Firma de hipoteca.
Vivienda
Contrato de arras: el documento clave que debes exigir antes de firmar
La asesora financiera y experta hipotecaria Montse Cespedosa ha compartido en redes sociales un consejo que debes seguir si vas a comprar una casa
Comprar una vivienda es una de las metas que tiene la gran mayoría de ciudadanos. Pero es un desembolso muy grande con el que es importante ser precavido. Antes de dar el paso, conviene analizar bien la situación económica personal, estudiar las condiciones del mercado y comparar las distintas opciones de financiación disponibles.
Pero, además, a asesora financiera y experta hipotecaria Montse Cespedosa ha compartido en redes sociales un consejo extra que debe tenerse muy en cuenta y que tiene que ver con el certificado de eficiencia energética.
Certificado de eficiencia energética
«El panorama ha cambiado», explica la experta. «Desde el 12 de agosto, la ley exige que toda tasación incluya el certificado de eficiencia energética». Se refiere a la Orden ECM/599/2025, de 10 de junio, que modifica la Orden ECO/805/2003 y actualiza los requisitos para la valoración de inmuebles. Según esta normativa, si una vivienda carece del certificado energético o este ha expirado, el propietario deberá obtenerlo antes de que el tasador pueda elaborar su informe. Además, se establece que los datos registrales y catastrales del inmueble no podrán tener más de tres meses de antigüedad.
En realidad, la obligación de contar con un certificado energético no es nueva: desde el 1 de junio de 2013 ya era necesario para formalizar la compraventa de un inmueble, salvo que el comprador renunciara expresamente a ello. Lo que cambia a partir del 12 de agosto de 2025 es que dicho certificado pasa a ser un elemento previo e imprescindible para la tasación, ya que su calificación se incorpora como un factor más en la valoración del bien.
Este documento informa del consumo de energía que necesita una vivienda para funcionar en condiciones normales de uso. Clasifica al inmueble en una escala de la letra A a la G, donde la categoría A representa la mayor eficiencia energética y la G, la menor.
Tal y como explica la experta, «Se trata de un documento que aporta información clave para el tasador en la evaluación del comportamiento energético del inmueble y su impacto en el valor de mercado, al proporcionar datos precisos sobre factores determinantes en la eficiencia y el coste de uso del edificio». «Este contrato viene a condicionar tanto la tasación como el precio de la vivienda» y los «expertos estiman que cada letra de mejora va a ser un incremento del 1,3 %».