Este nuevo escenario normativo representa un avance relevante en la protección de la vida familiar y la conciliación
Dos semanas extra de permiso retribuido: así es la nueva medida que llega en 2026
A diferencia de anteriores regulaciones, este permiso no se limita exclusivamente al periodo inmediato al nacimiento o adopción
Miles de hogares españoles cuentan ya los días para la aplicación de uno de los cambios en materia laboral más destacados del año. Será a partir del 1 de enero de 2026 cuando entre en vigor un nuevo permiso retribuido de dos semanas destinado al cuidado de hijos menores de ocho años. Esta iniciativa afectará de forma directa a aquellos progenitores cuyos hijos hayan nacido o sido adoptados desde el 2 de agosto de 2024 en adelante.
Por primera vez, este permiso se establece como un derecho autónomo, separado y compatible con las semanas de baja correspondientes al nacimiento y cuidado del menor. Hasta ahora, este tipo de permisos estaban ligados exclusivamente a los primeros meses de vida del hijo, pero con la nueva normativa se amplía su alcance temporal y conceptual.
En consecuencia, la Seguridad Social ha puesto en marcha una campaña informativa para comunicar esta novedad a los más de 365.000 posibles beneficiarios identificados por el organismo.
Esta prestación forma parte de un conjunto de reformas que el Gobierno aprobó el pasado verano, y que supusieron una revisión integral del modelo de permisos parentales.
Entre otras medidas, se amplió de 16 a 17 semanas la baja por nacimiento, se añadieron dos semanas adicionales por cada hijo —lo que eleva el total a 19 semanas en determinados supuestos— y se introdujo la posibilidad de disfrutar parte de este tiempo incluso más allá del primer año de vida del menor.
Un cambio de enfoque
El carácter retribuido del permiso garantiza que quienes lo soliciten no verán mermados sus ingresos durante ese período, un aspecto clave para su efectiva utilización. Aunque aún se esperan detalles sobre el procedimiento administrativo que deberán seguir los solicitantes, todo apunta a que su gestión se articulará de forma similar a la de otras prestaciones familiares ya existentes.
Además de su impacto inmediato en la vida de las familias con hijos pequeños, esta medida refleja el cambio de enfoque que las políticas públicas están adoptando en lo referente a la protección social y la estructura del mercado laboral. En lugar de limitarse a cubrir el momento del nacimiento, se busca ahora ofrecer herramientas que permitan a los padres y madres acompañar a sus hijos también en los primeros años de escolarización, una etapa igualmente delicada.
Con ello, se da un paso más en la modernización del sistema de apoyos a la crianza, y contribuye a equiparar a España con otros países europeos donde este tipo de permisos ya están plenamente integrados en el marco legal.