La inteligencia artificial no reduce el empleo
Tan sólo Grecia muestra que una relación negativa entre IA y empleo, mientras que Irlanda, Alemania, Italia y Lituania no exponen ninguna asociación (ni positiva, ni negativa) entre ambas variables
En agosto de este año, el Banco de España publicaba un documento de trabajo «Nuevas tecnologías y Empleos en Europa» de los autores Albanesi, Dias da Silva, Jimeno, Lamo y Wabitsch.
Las olas de automatización y nueva tecnología usualmente han sido acompañadas por la ansiedad acerca del futuro de los empleos y con preocupaciones sobre la redundancia de la mano de obra. Pues bien, el artículo de Albanesi et al. (2023) evalúa la relación entre el mercado laboral y nuevas tecnologías, incluyendo la inteligencia artificial y el software, en 16 países europeos durante el período 2011-2019, incluido España. El artículo encuentra que, en promedio, la participación del empleo ha aumentado en ocupaciones más expuestas a la Inteligencia Artificial. Esta relación es todavía más positiva en ocupaciones con una proporción mayor de trabajadores jóvenes y cualificados. Albanesi et al. (2023) no encuentran, por el contrario, correlación entre los salarios y la exposición a nuevas tecnologías. Es decir, que no hay un impacto negativo de la Inteligencia Artificial en los salarios.
En concreto, Albanesi et al. (2023) muestran evidencia en el sentido de que la relación positiva entre la automatización que permite la Inteligencia Artificial y la participación en el empleo, por ocupaciones a un nivel de desagregación muy detallado, se produce para la mayoría de países analizados. A continuación, se muestran dos gráficos de Albanesi et al. (2023) empleando dos medidas diferentes de exposición a la inteligencia artificial para diferentes ocupaciones. En la parte izquierda del gráfico 3 se muestran las estimaciones del efecto de la inteligencia artificial -medida a través de la medida de Webb (2020) sobre exposición de tareas y ocupaciones a la Inteligencia Artificial- en el empleo para cada país, junto con el agregado del conjunto de la muestra. La parte de la derecha revela el resultado del análisis correspondiente a la relación entre la inteligencia artificial con los salarios.
Albanesi et al. (2023) observan una asociación positiva entre la exposición a la Inteligencia Artificial y los cambios en las participaciones de empleo para la mayoría de los países. Tan sólo Grecia muestra que una relación negativa entre Inteligencia Artificial y empleo, mientras que Irlanda, Alemania, Italia y Lituania no exponen ninguna asociación (ni positiva, ni negativa) entre ambas variables. En todos los demás países, España, Francia, Portugal, Austria, Letonia, Finlandia, Países Bajos, Reino Unido, Bélgica, Estonia y Luxemburgo hay una asociación positiva entre las nuevas tecnologías y el empleo, aunque en el caso de España es la de menor magnitud.
Fuente: Albanesi, Dias da Silva, Jimeno, Lamo y Wabitsch (2023) «La inteligencia artificial no reduce el empleo», Banco de España, Documentos de Trabajo N.º 2322.
Si la medida de exposición es la de Felten et al. (2019), que utiliza el Impacto Ocupacional de la Inteligencia Artificial, entonces Albanesi et al. (2023) vuelven a encontrar una relación positiva de las nuevas tecnologías con el empleo, mientras que no habría ninguna asociación con los salarios. Utilizando la medida de Felten et al. (2019), Albanesi et al. (2023) si hallarían una relación negativa de la Inteligencia Artificial y el empleo en el caso de España.
Fuente: Albanesi, Dias da Silva, Jimeno, Lamo y Wabitsch (2023) «La inteligencia artificial no reduce el empleo», Banco de España, Documentos de Trabajo N.º 2322.
En definitiva, el estudio de Albanesi et al. (2023) muestra que moverse 25 percentiles a lo largo de la distribución de exposición a la IA, usando la medida de Webb (2020), se asocia con un aumento de la participación del empleo del sector-ocupación de alrededor del 2,6 %, mientras que utilizando la medida de Felten et al. (2019), el aumento estimado de la participación en el empleo del sector-ocupación es del 4,3 %.
La evidencia aportada por Albanesi et al. (2023) muestra que la asociación positiva respalda la idea de que en Europa, la automatización habilitada por la adopción de la Inteligencia Artificial no resultaría en una disminución del empleo agregado. Desagregando el efecto por habilidades, Albanesi et al. (2023) no encuentran que la exposición a la Inteligencia Artificial afecte a la participación del empleo en los terciles de habilidad baja y media. Para el tercil de habilidad elevada, estos autores hallan una asociación positiva y significativa: moverse 25 percentiles hacia arriba a lo largo de la distribución de exposición a la Inteligencia Artificial podría estar asociado con un aumento del 3,1 % en la participación del empleo empleando el indicador de Webb, y del 6.6 % utilizando la medida de Felten et al. Es decir, que la relación positiva entre la automatización habilitada por la Inteligencia Artificial y el crecimiento del empleo es impulsada por empleos de trabajadores de alta cualificación. La acumulación de capital humano y los incrementos de oferta laboral en la parte superior de la distribución de habilidades continúan siendo la vía para acomodar nuevas tecnologías sin pérdidas de empleo (Albanesi et al., 2023).
- Ismael Sanz es profesor de Economía de la URJC y Visiting Senior Fellow de London School of Economics