporte (RTT) o en la red de distribución (RTD) respecto al programa negociado. «En agosto, la generación renovable no integrable alcanzó el 10,70%, el nivel más alto registrado hasta la fecha», dice el experto de Grupo ASE.

Hasta julio, un total de 262 proyectos de energías renovables estaban en fase de información pública, con una potencia de generación conjunta de 4.571,9 MW. De esta cifra, el 52,3% corresponde a instalaciones fotovoltaicas (2.932,6 MW), el 47,6% a parques eólicos (2.176,7 MW) y el 0,1% a proyectos hidroeléctricos (2,7 MW), según el Observatorio de Energías Renovables de Opina360.

«Este volumen representa un aumento de 523,6 MW respecto al trimestre anterior, pero una reducción de 292,6 MW frente al mismo periodo de 2024», según esta consultora.

La gran industria paga casi el triple que en Francia

Pese a ello, los costes energéticos continúan siendo mucho más altos que en la vecina Francia. Así lo advierten desde la Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía, AEGE. «La factura por el consumo de energía eléctrica para un electrointensivo en España es 2,6 veces el coste de la energía en Francia y 1,5 veces el coste en Alemania, o lo que es lo mismo, un 165 % más caro que en Francia, y un 46 % más caro que en Alemania», explican.

En el caso de Francia, la tarifa ARENH –un histórico mecanismo de acceso a la energía producida por sus centrales nucleares– garantiza contratos más competitivos, a 42 euros / MWh. La industria francesa adquiere hasta el 62 % de su electricidad con este tipo de contratos.

Desde AEGE apuntan también a los elevados costes de los servicios de ajuste del sistema en España, que no se aplican en Francia y en Alemania. «Esto amplía la brecha competitiva en más de 17 €/MWh», afirman. También recalcan que las compensaciones por CO2 indirecto en Alemania «son sustancialmente superiores a las que recibe la industria nacional, que están limitadas por la indisponibilidad presupuestaria».