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24 de abril de 2024

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalidad, Pere Aragonès, en septiembre de 2021

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalidad, Pere Aragonès, en septiembre de 2021GTRES

ERC evita romper con Pedro Sánchez a pesar de la polémica del espionaje

Pese a la sobregesticulación y las amenazas, los líderes independentistas saben que con otro Gobierno seguramente lo pasarían peor que con la coalición PSOE-Podemos

Los líderes de ERC y Junts están aprovechando las revelaciones de la revista Newyorker sobre el presunto uso del programa de espionaje Pegasus para intervenir las comunicaciones de decenas de líderes independentistas y algunos de sus familiares para sobregesticular y amenazar con querellas por doquier. Pero la realidad es que la solemne comparecencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, acompañado por todo su Gobierno, se cerró sin anuncio de ruptura por parte del principal socio del Gobierno de coalición PSOE-Podemos.
En la comparecencia Aragonès midió sus palabras a pesar de la presión de los periodistas y se limito a anunciar que «congelaba las relaciones con el Gobierno» para minutos después contradecirse y «pedir una reunión urgente con Pedro Sánchez». Aragonès exigió dimisiones y amenazó con inconcretas consecuencias. Se espera que en la sesión de control el portavoz republicano, Gabriel Rufián, mantendrá el tono amenazante pero inconcreto frente a Pedro Sánchez.
Aragonès dijo en la rueda de prensa que la mesa de diálogo quedaba suspendida lo cual es una afirmación hueca dado que la misma solo celebro su reunión constitutiva y, a día de hoy, no había en agenda previsto la celebración de ningún nuevo encuentro.
Pere Aragonès ha afrontado el escándalo del presunto espionaje aplicando la doctrina de la exconsejera Dolors Bassa, la cual estando en la cárcel cumpliendo condena por sedición y malversación de fondos públicos afirmó que era preciso mantener a Sánchez en el Gobierno porque «nunca tendremos en Moncloa a nadie al que podamos sacarle más». En la sede de Esquerra creen que dejar caer a Sánchez ahora sería entregar el gobierno a Feijóo y a Vox y, por lo tanto, no se plantean tomar ninguna represalia efectiva por haber sido espiados.

Crecen las diferencias entre ERC y Junts

En realidad las revelaciones de la revista norteamericana sobre el informe de Citizen Lab han generado un nuevo conflicto entre independentistas. Las discrepancias entre ERC y Junts se han puesto de manifiesto en la comparecencia conjunta entre Puigdemont y Junqueras en Bruselas, mientras el primero llamaba a la ruptura total con el Gobierno el segundo intenta preservar la relación con Sánchez.
La misma disparidad de posiciones se hizo patente en la rueda de prensa en la que el vicepresidente Puigneró, de Junts per Catalunya, afirmo que España no era una democracia mientras Aragonès llamaba a reestablecer la confianza.
Si bien Podemos ha pedido explicaciones de su posición, al igual que la de ERC, se limita al ámbito declarativo y tal como sucedió con el tema saharaui no pasa de la protesta sin tomar represalia alguna. Hay que recordar que Podemos formaba parte de la comisión de secretos oficiales del Congreso la pasada legislatura cuando, al parecer, se compró el software de Pegasus y, en consecuencia, Irene Montero, que era la representante de Podemos en dicha comisión, podría confirmar si fue informada o no de la compra a NSO, la empresa israelí que comercializa Pegasus.

Estupefacción en el Gobierno catalán

A medida que se ha sabido el alcance del número de las personas investigadas, en total 65, y los detalles y fechas del presunto espionaje ha crecido la estupefacción en ERC dado que la intervención de los teléfonos de los dirigentes independentistas se llevó a cabo a la vez que el PSOE, Podemos y ERC negociaban la formación del Gobierno surgido de las urnas de noviembre de 2019. Algunas fuentes consultadas por El Debate en el entorno del Gobierno catalán consideran que el espionaje tuvo más de político, al estilo Watergate, que de tema de seguridad nacional vinculada al procés.

Espionaje a no independentistas

El espionaje no es un tema nuevo en relación al proceso independentista. En octubre de 2017 la Policía Nacional evitó que se quemaran 36 cajas de información llevadas a una planta de incineración en Sant Adriá de Besos por unas furgonetas no logotipadas de los Mossos de Escuadra. En 2019 el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña archivó la investigación.
Actualmente sigue abierta por parte del juzgado de instrucción número 6 la investigación por la creación de unidades de espionaje en el entorno de los Comités de Defensa de la República (CDR) así como la investigación por recopilación de información para la presunta preparación de atentados, según un informe de la Guardia Civil, contra siete personas, entre ellas Pablo Casado o el ex primer ministro francés Manuel Valls.
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