Ione Belarra durante un evento de Unidas Podemos en octubre
Ataques a la Justicia y otras polémicas de Ione Belarra que «traen de cabeza» al ala socialista del Gobierno
La líder de la formación morada ha protagonizado en los últimos tiempos numerosas polémicas, que en ocasiones han derivado en enfrentamientos con ministras del PSOE
Tras los resultados electorales de Unidas Podemos en las elecciones del 4M en Madrid, en las que quedó como quinta fuerza parlamentaria con diez escaños, Pablo Iglesias anunció su dimisión como cabeza de partido señalando que no iba a ser «un tapón para la renovación de liderazgo». Algo más de dos meses después, Ione Belarra pasó a ser la nueva secretaria general de los morados con un respaldo del 88,7 % de las bases.
Ese 13 de junio, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 –cargo que asumió tras la renuncia de Iglesias en marzo de este año para presentarse como candidato a la Asamblea de Madrid– se comprometió a «dejarse la piel» por el partido «para llevar este proyecto lo más lejos posible».
La que ha sido considerada persona de máxima confianza de su antecesor representa el ala dura de Podemos, y ha sido una de las voces más críticas dentro del Gobierno de coalición. Sirva de ejemplo su reciente polémica con el PSOE por la reforma laboral. Más allá de los conflictos con dirigentes socialistas, Ione Belarra ha cruzado la línea roja al lanzar acusaciones a la Justicia, algo habitual entre los miembros de la formación morada.
La última, su ataque al Tribunal Supremo, al que ha acusado de prevaricación por la condena al exdiputado de Podemos, Alberto Rodríguez por patear a un policía. Por ello, el Alto Tribunal busca magistrado para tramitar la querella contra Belarra, como ya señaló este periódico.
La de Isa Serra, «una sentencia injusta»
La sentencia de Alberto Rodríguez no ha sido la única que la líder de la formación morada ha considerado «injusta» y por la que ha atacado a los órganos judiciales. Y la de Alberto Rodríguez tampoco ha sido la única sentencia contra un líder de Podemos por ataques a miembros de la Policía.
La exportavoz de este partido en la Asamblea de Madrid, Isa Serra, fue condenada a 19 meses de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos por un motivo similar. Concretamente por un delito de atentado contra cuatro agentes –dos de ellos quedaron lesionados– y un delito de daños, producidos en enero de 2014 durante un desahucio.
Por supuesto, Belarra, tras la confirmación de la condena por parte del Supremo el pasado mes de julio, lejos de respetar la decisión del tribunal, prefirió mostrar su apoyo a la que cometió el delito, con un «No estás sola, Isa». En el tuit escribió: «Una sentencia injusta que, además, demuestra qué está ocurriendo con la justicia tras la filtración de esta a las cloacas mediáticas».
En octubre, la dirigente morada hacía unas declaraciones en una entrevista en Más de Uno de Onda Cero en la que reiteraba que tanto esta condena como la de Rodríguez «transmiten el mensaje de no te metas en política, no te organices para hacer activismo, no defiendas el derecho a la vivienda como hizo Isa Serra, porque lo que te puede pasar es que te condenen sin pruebas».
Los choques con Margarita Robles
La dirigente socialista con la que quizá más enfrentamientos ha protagonizado Ione Belarra dentro del seno de la coalición de Gobierno ha sido la ministra de Defensa. Y es que la líder de Podemos la acusó de ser la «ministra favorita de los poderes que quieren que gobierne el PP con Vox».
Han sido varias las ocasiones en las que Margarita Robles ha aludido a la existencia de diferencias entre los socios de la coalición. De hecho, cuando Pablo Iglesias era todavía el líder de Podemos, la ministra criticó que su partido actuara como Gobierno y como oposición.
En una entrevista en La Sexta Noche la titular de Defensa explicó que ella se consideraba «una mujer de Estado» y que cree en las Instituciones: «No se puede cuestionar y descalificar al Poder Judicial o a la Monarquía», aseguró.
El último rifirrafe ha sido a raíz de las declaraciones de Belarra contra la sentencia de Alberto Rodríguez, ante lo que Robles dijo que no compartía «en absoluto» las críticas contra el Supremo.
Otro de los enfrentamientos entre ambas ministras se produjo hace unos meses, en enero, cuando Robles defendió que el Congreso no investigara al Rey emérito y acusó a Podemos de cuestionar las Instituciones, lo que le parece, como apuntó, que «en una democracia sólida y seria no es bueno». La dirigente de Podemos, de nuevo en su cuenta de Twitter, recriminó a la ministra del PSOE «alinearse con la derecha y con los ultras».
Las acusaciones a Nadia Calviño
El último enfrentamiento en el seno del Ejecutivo, que ha llegado a poner en peligro la coalición, ha sido el provocado en torno a la reforma laboral. A tanto llegó el asunto que el pasado octubre la líder de Podemos convocó una reunión urgente de la mesa de seguimiento del acuerdo con el PSOE para «abordar la gestión y ejecución de los compromisos de coalición». Ione Belarra acusó a la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño de «intentos de injerencia».
El propio Pedro Sánchez tuvo que intervenir y señaló que no había intromisión, sino «colaboración y coordinación» entre este ministerio y el de Trabajo, con Yolanda Díaz, de Podemos, como titular.
A favor del regreso de Puigdemont
Pero, eso sí, sin ser detenido. «Acabar con el proceso de judicialización tiene que ver con el que puedan volver», declaró Ione Belarra en una entrevista en RAC1 el pasado junio en relación a los presos por el procés, prófugos de la Justicia, entre ellos el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Para la ministra, detenerles al llegar a España sería «una incongruencia de tamaño descomunal» teniendo en cuenta los indultos.
Sus declaraciones desencadenaron la reacción de la ministra portavoz, María Jesús Montero, que se desmarcó totalmente de la titular de Derechos Sociales, replicando: «El interés del Gobierno es que Puigdemont pueda ser traído a España y pueda ser juzgado y responda ante la justicia, como ha dicho siempre».
Querellada por delito de odio contra Vox
«Nazis a cara descubierta», así fue como calificó Ione Belarra al partido de Santiago Abascal en un mitin enmarcado en la campaña electoral de los comicios del 4M en Madrid. En su discurso señaló que PP y Vox tenían la misma candidata, Díaz Ayuso, y que esta estrategia había provocado que, en palabras de la líder de Podemos, «Vox se quite definitivamente la careta, haga publicidad filofascista y acaben siendo evidentemente lo que son, unos nazis, pero ya a cara descubierta».
Estas fuertes acusaciones hicieron que Vox presentara una querella en el Supremo contra la ministra por delito de odio, aunque quedó archivada el pasado septiembre al considerar el Alto Tribunal que esas expresiones «son contrarias al debido respeto que deben depararse los distintos partidos, pero «no constitutivas de un delito de odio».
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