Inés Arrimadas y Edmundo Bal, el pasado jueves 1 de diciembre en el Congreso
Del sorpasso a la bisagra
Claves internas que explican la lucha de poder entre Bal y Arrimadas por los despojos de Cs
Los abultados ingresos económicos asociados con el liderazgo de la formación centrista, más la posibilidad de resultar decisivos en la formación de un futuro Gobierno, explican la dura contienda interna que viven en estos momentos dentro del partido liberal
El curtido apparatchik de Ciudadanos y 'garganta profunda' de El Debate que trabaja en la sede central de este partido en Madrid asiste a los últimos acontecimientos con una sensación de abatimiento. Sale a la calle y, mientras paseamos por un parque cercano, enciende un cigarro y explica para este periódico –bajo la condición de preservar su anonimato– las claves políticas y personales que están detrás de la lucha de Edmundo Bal e Inés Arrimadas por el poder de Cs.
–«Edmundo tiene la conciencia de ser la autoridad intelectual del partido. Esta conciencia se corresponde con la realidad, pero no porque sea un político notable –su experiencia en la arena política todavía es reciente–, sino porque realmente es un hombre con una gran formación jurídica desde su condición de abogado del Estado».
–«Hay un momento en el que Edmundo se siente desautorizado; es cuando desde el entorno de Inés quieren hacer correr la versión de que el apoyo a la ley de 'solo sí es sí' ha sido un error jurídico que es consecuencia suya, de Edmundo. Nadie necesita a un especialista en Derecho Penal para interpretar un informe parlamentario sobre dicha ley que ya llega –el informe, digo– bastante 'desgüesadito' al grupo parlamentario de Ciudadanos. Dicho esto, Edmundo tiene un sesgo ideológico, ese punto socialdemócrata, que esta ahí. También es verdad que resulta extraño, por muy socialdemócrata que uno sea, plantear ahora un entendimiento con Pedro Sánchez».
Culpar a Edmundo del apoyo a esta ley posiblemente sea la razón última por la que él se sienta injustamente tratado
–«Porque a Edmundo lo expulsa Sánchez de su puesto de jefe del Departamento Penal de la Abogacía del Estado, donde hasta el procés llevaba 16 años dirigiendo la acción jurídica del Gobierno. Edmundo no se aviene a mentir. En esos momentos, Edmundo sostiene que sí hubo violencia en los acontecimientos de Cataluña, cuando el golpe de Estado; y esto es un punto crítico, porque la violencia suponía un delito de rebelión, que es más grave que el de sedición. Así que Pedro Sánchez fuerza su dimisión. En Ciudadanos lo acogimos, pidiéndole que se sumara a nuestro proyecto político. De ahí que resulte muy raro que Edmundo ahora de repente quiera pactar con Sánchez".
Sede central de Ciudadanos en Madrid
160.000 razones al año
–Entonces, ¿a qué se debe el giro a la izquierda de Bal?
–No se debe a nada que tenga que ver con la política y sí, en cambio, a algo que tiene que ver más con la visión empresarial de las cosas. Me explico. Ciudadanos tiene la expectativa de sacar un escaño o ninguno. Pero quien dice uno, a lo mejor dice tres o cinco diputados; y entonces ahí sí que eres decisivo. Y si eres decisivo, quiere decir que de tu voto dependerá que gobierne la izquierda o la derecha. Porque la bisagra, para que sea bisagra, tiene que girar hacia los dos lados; hacia la izquierda y hacia la derecha. Es así de simple. Con Edmundo no hay nada más que esto.
La lucha entre Edmundo e Inés se basa en su apuesta por ser decisivos en modo bisagra, hecho que hoy suena a carambola, pero que se puede dar, porque hay un empate técnico entre izquierda y derecha
–¿Y en el caso de Inés Arrimadas?
–En el caso de Inés ni siquiera hay un ideario. Tampoco tiene un gran conocimiento sobre nada. Ella quiere seguir en Madrid ganando 160.000 euros al año. Inés no es como Edmundo, que es un gran conocedor del mundo del Derecho. Inés no tiene expertise sobre ninguna cuestión. Comunica bien, eso sí.
El final de la 'nueva política'
Los intereses personales y el desguace de Ciudadanos: «Estamos ya en el sálvese quien pueda»
–Esta lucha entre Edmundo e Inés se basa en su apuesta por ser decisivos en modo bisagra, hecho que hoy suena a carambola, pero ojo, que podría darse, porque en realidad hay un empate técnico en las encuestas entre las izquierdas y las derechas. Sánchez no sería hoy presidente del Gobierno de España si no hubiera convencido al único diputado de Teruel Existe. Así que tenemos un año por delante para tratar de conseguir algo similar con Ciudadanos. En el fondo la situación tampoco me parece tan descabellada; eso sí, siempre y cuando lo veamos todo como la explotación empresarial de una marca.
