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24 de abril de 2024

El conseller de Economía, Jaume Giró responde a una pregunta de la oposición durante la sesión de control celebrada en el Parlament

El consejero catalán de Economía, Jaume Giró, en el ParlamentEFE

El laberinto catalán

Un informe desmonta el bulo de que España roba a Cataluña

Un análisis de FEDEA manifiesta que Cataluña es una de las comunidades autónomas mejor financiadas y que más dinero recibe, por encima de las demás

Jaume Giró, consejero de Economía del Gobierno catalán y aspirante a líder de Junts tras la abrupta salida de Laura Borràs de la Presidencia del Parlament –imputada por corrupción– recuperó cuando fue nombrado consejero el discurso clásico pujolista del déficit fiscal y del «España nos roba». También ha cifrado en diversas intervenciones parlamentarias el déficit fiscal de Cataluña entre 18.000 y 20.000 millones de euros.
Giró no se ha manifestado sobre el bajísimo nivel de ejecución de obra pública en Cataluña o la poca dotación presupuestaria en materia de inversión, donde Cataluña está por debajo de la media de las comunidades. El consejero catalán tampoco ha expresado opinión alguna sobre el hecho de que, en el segundo trimestre del año en curso, Cataluña haya sido receptora del 25 % del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), solo por detrás de la Comunidad Valenciana y muy por delante de Andalucía, que ha recibido el 10 % del total del fondo. Madrid no ha solicitado ni un euro.
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) presentó hace pocos días un análisis de los datos de la liquidación del sistema de financiación autonómico de 2020, que desmienten dos cosas: la primera, que Cataluña esté castigada a nivel de financiación; y la segunda, que Madrid sea un paraíso fiscal.
Cataluña, lejos de estar infrafinanciada, recibe un 103,2 % de recursos económicos sobre una media de 100 si se comparan las 15 comunidades autónomas del régimen común y, en relación al año anterior, su dotación aumento 0,6 %. Si se establece una comparación con las otras grandes comunidades a nivel de población, Andalucía tiene peor financiación que Cataluña, dado que está en el 94,2 %, y, además, experimentó una tendencia negativa del -1,8 %. Madrid, que está en el 106 %, retrocediendo un -0,1 %. La Comunidad Valenciana es la peor tratada entre las grandes comunidades, con un 89,5 %, a pesar de que creció un 0,7 %.
Contra la idea de que Cataluña es el principal contribuyente, los datos ponen a Madrid por delante, con unos ingresos tributarios homogéneos de 22.553 millones de euros por 21.567 millones de Cataluña. La aportación de Madrid desmiente que haya dumping o que la región capitalina sea un paraíso fiscal. Los datos de recaudación de IVA e IRPF de Madrid revelan el mayor dinamismo económico de la capital en relación a Cataluña, dado que también va por delante en recaudación con más de 1.000 millones de euros, 19.588 millones de euros en la Comunidad de Madrid por 18.386 millones de euros en Cataluña, a pesar de que Madrid tiene dos millones de habitantes menos que Cataluña.
El mayor dinamismo económico de Madrid ha tenido también efectos demográficos, dado que entre 2008 y 2021, según datos del economista Gonzalo Bernardos, el saldo migratorio entre comunidades de Madrid ha arrojado una ganancia de 73.559 personas; y en cambio, Cataluña ha perdido 18.815 personas. La Comunidad Valenciana tiene un saldo positivo de 15.228. Parece evidente que detrás de la fuga de empresas también hay movilidad geográfica.
La financiación por habitante regionalizada fue en 2020 de 2.996 euros per cápita, estando Cataluña nuevamente por encima de la media, dado que recibió 3.091 euros, lo que supone un 103,2 %. Madrid recibió 3.176 euros per cápita, un 106 %, y Andalucía y Valencia vuelven, de nuevo, a estar infrafinanciadas al quedar ambas por debajo de 100.
En todo caso, los datos de FEDEA permiten llegar a la conclusión de que la idea defendida por la Generalitat de Cataluña de que la Comunidad catalana sufre un déficit fiscal como territorio agraviado es un concepto casi medieval. Puesto que quienes pagan impuestos no son los territorios sino las personas, y son las comunidades con menos número de habitantes, como La Rioja o Cantabria, las que lógicamente tienen mayores ratios de financiación.

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