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26 de abril de 2024

José Antonio Griñán, Pedro Sánchez y Cuca Gamarra

José Antonio Griñán y Pedro Sánchez

Zapatero y González ya han firmado la petición

El probable indulto a Griñán aumenta en el PSOE el temor a una debacle electoral

La exoneración por parte del partido en el Gobierno a un militante de su propia formación –condenado en sentencia firme por el mayor caso de corrupción en la historia de España– podría tener consecuencias devastadoras para los socialistas de cara a las elecciones autonómicas y municipales de 2023

«Están pagando justos por pecadores». Así de contundente se mostró el presidente Pedro Sánchez nada más conocer la sentencia del Tribunal Supremo que ratificó las sentencias condenatorias a 19 ex altos cargos del Gobierno andaluz, incluidos los expresidentes autonómicos, José Antonio Griñán y Manuel Chaves. La pena impuesta a Griñán ha sido de seis años y dos días de prisión por un delito de malversación de caudales públicos. La condena para Chaves es de nueve años de inhabilitación. Se juzgaba la malversación de casi 700 millones de euros de fondos públicos.
Los motivos aducidos por Sánchez para incluir a ambos políticos dentro de la categoría de «justos» es que en ningún momento han sido acusados de haberse llevado ni «un céntimo de euro» ni de financiar ilegalmente a una organización política. En cambio, la sentencia de la Sala de lo Penal no considera que ambos líderes socialistas fuesen inocentes. El alto tribunal, en su adelanto del fallo –los argumentos se conocerán en septiembre– considera a Griñán, que también fue presidente del PSOE entre 2012 y 2014, responsable de un delito de malversación y prevaricación, y a Chaves, de fraude en la concesión de ayudas laborales. La familia de Griñán, nada más conocer la sentencia, ha comenzado a tramitar una petición de indulto parcial que evite su ingreso en prisión. Preguntado sobre esta posibilidad, la del indulto, Pedro Sánchez ha evitado pronunciarse sobre tal «hipótesis».

La sentencia que condena a Griñán y Chaves juzga la malversación de casi 700 millones de euros de fondos públicos

La percepción generalizada en la oposición, expresada por boca de Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, es que el PSOE está «cocinando» desde el Gobierno el indulto, y que está haciéndolo «sin hablar» con los populares ni tampoco dando explicaciones a los españoles. A juicio de Feijóo, lo que está sobre la mesa es «un supuesto de enorme trascendencia penal, política y democrática». «Y los asuntos de trascendencia penal, política y democrática no se pueden resolver por parte del PSOE, desde el Gobierno, en favor del PSOE y de militantes y expresidentes condenados; así no funciona la democracia», ha reflexionado el líder popular.
Que algo se mueve entre bambalinas resulta evidente al conocerse que la petición de la familia de Griñán para que le indulten irá avalada por dos potentes firmas: José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, los dos ex presidentes del Gobierno que tiene el PSOE.
Pedro Sánchez, justo antes de su intervención en el Comité Federal del PSOE

Pedro Sánchez, justo antes de su intervención en el Comité Federal del PSOEEFE

¿Quedará PSOE tras Sánchez?

Sucede, sin embargo, que las labores de alta cocina que los líderes PSOE están realizando para indultar a Griñán generan preocupación dentro de las filas socialistas. Quienes están hoy en la fontanería del Partido Socialista, y que aspiran a seguir teniendo en el futuro un partido político entre sus manos –con independencia de que Sánchez gane o pierda las elecciones generales de 2023–, saben que un indulto desde Moncloa para su compañero de filas supondría, a menos de un año para las elecciones municipales y autonómicas, un resultado cercano al «suicido político».
«Los socialistas muy cafeteros, el militante puro, de puño en alto, podría entender, incluso celebrar, un indulto así, pero solo con esta gente no se ganan las elecciones... No queda otra que reconocer que al votante medio, al ciudadano de la calle, semejante absolución le causaría notable rechazo. Sería darle muchos argumentos al PP y muy pocos a nosotros», se lamenta para El Debate un 'fontanero' de Ferraz, calle madrileña donde está situada la secretaria general del PSOE, que por razones evidentes prefiere salvaguardar su anonimato.

Los indultos a los independentistas ha cosechado la peor marca en intención del voto para el PSOE: un 24,8 %

Existen antecedentes demoscópicos, precisamente relacionados con indultos, que demuestran que esta percepción de Ferraz podría no ir desencaminada. La aprobación por parte de Sánchez de los indultos a los políticos independentistas del procés, ratificada en el consejo de ministros del 22 de junio de 2021, ha cosechado para el PSOE en el agregado de los principales institutos demoscópicos privados la peor marca registrada hasta la fecha en la intención del voto. Hablamos de un 24,8 %; muy lejos por tanto de 28,25 % del voto que obtuvieron los socialistas en las elecciones generales de 2019.
Conscientes de este efecto, no son pocos los responsables del PSOE que, de puertas para adentro, lamentan que el indulto a Griñán, de consumarse, podría conllevar un notable retroceso electoral para la marca PSOE. Su tesis es que espantaría al voto moderado en municipios y autonomías; bien llevándole hacia la abstención; bien hacia otras opciones políticas. Con un PP fuerte, los fontaneros socialistas temen que en la primavera de 2023 pueda suceder lo que ya aconteció en las elecciones autonómicas andaluzas –territorio tradicionalmente afín al PSOE–, donde calculan que la migración de votantes socialistas hacia el PP ha sido del 20 % de su voto. Queda menos de un año para saber si estos temores están fundados o no.
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