Francisco Igea, diputado autonómico y portavoz de Ciudadanos en Castilla y León
Otros posibles candidatos
–Los dos, Edmundo e Inés, luchan ahora por ser la cabeza institucional de Ciudadanos; es decir, por esos 160.000 euros que se embolsa quien ostenta el puesto. Y en este proceso de lucha dentro del partido estamos entrando en una fase de pensamiento grupal, del estás conmigo o contra mí. Se ha perdido el sentido de la realidad y cualquier crítica se interpreta como un ataque personal... Yo creo que hay una conciencia compartida de que la situación actual de Ciudadanos no atañe a valores, ideas o estrategias políticas, sino, como digo, a una visión de explotación empresarial.
–Desde el punto de vista empresarial que comentas, ¿puede ser negocio un partido bisagra?
–Y tanto que sí... Puede ser incluso un gran negocio. En eso estamos todos tan de acuerdo que, de hecho, la cuestión por la que luchamos ahora es por ver quién explota el negocio; es decir, este escaño, que igual son tres... O igual ninguno.
–¿Qué posibilidades tienes Inés Arrimadas de ganar esas primarias?
–Realmente Inés ya no tiene soportes dentro de Ciudadanos. Bueno, tiene a Begoña Villacís que sí la apoya, pero Begoña lo hace porque no quiere apoyar a nadie más. Begoña piensa que nadie puede liderar el partido, salvo Inés. Creo, sin embargo, que ahora mismo el partido lo podrían presidir varias personas: Francisco Igea, Guillermo Díaz, Miguel Gutiérrez, la propia Begoña Villacís, Melisa Rodríguez, Jordi Cañas o Adrián Vázquez. Vázquez está ahora tapado, pero podría ensayar una candidatura de tercera vía, en plan 'hombre bueno, de consenso'. Pero si a las primarias solo se presentasen ellos dos, Edmundo e Inés, lo más probable es que gane Edmundo. Ahora se dice que Igea se presentará con Edmundo, quedándose Edmundo con la representación, las cámaras y los 160.000 euros, y Paco con el control del aparato.
–También me llega otra cosa. Paco Igea está de tapado, preparando su propia candidatura. Llevará de escuderos a Luis Garicano y a Daniel Gómez, el eurodiputado. Igea sopesa ser él quien dé el giro a la izquierda, pasando por tanto de ir de número dos de Bal. Así, Igea se quedaría con los 160.000 euros.
Esto de ser la bisagra, hace falta conseguirlo en escaños, que está por ver, e implica que con Sánchez tienes que comerte a ERC y Bildu, que son incomibles
–Lo más probable es que nos vayamos a cero diputados en las próximas elecciones, porque la imagen que estamos dando resulta cero atractiva, pero ¿quién sabe? Con una buena estrategia y un año por delante, incluso algo más de un año, nos podemos volver a situar en el tablero político y resultar decisivos.
–Pongámonos en esa hipótesis. ¿Qué sucedería si sois decisivos?
–Si somos decisivos, ay, amigo, entonces todo cambia... Aunque todo el mundo te maldiga, puedes ejercer de bisagra y votar a Pedro Sánchez, que en el pack viene con Esquerra. Por eso, ahora de ERC no se dice nada. De ahí el sentido de este giro a la izquierda que prepara Edmundo; sirve para engrasar, para hacer más digerible esta posibilidad, que si cuajase luego nos permitiría estar cuatro años en el poder con Sánchez. Y si vas del rollo bisagra, pues lo mismo para el otro lado; también puedes apoyar al PP y a Vox, si al final ellos dos son lo que salen y nos necesitan para formar Gobierno y ale, cuatro años en Moncloa.
Edmundo Bal, portavoz nacional de Ciudadanos y diputado
–¿Cuántos grados de flexibilidad ideológica y territorial tiene la bisagra?
–Esto de ser la bisagra, primero hace falta conseguirlo, que está por ver... Y sí, con Sánchez implica que tienes que comerte a ERC y Bildu, que son incomibles o, por el otro lado, que tengas que cometerte a Vox; algo que resulta perfectamente justo en el caso de Ciudadanos, porque Vox hizo lo propio con nosotros, apoyando desde fuera el gobierno autonómico del PP y Ciudadanos en Andalucía. Hoy por hoy, con el giro socialdemocracia que prepara Edmundo, parece que estamos mucho más preocupados por Vox que por Sánchez, lo cual es increíble, porque esto te dibuja un Ciudadanos que poco o nada tiene nada que ver con el partido que éramos hasta hace muy poco tiempo.
Mientras conversamos cae la noche sobre Madrid. El apparatchik exhala una última bocanada de humo y tira la colilla de su cigarro al suelo. Las primarias de Ciudadanos serán los próximos 9 y 10 de enero. Sus ojeras indican que ha visto mucho, quizás incluso demasiado, pero intuye que probablemente aun le quedan más cosas por ver.
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