Carlos Lesmes, presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo
Se mantienen congelados los nombramientos
Varios vocales alertan de la absoluta debilidad del CGPJ tras la dimisión de su presidente Carlos Lesmes
No habrá acuerdo sobre candidatos al Constitucional en el Pleno de este jueves. Esperarán al resultado de la visita del comisario Didier Reynders
El debate «no será pacífico» aseguran fuentes próximas al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) la nueva reunión ordinaria del Pleno convocada por su presidente Carlos Lesmes, este mismo jueves. El todavía titular del órgano lleva bajo el brazo el informe técnico que establece los pasos a seguir ante su futura y eventual dimisión y determina quién ha de ser su sustituto, el presidente de la Sala Primera de lo Civil, el más antiguo de los vocales, Francisco Marín Castán. Sin embargo, el dictamen «no ha sentado bien a nadie» tanto por las formas como por «la extraña sensación de que se quiere dirigir» cómo será el Consejo tras su salida. El órgano «en funciones» quedará mucho más debilitado con «un presidente en funciones» de lo que ya lo está ahora mismo advierten varios vocales consultados por El Debate. Una crítica al ultimátum de Lesmes que algunos califican como un «error no suficientemente meditado» en sus consecuencias que provocará «más problemas que soluciones» a una compleja situación.
Así las cosas, a la espera de «qué dice» Lesmes durante el encuentro y de la «evaluación de resultados» de la visita del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, para mediar en el bloqueo del Poder Judicial, por el momento, se mantienen congelados los nombramientos de los dos candidatos del Constitucional que, en cualquier caso, no se producirán antes del mes de octubre. Lo que todavía está por determinar es si será en el marco de una cita extraordinaria –el próximo 3 de octubre, como adelantó El Debate en primicia– o de una convocatoria ordinaria que, entonces, se dilataría hasta finales del mismo mes.
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Ni nombres, ni unanimidad
Lejos del apoyo rotundo y unánime recibido por parte de los magistrados de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, a los que este lunes presentó el dictamen técnico que fija la hoja de ruta a seguir tras su cada vez más próxima dimisión, Carlos Lesmes comparece ante el Pleno del Consejo de hoy con las reticencias de un considerable número de vocales.
El contenido del informe, que ya ha trascendido, y los términos en los que ha sido solicitado no convencen, a priori, a todos los miembros del órgano de gobierno de los jueces. No en vano, varios de los vocales consultados mantienen una postura de «prudencia» con las expectativas puestas en «lo que diga el presidente» antes de tomar una posición definitiva sobre la cuestión.
A la espera de Reynders
Asimismo, en una reunión de última hora mantenida en la tarde del miércoles por el sector conservador del CGPJ, el grupo de vocales ha insistido en «la importancia» de la visita del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, quien ya ha llegado a España donde permanecerá hasta el viernes. Un escenario de mediación y diálogo del emisario belga que, tras reunirse con los principales actores del Poder Judicial, confía en desenquistar las negociaciones políticas para reformar ya el sistema de elección de los vocales del Consejo y, con nuevos mimbres, estrenar institución.
La presencia de Reynders se ha convertido «hoy por hoy» en la única opción para desencallar la grave crisis institucional por lo que se «justifica evaluar sus resultados antes de adoptar decisiones concretas en materia de nombramientos». Es decir, todavía habrá que esperar para que cuaje la designación, pendiente, de los dos candidatos al Constitucional. «De momento no nombramos», confirman desde el bloque conservador.
Los miembros del CGPJ más críticos con el Gobierno por su maniobra para controlar la Corte de Garantías con una mayoría de izquierdas de siete a cuatro, quieren esperar ante el «nuevo escenario que se abre» con la actual visita del comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders. El belga ha aterrizado en España con la firme convicción de que su mediación ayudará a recuperar el diálogo sobre el Poder Judicial español. De lo contrario, Bruselas piensa ya en aplicar medidas de mayor calado a nuestro país para provocar una reacción.
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