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08 de mayo de 2024

La participación en España se ha mantenido tradicionalmente cerca del 65 %

La participación en España se ha mantenido tradicionalmente cerca del 65 %Paula Andrade

Así ha evolucionado la participación en las elecciones generales desde el año 1979

Históricamente se ha pensado que una participación alta favorece a la izquierda. Esto era así debido a que la mayoría absoluta de Felipe González llegó con récord de participación (80 %), mientras que la de Aznar fue con un dato del 70 %

Cuando Pedro Sánchez adelantó las elecciones para este 23 de julio, el primer reproche que se le hizo fue que estaba poniendo en riesgo la participación de los españoles. Movido por el batacazo de las municipales del día anterior, en vez de buscar una fecha que favoreciera la implicación de la ciudadanía en el proceso, eligió la semana más calurosa y vacacional del año.
En España ha habido elecciones en marzo, en abril, en 20 de noviembre (día de la muerte de Franco) y hasta en 20 de diciembre (muy cerca de la Navidad), pero nunca se habían convocado unas en plena canícula.
Históricamente, la participación en España se ha movido en el entorno del 73 %. Como se observa en la gráfica siguiente, la participación más alta se registró en las generales del año 1982, las que llevaron al poder a Felipe González. Mientras que las que menos implicación de la ciudadanía tuvieron fueron las de 1979 y 2016 (con un 68 % y un 69 % respectivamente). Sea como sea, la media siempre se ha mantenido en ese entorno del 73 %. Es decir, tres de cada cuatro españoles llamados a votar acude.
Históricamente se decía que la baja participación favorecía al PP mientras que la alta participación se asociaba con victorias del PSOE. Esta creencia se sustentó en comicios como los de los años 1982, 2000, 2004 o 2011.
En 1982, récord vigente de participación, Felipe González consiguió su primera mayoría absoluta con una implicación ciudadana próxima al 80 %. En el año 2000, año de la mayoría absoluta y reelección de Aznar, la participación fue de las más bajas de la historia (70 %).
En el año 2004, las elecciones que se celebraron tres días después de los atentados del 11 de marzo en Madrid, la participación creció siete puntos mientras que en el año 2011, cuando Rajoy consiguió su mayoría absoluta, la participación descendió ligeramente.
Sin embargo, esa tesis se ha ido debilitando con paso del tiempo, pues tampoco es una ciencia exacta. En la Comunidad de Madrid, sin ir más lejos, la alta participación ha precedido a grandes victorias del PP de Isabel Díaz Ayuso, aunque cada territorio y cada liderazgo conviene estudiarlo como casos individuales.

El bulo de las elecciones gallegas

Uno de los primeros bulos de la campaña fue acusar a Alberto Núñez Feijóo de haber convocado en el año 2020 unas elecciones gallegas para el 12 de julio, omitiendo que originalmente estaban convocadas para el mes de marzo y que la pandemia de coronavirus obligó a moverlas a una fecha en la que la incidencia fuera más baja y se facilitara la ventilación de los centros de votación.
Ese mismo día se celebraron también las elecciones vascas y en ambos territorios se registró una caída importante de la participación (apenas llegaron al 50 %). Se cree que el miedo al contagio pudo jugar un papel decisivo.
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