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Fachada de la vivienda en Osuna donde el pasado martes aparecieron los cadáveres de un hombre y una mujer en avanzado estado de descomposición.

Fachada de la vivienda en Osuna donde el pasado martes aparecieron los cadáveres de un hombre y una mujerEuropa Press / Rocío Ruiz

Encuentran marihuana y evidencias de violencia junto a los cadáveres hallados en Osuna

La muerte se habría producido hace al menos una semana dado el estado en que se encontraba el matrimonio

Signos de violencia y unas sospechosas plantas de marihuana es lo que hace pensar a la Guardia Civil que en la casa donde este martes fueron encontrados los cadáveres de un hombre y una mujer en la localidad sevillana de Osuna ha sucedido algo extraño.

Los bomberos de la localidad localizaron los cuerpos de un hombre de unos 55 años y nacionalidad española y el de una mujer de unos 45 años y no española después de que un vecino avisara a los servicios de emergencia al ver que el depósito de agua del aire acondicionado rebosara.

Los cuerpos se encontraban en habitaciones diferentes y en avanzado estado de descomposición, lo que no ha impedido que la Guardia Civil señale que hay evidencias de circunstancias violentas. Pero, además, también fueron encontradas unas plantas de marihuana. Se está investigando si tienen algo que ver con lo sucedido y qué uso se les daba a estas plantas.

Por todo ello, la Guardia Civil ha pedido a los juzgados de Osuna que decreten el secreto de sumario para así poder investigar sin alteraciones lo sucedido en ese domicilio de la calle Mancilla de Osuna (Sevilla).

«Desgraciado y terrorífico»

También la alcaldesa de la localidad, Rosario Andújar, ha lamentado este «desgraciado y terrorífico acontecimiento» y la muerte de estas dos personas en «circunstancias aparentemente misteriosas». Comprendiendo el «pánico natural» ante esta situación, ha defendido que este tipo de casos «no son habituales» en Osuna.

Andújar ha explicado que los habitantes del número 58 de la calle Mancilla, donde han sido hallados los cuerpos, residían de alquiler, no eran oriundos de Osuna y llevaban «unos dos años» residiendo en la localidad y aproximadamente uno empadronados en el municipio. Según vecinos de la zona, la mujer era extranjera y se dedicaba al diseño de ropa femenina y el varón era natural de Barcelona.

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