Central de ciclo combinado de Endesa en As Pontes
España dispara un 80 % el uso de gas para producir electricidad tras el apagón
Los ciclos combinados ganan cuatro puntos de cuota en la generación en lo que va de año, hasta el 15,4 %
Las eléctricas ven clara la causa del apagón y ponen de ejemplo a Italia para evitar otro
El apagón del pasado 28 de abril ha dejado un peso mucho mayor del gas en el sistema eléctrico. Las centrales de ciclo combinado han disparado un 80 % su producción en comparación con el año pasado, según datos de la asociación Sedigas, en medio de la operativa reforzada activada por Red Eléctrica desde entonces.
Los datos del propio operador del sistema muestran como su peso en la generación se ha incrementado en casi cuatro puntos, desde el 11,5 en los nueve primeros meses de 2024 al 15,4 en la actualidad.
«Los ciclos combinados se caracterizan por la firmeza y flexibilidad a la hora de garantizar el suministro eléctrico», según Joan Batalla, presidente de Sedigas. Según Batalla, tanto el apagón como la dana de octubre de 2024 «han puesto en relieve la importancia del sistema gasista para respaldar la seguridad del suministro».
Los ciclos combinados pueden entrar en funcionamiento en apenas dos horas. Además, su operativa les permite activarse hasta dos veces en un mismo día, lo que resulta muy relevante para poder acompañar a las energías renovables, cuya producción varía mucho a lo largo del día.
Desde el día del apagón, no ha habido menos de 14 ciclos conectados a a red, cuando antes del mismo la cifra rondaba los diez. En lo que va de año, desde enero, su producción se ha incrementado cerca de un 40 %.
Como consecuencia del apagón del pasado abril nos hemos dado cuenta del papel del gas en el sistema eléctrico», apunta Óscar Barrero, socio responsable de energía de PwC. Los ciclos combinados permiten además responder con agilidad a las puntas de consumo energético, según señala.
No obstante, el sector alerta de que la retribución prevista para el próximo período regulatorio amenaza la viabilidad de las instalaciones. «Hace falta una retribución justa que compense suficientemente los costes», afirma Batalla.
La estimación de Sedigas es que sin una revisión de la metodología actual el sector sufra un recorte de sus ingresos de 2.405 millones en el período entre 2027 y 2032, lo que haría «inviable» la sostenibilidad económica de sus actividades reguladas.
En el vigente periodo regulatorio 2021-2026 esa tasa de retribución financiera para las actividades gasistas se sitúa en el 5,44 %, en el caso del transporte y la regasificación, y en el 5,83 %, para la distribución. La propuesta de la CNMC es que alcance el 6,4 % en el próximo período, una cifra que el sector considera insuficiente. «Hay margen para incrementarla», según Batalla.