Imagen de la guardería de Pozuelo investigada por presuntos malos tratos
La directora de la guardería de famosos de Pozuelo se justifica: «Pegar es una cosa, maltratar es otra»
El Debate accede en primicia a la declaración de la joven que denunció las agresiones: «Le cruzó la cara a una niña de dos años»
la joven en prácticas que denunció tiene apenas 19 años. Estaba de becaria en una conocida guardería de Pozuelo de Alarcón, Madrid, donde acuden muchos hijos de famosos y de personas pudientes. Ella, asustada por lo que estaba viendo, comenzó a tomar notas de todo lo que sucedía e hizo un diario que comienza así: «Empecé mis prácticas en la Escuela Infantil de Pozuelo de Alarcón (Madrid), el lunes 2 de octubre. Salí con muy buena impresión; sin embargo, ya el martes día 3 de octubre, empecé a ver comportamientos fuera de lugar por parte de la profesora Begoña hacia los niños de su aula».
Se refiere a comportamientos como empujones a los niños, insultos, tortazos en la cara o encerrarles en el baño con la luz apagada. «A raíz de observar que no era algo puntual», continúa en su diario la joven, «sino que se repetía habitualmente, he ido anotando los malos tratos que he observado y he puesto en conocimiento de estos hechos a mis coordinadoras de la universidad, quienes me han aconsejado que haga este escrito redactando todo lo acontecido. A continuación, detallaré todo lo que he anotado y observado desde el día 20 de octubre hasta el día 20 de noviembre».
Imagen de la guardería de Pozuelo investigada
La joven justifica que le fue imposible imposible grabar todas las agresiones porque no siempre tenía el teléfono a mano y porque, cuando sí disponía de él, era complejo registrarlos sin que la pillaran. Después enumera días y agresiones:
1- El viernes 17 de octubre, Begoña pega en la cara a un niño a las 10:06 a.m. y le chilla.
2- El lunes 30 de octubre, Begoña golpea con un libro gordo en la cabeza a una niña a las 10:19 a.m. Le dio de forma plana en la cabeza. La niña no sabe expresarse verbalmente por lo que solo pudo llorar.
3- El viernes 3 de noviembre, Begoña da un tortazo en la cara a un niño de tan solo un año a las 10:39 a.m. El niño estaba correteando por el aula sin sentarse, Begoña le agarró por el antebrazo y le arrastró a la silla y le empotró para que se sentara. El niño empezó a llorar y acabó hipando casi sin respirar.
4- El miércoles 8 de noviembre, Begoña pega en la cara a una niña las 11:10 a.m. (hechos que sí fueron grabados). Le da dos tortazos con la mano abierta.
5- El lunes 13 de noviembre, Begoña empuja tres veces a un niño, que todavía no habla, hasta que cae al suelo y empieza a llorar a las 10:55. Se dio de bruces en la boca y empezó a sangrar por la encía, solucionaron la pequeña hemorragia con un papelito.
Imagen de la guardería de Pozuelo investigada
6- El jueves 16 de noviembre, Begoña empuja a un niño por la espalda por haber empujado a otra niña y se cae de boca al suelo a las 11:10 a.m. El pequeño es muy aprensivo y tardó bastante en recuperarse y seguir e1 curso de la clase.
7- El lunes 20 de noviembre, Begoña obliga a una niña a beberse el vaso de leche, a pesar de haber vomitado por no poder beber más. Al ver que lo había vomitado, Begoña le volvió a poner el vaso en la boca y le obligó a tragar, momento en que la niña volvió a vomitar, saliéndole hasta por la nariz. La primera vez que vomitó la niña, fui yo quien le dijo a Begoña lo que había sucedido: «La peque acaba de vomitar en el vaso la leche, le he quitado el vaso y se lo he perdonado». Ella cogió a la niña, la sentó en una silla y me dijo a mí: «No es que no quiera perdonarlo, es que si no, me toman el pelo» y a raíz de eso fue cuando volvió a vomitar.
8- El 22 de noviembre Begoña cogió del brazo y arrastró a un niño a otro sitio del aula. Le empujó hacia el suelo para que se sentara y empezó a llorar. Como el bebé no se callaba Begoña volvió más enfadada, con un libro de actividades y le golpeó muy fuerte, mucho más que otras veces y en la cabeza. Al estar cerca de la pared el bebé golpeó con la cabeza en la pared. Como el peque no se callaba, Begoña le volvió a coger y le sacó del aula y le dejó solo. Luego le dejó entrar en clase pero como el bebé no se enteró de la explicación de la actividad lo hizo mal, y entonces Begoña hizo un gesto feo que era de ponerle reiteradamente la mano en la boca, como tapándola mientras le gritaba: «¡¡Todo mal!! ¡No te enteras de nada hijo, como siempre!».
Pisotones a los bebés
Mientras pasaba esto, una niña se encontraba pisando a una compañera. Begoña se percató y fue directa hacia la pequeña. La pisó como apagando un cigarrillo, con saña, a la vez que la empujó. La niña se cayó: Begoña la cogió fuerte del brazo, la levantó, sentándola contra la pared de tal forma que también se golpeó con la cabeza en la pared. Con esta niña, con dificultades de idioma, que no comprende muy bien, Begoña se comporta especialmente mal. Dice muchas veces en alta voz que no se entera de nada y critica abiertamente tanto a la niña como a los padres, críticas que repite a menudo con muchos de los padres de los niños.
En el curso del mismo día dos menores niño y niña se pegaron, Begoña cogió la mano de la niña y le pegó con ella en la cara al otro, rebotando su cabeza contra la pared, mientras le decía: «Igual que a ti no te gusta que te peguen, tú no pegues».
9- Por último, los padres de una nena son musulmanes y me han obligado a decir, si me preguntan los padres, que su hija come un bocadillo especial de pavo, cuando no es cierto y la dan el mismo que el resto, es decir, de jamón.
La joven explica: «Todos los hechos de los que he sido testigo los he compartido con otras trabajadoras del centro, entre ellas Tamara, Lorena, Sara, Amanda. Todas ellas me reconocieron que ellas mismas habían sido testigos de este tipo de trato de Begoña a los pequeños. Ninguna me dijo si había hecho algo o lo había notificado a la dirección».
Y continúa: «Alguna de mis compañeras me recomendó notificar todo esto, no a la dirección del centro, pues hace un tiempo hubo un evento con otra menor: al parecer Begoña pegó esta niña de 3 años. Lo que comentaron sus compañeras es que este hecho se encubrió. Mis compañeras me recomendaron notificarlo al responsable de mis prácticas, cosa que hice».
Debido a todo lo que la joven vio en el aula, «me he sentido muchas veces mal y no lo he aguantado más, por lo que he solicitado mi baja de las prácticas en este centro». Cuando le comunicó a las dos responsables universitarias lo que estaba viviendo y les enseñó el video, una de estas mujeres llamó por teléfono a la directora del centro, que según su testimonio le dijo: «Pegar es una cosa, maltratar es otra».
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