
El futuro de los vinos de Castilla y León sigue siendo prometedor
Grandes vinos de Castilla y León: un viaje entre la tradición y la excelencia
Una región que, a través de sus diversas denominaciones de origen protegidas, ofrece un viaje enológico único, donde cada botella cuenta una historia de tradición, terruño y pasión por el vino
en colaboración con tierra de sabor
El sector del vino es uno de los pilares económicos y culturales de Castilla y León. Con una facturación que supera los mil millones de euros anuales y generando empleo para unas 33.000 personas, la vitivinicultura representa el 3,1 % del PIB regional. Esta actividad no solo dinamiza la economía rural, sino que también es clave en la lucha contra la despoblación. La región cuenta con 16 Denominaciones de Origen Protegidas (D.O.P.), además de la I.G.P. Vinos de la Tierra de Castilla y León, repartidas entre tres grandes áreas geográficas: la depresión del Duero, la zona atlántica y la más meridional.

La D.O. Arribes destaca por la uva autóctona juan garcía
Castilla y León ofrece una extraordinaria diversidad de vinos, favorecida por una combinación de altitudes, microclimas y suelos. Esta riqueza geográfica se refleja en la gran variedad de uvas y métodos de elaboración que caracterizan a cada una de las D.O.P.
La D.O. de referencia en España
Empezamos este recorrido por la Ribera del Duero, una de las D.O. más emblemáticas de Castilla y León, con más de 22.000 hectáreas de viñedo. La tempranillo, también conocida como tinta del país o tinto fino, es la variedad principal, aunque comparte protagonismo con cabernet sauvignon, merlot y garnacha. Sus vinos tintos han alcanzado reconocimiento internacional, consolidando a esta región como un referente mundial.
El camino sigue en la frontera con Portugal, donde la D.O. Arribes destaca por la uva autóctona juan garcía, la cual confiere a sus vinos un carácter único. A esta variedad se suman otras menos conocidas como bruñal y mandón, lo que dota a esta denominación de una personalidad propia. Además, se cultivan cepas tradicionales como rufete, malvasía y verdejo.
Castilla y León ofrece una extraordinaria diversidad de vinos, favorecida por su combinación de altitudes, microclimas y suelos
En el Bierzo, nos encontramos con una figura de calidad que une el Atlántico y el clima Continental, la D.O. Bierzo. Las viñas se encuentran en terrazas cercanas a los ríos, en altitudes que varían entre 450 y 1.000 metros. El clima mezcla influencias atlánticas y continentales, con inviernos frescos y veranos suaves. La mencía domina la creación de vinos tintos, acompañada por otras variedades como godello y doña blanca en los vinos blancos.

La mencía es la variedad predominante en los vinos tintos de la D.O. Bierzo
La D.O. Arlanza se encuentra en el suroeste de la provincia de Burgos y sureste de la provincia de Palencia. Es reconocida principalmente por sus vinos tintos, elaborados a partir de la variedad tinta del país, que abarca el 95% del viñedo. Sin embargo, también se cultivan variedades como las tintas garnacha o mencía, o las blancas albillo mayor y viura. Estos vinos se clasifican según el habitual sistema de crianza y reserva, y su carácter viene marcado por la altura a la que se encuentran sus viñedos.
Tierra de blancos, tierra de tintos
Rueda es sinónimo de vinos blancos de calidad, con la uva verdejo como su variedad principal. Además, se cultivan otras cepas como sauvignon blanc, chardonnay o viognier. Sus vinos se dividen en diversas categorías según su crianza y composición, lo que ha permitido a la denominación de origen posicionarse como líder en la elaboración de vinos blancos en España.
Castilla y León alberga muchas otras figuras de calidad vitivinícolas igualmente importantes. La D.O. Cigales, famosa por sus rosados, se extiende entre Valladolid y Palencia; la D.O. Toro, que crea vinos con personalidad propia a partir de la tinta de toro; y la D.O. León, donde la variedad prieto picudo marca la identidad de la región. Otras figuras de calidad como la D.O.P. Valtiendas, D.O.P. Sierra de Salamanca, D.O.P. Valles de Benavente, D.O.P. Cebreros y D.O. Tierra del Vino de Zamora, que junto a los tres vinos de pago: Vino de Pago Abadía Retuerta, Vino de Pago Dehesa Peñalba y Vino de Pago Urueña también contribuyen a la riqueza vitivinícola de la comunidad.

La D.O. Cigales, famosa por sus rosados, se extiende entre las provincias de Valladolid y Palencia
El río Duero es el hilo conductor que une a muchas de estas denominaciones de origen de Castilla y León. Desde la Ribera del Duero hasta Arribes, pasando por Toro, Tierra del Vino de Zamora, Valles de Benavente y León, el Duero ha sido testigo del desarrollo y consolidación de una viticultura que acumula siglos de tradición. El río ha marcado tanto el paisaje como el carácter de los vinos que se elaboran a lo largo de su cauce y su influencia sigue siendo crucial para el desarrollo del sector.
Premios Zarcillo
Desde 1991, los Premios Zarcillo, organizados por la Junta de Castilla y León, han sido el concurso internacional de vinos referente en España. Este certamen bienal, cuya última edición se celebró en 2023, busca poner en valor la calidad de los vinos de la región, en particular, y de toda España, en general, incentivando la elaboración de vinos de una calidad superior y consolidando lazos con otros países, como se hizo con Portugal en la edición de 2023. Los Premios Zarcillo 2025 se celebrarán del 20 al 22 de mayo de 2025 y reunirán, una vez más, a los mejores vinos del mundo en un evento que cuenta con un gran prestigio internacional después de las diecinueve ediciones celebradas.

Catas del jurado de los Premios Zarcillo 2023, celebrados en Burgos
La riqueza vitivinícola de Castilla y León es un reflejo de la diversidad de sus suelos, climas, tradiciones y gentes. Las denominaciones de origen protegidas que vertebran la región ofrecen una variedad de vinos que han sabido conquistar paladares en todo el mundo. Con el Duero como hilo conductor, y el apoyo de iniciativas como los Premios Zarcillo, el presente y futuro de los vinos de Castilla y León sigue siendo prometedor, consolidando a la región como una de las grandes cunas vinícolas de España.