Pedro Sánchez y Rafael del Pino
Guerra abierta entre el Gobierno y Ferrovial tras la amenaza fiscal del Ejecutivo
Desde la constructora han insistido en que la doble cotización desde España es una posibilidad que carece de precedentes en nuestro país, por lo que su hipotética implantación crearía un escenario incierto para la compañía
El Gobierno de Pedro Sánchez ha activado sus mecanismos de presión contra Ferrovial, con el objetivo de frenar el traslado de la constructora a Países Bajos. Ayer, Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Ejecutivo y ministra de Asuntos Económicos, insistió en que «no existe un fundamento» para tomar esta decisión empresarial.
La titular de Economía defendió que no hay un obstáculo para que Ferrovial pueda optar a la doble cotización en España y Estados Unidos, el principal argumento económico que la compañía había alegado para trasladar su sede a los Países Bajos.
Estas declaraciones llegan en plena guerra abierta del Ejecutivo de Pedro Sánchez contra Ferrovial y tan solo unos días antes de la Junta General de Accionistas que celebrará la compañía para decidir el traslado de su sede social a Países Bajos.
Este pasado lunes, el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, envió una carta al CEO de la constructora, Ignacio Madridejos, con la finalidad de disuadir a los miembros de la compañía para que cancelen sus planes de traslado. En el documento, García Andrés volvió a intentar rebatir los argumentos económicos esgrimidos por Ferrovial y amenazó a la compañía con negarle las ventajas fiscales del régimen especial de fusiones.
Desde Ferrovial han insistido en que la doble cotización desde España es una posibilidad que carece de precedentes en nuestro país, por lo que su hipotética implantación crearía un escenario incierto para la compañía.
La intención de la empresa constructora es poder cotizar en Wall Street, aumentando así su capacidad de competencia en el mercado internacional. La operación de traslado, defiende Ferrovial, se debe a razones económicas y no fiscales.
Desde que la compañía presidida por Rafael del Pino anunció su traslado a Países Bajos, el Gobierno de Pedro Sánchez ha intentado por todos los medios que esta acción no se lleve a cabo, actuando a la desesperada en un año marcado por la vuelta al ruedo electoral.
Las claves del traslado de Ferrovial
A finales de febrero estalló la bomba empresarial del año: Ferrovial anunció que tenía planes de trasladar su sede empresarial a Países Bajos. El foco cayó inmediatamente sobre la agresiva política del Gobierno contra las empresas españolas y los escasos beneficios fiscales de éstas.
Los motivos defendidos por Ferrovial son los siguientes. En primer lugar, la bolsa española carece de un acuerdo con su homóloga estadounidense que le permita cotizar en ambas a la vez. Este convenio sí es posible en Euronext, la bolsa neerlandesa. El traslado a Países Bajos abriría la puerta a Wall Street a la compañía española.
Con esta acción Ferrovial pretende aumentar la inversión extranjera en la empresa, reducir el coste de emisiones futuras y lograr un mayor acceso a la financiación.
El objetivo final de la constructora es la entrada en el Russell 2000, un índice bursátil compuesto por 2000 compañías estadounidenses de baja capitalización que cotizan en Estados Unidos. Además, es utilizado como referencia en el país norteamericano para las empresas y fondos de inversión de un tamaño pequeño.
Estas acciones con las que Ferrovial pretende impulsar la empresa no son posibles si mantiene su sede en España. La decisión de la constructora ha sido duramente criticada por el Gobierno, quien ha recurrido in extremis a las amenazas y castigos fiscales para intentar disuadir a los accionistas y que reconsideren su decisión.
Durante la jornada del jueves, la Junta General de Accionistas de Ferrovial decidirá el futuro de la empresa y sobre todo, si ignorará las presiones del Gobierno y seguirá su plan de trasladarse a Países Bajos para impulsar la compañía a nivel internacional.
Comentarios
