La rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros
No se fían
El PSOE accede a que Yolanda Díaz coordine el diálogo social pero tutelada
Los socialistas quieren estar en todas las reuniones de la ministra de Trabajo. Después de cinco días de polémica sigue sin haber apenas puntos de encuentro
Las espadas entre el PSOE y Unidas Podemos siguen en todo lo alto, después de que los socios de la coalición hicieran el lunes un primer intento infructuoso de rebajar la tensión provocada por la reforma laboral.
Los morados tienen la sensibilidad a flor de pie y desconfían de cada paso de los de Pedro Sánchez. Un ejemplo: este martes el Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de la Ley de Vivienda y, pese a que el Ministerio de Ione Belarra es coproponente, la ministra de Derechos Sociales no ha sido invitada a la rueda de prensa.
Dicen en La Moncloa que una cosa y otra no tienen nada que ver, que estaba decidido desde la semana pasada, pero Unidas Podemos ve fantasmas por todas partes. O «rodillazos», como los llama Pablo Iglesias. A lo que Belarra ha respondido colgando su propio vídeo en Twitter.
El minuto y resultado es que, después de cinco días de polémica, Yolanda Díaz al menos ha conseguido que el ala socialista del Gobierno la reconozca como la vicepresidenta que ha de seguir coordinando las reuniones ordinarias con la patronal y los sindicatos como hasta ahora. Es de «absoluta normalidad», en palabras de la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.
Desde marzo los responsables del Ministerio de Trabajo se reúnen cada miércoles por la mañana con los agentes sociales en la llamada mesa de diálogo social. Se trata de una iniciativa de Díaz de la que, hasta ahora, han quedado al margen el resto de ministerios, y es ahí donde el PSOE quiere participar. Muchas veces esas reuniones ni siquiera son presididas por Díaz, sino por el secretario de Estado de Empleo y Economía Social.
Al margen del reconocimiento de Díaz como coordinadora, todo son diferencias. La portavoz del Ejecutivo ha vuelto a reclamar este martes desde la mesa del Consejo de Ministros la participación no solo de Nadia Calviño, sino de otros ministros implicados como puede serlo el de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá. Según Rodríguez, hay que acordar «una metodología» que «facilite» que los distintos departamentos puedan «aportar».
He ahí una de las cuestiones que más indignó a los emisarios de la ministra de Trabajo y a los representantes de Podemos en la reunión del lunes en el Congreso: que mientras ellos quieren hablar del qué (qué aspectos de la reforma laboral derogar, si no toda), los socialistas están «obcecados» en el quiénes.
Sigue el tira y afloja
La reunión entre los socios del Gobierno acaba sin acuerdo y con Díaz y Podemos enrocados
De hecho este martes la ministra portavoz no ha querido hablar de ningún aspecto en concreto de esa contrarreforma. No se ha pronunciado sobre si Sánchez es partidario, como Díaz, de que los convenios sectoriales prevalezcan sobre los de empresa (lo que da más poder a los sindicatos) ni tampoco sobre la ultraactividad cuando se extingue el convenio.
El presidente quiere que haya acuerdo. No solo dentro del Ejecutivo y con los sindicatos, sino también con los empresarios. Rodríguez ha insistido en ello, aunque no se ha atrevido a responder si Sánchez estaría dispuesto a aprobar una nueva legislación laboral sin el visto bueno de la patronal.
«Preferimos un acuerdo de todos, esto es el diálogo social», ha insistido. «Será una seña de identidad de todo el Gobierno, todo el Gobierno está alineado en el contenido de la misma (…). Ningún miembro del Gobierno quiere que esta reforma tenga nombre propio», ha añadido. Rodríguez ha reiterado el compromiso del Ejecutivo de que el nuevo marco laboral esté antes de fin de año.
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