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29 de marzo de 2024

Podemos reprocha a Pedro Sánchez que vaya a votar junto a PP y Vox

Podemos reprocha a Pedro Sánchez que vaya a votar junto a PP y VoxPaula Andrade

Podemos, indignado

La coalición toca fondo: Sánchez se apoya en 144 votos de la derecha para sentenciar la ley Montero

El debate y votación de la toma en consideración de la reforma de la ley del 'solo sí es sí', este martes, provocará un cisma entre los socios. Votarán en contra Unidas Podemos, ERC y Bildu

La reforma de la ley del 'solo sí es sí' se ha convertido en una especie de juego de la sogatira entre los dos socios del Gobierno, aunque con reparto desigual de fuerzas. Durante semanas, Pedro Sánchez e Irene Montero se han dedicado a reclutar a jugadores para sus respectivos equipos, y el resultado se verá en el pleno de este martes en el Congreso.
La toma en consideración de la proposición de ley que presentó el grupo parlamentario socialista en solitario el pasado 6 de febrero provocará un cisma en la coalición. De un lado de la soga, junto al PSOE tirarán 144 diputados del centro derecha: 88 del PP, 52 de Vox, el de Foro Asturias, Sergio Sayas y Carlos García Adanero (ambos, ex de UPN) y el exdiputado de Cs Pablo Cambronero. Además de Ciudadanos, que ya votó a favor de la ley, el PNV, el PDeCAT, el PRC, Teruel Existe y Coalición Canaria.
Del otro lado, junto a Unidas Podemos harán fuerza ERC y Bildu, que ya desde el principio advirtieron de que no apoyarían una modificación que no llevara el aval del Ministerio de Igualdad. Otros, como Compromís, han decidido no anunciar su voto hasta «el último minuto», en palabras de Joan Baldoví.
El pasado viernes, los morados adelantaron su voto en contra en el pleno de este martes, en un intento por trasladar la presión a los socialistas y sentarlos de nuevo en la mesa de negociación, después de semanas de incomunicación entre los ministerios de Justicia e Igualdad. Y también de fuego cruzado y descalificaciones mutuas.
Sin embargo, el plan del socio minoritario no surtió efecto. Más bien al contrario. Provocó que Sánchez, desde Finlandia, exhibiera de antemano su amplia mayoría para continuar con la tramitación de la reforma: «Entre los grupos parlamentarios hay un sentir mayoritario de que tenemos que tomar en consideración la reforma del Código Penal. No para enmendarla políticamente, sino para corregir técnicamente una buena ley que desgraciadamente está teniendo efectos indeseados», señaló el presidente.

Un punto de inflexión

El pleno de este martes marcará un punto de inflexión en la coalición. En teoría, reversible, puesto que a la reforma de la ley del 'solo sí es sí' aún le quedará al menos otro pleno para su aprobación en el Congreso, y por tanto hay tiempo para un acuerdo. Pero, en la práctica, la situación parece muy difícilmente reconducible: Sánchez no quiere cambiar ni una línea de la proposición de ley del PSOE, que fue elaborada por el departamento de Pilar Llop. Y Montero y Podemos, por su parte, han hecho de la defensa de la norma su hit de la precampaña electoral.
La ministra Pilar Llop observa a Irene Montero

La ministra Pilar Llop observa a Irene MonteroEFE

Hasta ahora, lo más lejos que habían llegado las hostilidades en el Gobierno era a votar por separado un proyecto de ley salido del Consejo de Ministros que el PSOE y Unidas Podemos comparten. Ocurrió a finales de mayo, con la Ley Audiovisual. Tras el trámite parlamentario, el socio minoritario optó por abstenerse en protesta por una enmienda que introdujeron los socialistas en el último suspiro, de forma unilateral (sobre la definición de productor independiente). Y ERC votó directamente en contra. Entonces, como también ocurrirá hoy, fue el PP el que salvó a Sánchez: los de Alberto Núñez Feijóo se abstuvieron.

Palabras mayores

Pero esta vez es ir más lejos: uno de los socios del Gobierno remendando, por su cuenta y riesgo, una ley salida de un ministerio del otro socio. Y no una ley cualquiera, sino la ley más emblemática de Unidas Podemos; la que justifica la existencia del Ministerio de Igualdad y la presencia de la propia Irene Montero en el primer Ejecutivo de coalición de la democracia.
Además, en pleno escándalo por el caso Mediador en el PSOE, cuyos cabecillas no escatimaban en fiestas, cocaína y prostitutas. Y, para más inri, con ayuda de la derecha, como no se cansan de repetir los morados. La co-portavoz de la formación, Alejandra Jacinto, definió la toma en consideración de este martes como «la votación de la vergüenza», por el voto favorable a la reforma del PP y Vox. Dos formaciones que votaron en contra de la ley del 'solo sí es sí' en su día.
En la misma rueda de prensa, Jacinto acusó a Sánchez y los socialistas de «traición» al movimiento feminista. El debate y votación de la toma en consideración se producirá a apenas 24 horas de las dos manifestaciones convocadas en Madrid con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. «A ver qué se encuentran en la manifestación del 8-M», afirmó el domingo Pablo Iglesias, desafiante, en alusión a los socialistas.
Lo dijo porque el PSOE ha anunciado su presencia en la manifestación convocada por la Comisión 8M, que es contraria a la reforma de la norma. Podemos irá a esa misma y el PP, por su parte, secundará la del Movimiento Feminista de Madrid, que pide la dimisión de la ministra de Igualdad.
Contestó a Iglesias, ayer, la portavoz del PSOE desde Ferraz. Pilar Alegría pidió al exvicepresidente segundo «mayor prudencia y respeto». Los socialistas creen que es más el beneficio de reformar una ley que ha provocado «alarma social» y una sangría electoral que el coste que pueda tener votar con el PP y Vox. De hecho, consideran que esto último ya está descontado.
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