Escaparate de Ecoalf en Madrid.
Ecoalf dice no al Black Friday: «Refleja un sistema que nos hace consumir sin frenos»
La marca renuncia a participar en la campaña de descuentos para promover un consumo alejado de las prisas y el impulso
Ecoalf, la marca de moda que elabora productos con materiales 100 % reciclados, se ha desmarcado este año del Black Friday con una atrevida campaña en la que pretender promover un consumo más sostenible alejado de las prisas y el impulso. La compañía ha colocado en los escaparates de sus tiendas carteles con el lema 'Decimos no al Black Friday' en varios idiomas y avisos de '0 % de descuento'.
Según ha explicado la propia marca en un comunicado, «cada vez que se acerca noviembre, el mismo patrón se repite: campañas que aparecen por todas partes, mensajes que invitan a comprar antes de que sea 'demasiado tarde' y un ritmo que acelera más de lo que necesitamos». Por ello, prefieren «decir no al Black Friday» en una decisión que nace del propósito de «crear prendas que respeten al planeta y ofrecer una forma de consumir que no dependa de la prisa ni del impulso».
La compañía ha dado siete razones que justifican su rechazo a la jornada de descuentos. En primer lugar, entiende que «acelera un ritmo de consumo que el planeta no puede sostener», al incentivar compras impulsivas y ciclos muy cortos de uso de las prendas. También consideran que multiplica la cantidad de ropa que termina desechándose, tratándose en muchos casos de materiales que tardan décadas en desaparecer.
Para Ecoalf, el Black Friday obliga a las marcas a acelerar los procesos, bajar la calidad de los materiales y fabricar grandes cantidades, lo que aumenta «emisiones, residuos y la huella ambiental». Esto, afirman, añade además presión a los trabajadores del sector, con «jornadas intensas, plazos imposibles y condiciones que no siempre son justas».
La empresa añade que este tipo de campañas genera «un falso ahorro» con consecuencias ambientales, y provoca una «pérdida de conexión con el origen y el valor de cada prenda». Por último, advierte que «la prisa, el impulso y los descuentos agresivos no encajan con una moda que quiere cuidar del planeta y de las personas».
Por ello, Ecoalf rechaza sumarse al Black Friday apostando por fabricar solo lo necesario y mantener unos precios «coherentes». Asimismo, anima a los consumidores a buscar marcas con transparencia y a elegir prendas duraderas. «El Black Friday refleja un sistema que nos hace consumir sin frenos. En Ecoalf creemos que es momento de avanzar hacia decisiones más calmadas, más honestas y más alineadas con el futuro que queremos construir. Por eso decimos no al Black Friday. Y lo hacemos con la convicción de que cada gesto importa», concluye la compañía.
Además de la campaña en sus tiendas, la marca ha lanzado un corto documental grabado en Kantamanto (Accra, Ghana), uno de los mayores centros de comercio de ropa de segunda mano del mundo. Según explica, cada semana llegan a este mercado en torno a 15 millones de prendas, de las que cerca del 40 % «no pueden venderse ni reciclarse» debido a su baja calidad. Muchas terminan en vertederos informales, canales de desagüe o playas, donde forman acumulaciones de residuos sintéticos que la compañía describe como «tentáculos textiles».
En la pieza ha participado el fundador de Ecoalf, Javier Goyeneche, quien muestra la labor de la Fundación Or, entidad que coordina a más de cincuenta trabajadores locales en la retirada y clasificación de residuos. De acuerdo con la firma, cada semana se recuperan más de veinte toneladas de desechos textiles y plásticos para evitar que acaben en el océano.
Un cuarto de todas las compras
La campaña de Ecoalf resulta especialmente atrevida en un momento en el que las compras del Black Friday representan ya el 25 % del total de adquisiciones online del año, según un estudio elaborado por NTT Data. Los autores advierten que esta campaña «ya no es solo una fecha de descuentos», sino «una prueba para todo el sector del retail y una oportunidad de aprendizaje».
Además, el 77 % de los consumidores en España incluye ya el Cyber Monday en su calendario –con un gasto medio superior a los 230 euros el año pasado–, lo que refleja la consolidación de esta campaña de descuentos.