El candidato de Yolanda Díaz al CGPJ
El video que delata las maniobras de la izquierda en la Justicia
El candidato de Yolanda Díaz al CGPJ: «La democracia del Poder Judicial pasa porque en el Supremo entren el máximo de jueces progresistas»
El sevillano Joaquín Urías se disputa un sillón en el Consejo, desatada una guerra de guerrilas por los candidatos de Podemos y el PC
Joaquín Urías, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla, se presentó a las primarias de Podemos en la capital hispalense, en 2015. Hoy, cobra enteros como la apuesta de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, para situar a un representante del Partido Comunista en el Pleno del futuro Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), una vez renovado. Urías, un peculiar jurista, dentro de su ramo, defendía en su día que la única manera de que la «democracia entre en el Poder Judicial pasa por lograr que en el Tribunal Supremo entren el máximo de jueces progresistas».
«En la situación que tenemos o logramos que entren jueces abiertos de mente, y juezas» al Alto Tribunal «o todo lo demás que hagamos, es para nada», aseguraba el catedrático crítico con el 'clientelismo' de las asociaciones judiciales en los nombramientos de jueces y magistrados -durante su intervención un ciclo de conferencias organizadas por la Universidad de otoño de Podemos, hace unos años- para, acto seguido, defender su propio clientelismo.
Respecto del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Urías defendía, entonces, que además de renovar el órgano caducado, había que «quitarle la faculta de nombrar a dedo a los jueces del Supremo para toda su vida» porque, a su juicio, era «un disparate». «Cuando el PP lo controla, renuevan el Supremo y nos cuelan para todo el resto de nuestra vida a jueces de la ideología que sea», lamentaba el profesor universitario.
Luego, «si le quitamos al Consejo General del Poder Judicial la competencia de nombrar jueces del Supremo, si a los jueces del Supremo los nombra una comisión (que se puede crear porque nada lo prohíbe) parlamentaria que se elija por mayoría simple, o por mayoría absoluta, porque la Constitución habla de tres quintos para el Consejo, no habla de tres quintos para una comisión de nombramientos de miembros del Tribunal Supremo», razonaba el jurista de Podemos.
Si le quitamos eso al Consejo, os aseguro que al día siguiente, al Partido Popular dejaría de interesarle controlar el Consejo General del Poder Judicial", afirmaba Urías sin pestañear.
Pese a que desde las filas populares han insistido, hasta el momento en que se han vuelto a romper las negociaciones, en la necesidad de que los perfiles de los miembros del órgano de los jueces estén despolitizados, desde la izquierda han continuado insistiendo en sus aspirantes habituales. De hecho, Urías compite por un sillón con la magistrada Victoria Rosell, actual Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, quien difícilmente encajaría en los requisitos objetivos de los populares y que, además, estaría vetada para el 'quinto turno' por la jurisprudencia del mismísimo Tribunal Supremo.
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