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03 de mayo de 2024

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el rey de Marruecos, Mohamed VI.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el rey de Marruecos, Mohamed VIPOOL MONCLOA/BORJA PUIG DE LA BELLACASA

Vox instará hoy a Sánchez a exigir a Marruecos que reconozca la soberanía española de Ceuta y Melilla

El partido de Abascal presenta de nuevo su iniciativa para urgir al Gobierno a defender «sin ambages» la españolidad de ambas ciudades, así como la de las islas Chafarinas, los peñones de Alhucemas y Vélez de la Gomera y el islote de Perejil

El «reconocimiento explícito y sin reservas» de la soberanía española de Ceuta y Melilla por parte del Reino de Marruecos. Es lo que Vox quiere que el Gobierno de Pedro Sánchez exija al país magrebí, sobre cuya relación hay cada vez más incógnitas después de la decisión unilateral del presidente del Ejecutivo de cederle el Sáhara hace ahora dos años, de la que aún se desconocen los motivos. Lejos de disiparse las dudas, no han hecho más que aumentar en este tiempo, y han llevado a la oposición ha preguntarse qué le debe Sánchez al país vecino.
Este miércoles, el partido de Santiago Abascal vuelve a llevar al Congreso una propuesta –que ya presentó la pasada legislatura–, para su discusión en la Comisión de Asuntos Exteriores, por la que se insta al Gobierno a que defienda «sin ambages» la integridad territorial de España y particularmente la españolidad de estas dos ciudades autónomas, así como la de las islas Chafarinas, los peñones de Alhucemas y Vélez de la Gomera y el islote de Perejil.
«La existencia de territorios españoles en el norte de África ha constituido una de las principales problemáticas en las relaciones bilaterales entre España y el Reino de Marruecos, país que alegra el supuesto carácter 'colonial' de dichos territorios», señala Vox en su texto, para afirmar acto seguido que las aspiraciones marroquíes no tienen base jurídica y que nuestro país «posee incuestionables títulos jurídicos de soberanía sobre sus ciudades, islas y peñones ubicados en la costa africana».
La formación remarca así que Ceuta y Melilla han estado «indisolublemente ligadas al devenir histórico de la Nación española» desde que se incorporaron a la Corona de España, así como que la soberanía española de ambas ciudades y los otros territorios citados queda definida de forma expresa en el Tratado de Paz y Amistad de 1860 entre los dos países, y que ni en ese caso ni en la firma de la Declaración de 1956 – «en la que se reconocía la independencia de Marruecos y cuyo artículo 2 hacía mención expresa a la territorialidad marroquí garantizada por tratados internacionales»– el Gobierno marroquí formuló «reserva formal» alguna.

«Política de constante provocación»

Vox denuncia que, pese a ello, Marruecos viene llevando a cabo una serie de acciones que buscan incorporar Ceuta y Melilla a su territorio junto a los peñones y las islas que son españolas, y desempeñando una «política de constante provocación», ante la que, a juicio del partido, la respuesta de los Gobiernos españoles sucesivos «no ha sido todo lo enérgica que habría sido deseable».
Critica Vox del país magrebí su «actitud poco respetuosa» hacia España, o las declaraciones de las autoridades marroquíes reivindicando territorios españoles. Basta recordar, por ejemplo, la carta remitida por Rabat en la que se refería a Ceuta y Melilla como «ciudades marroquíes» escrita para censurar al vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, por haber defendido este que ambas ciudades son fronteras españolas y de la UE. Y no era la primera vez que las autoridades marroquíes ponían en duda la españolidad de estos territorios.
Y fundamentalmente la cuestión migratoria, con la que consideran que el Gobierno marroquí se ha mostrado permisivo, cuando no cómplice. Recuerdan así que en 2021 se produjo una gran avalancha migratoria, «impulsada por Marruecos», que provocó la entrada de más de 8.000 inmigrantes ilegales en Ceuta, algo que llevó a la Guardia Civil y al CNI a calificar de «amenaza latente» la posibilidad de que volviera a ocurrir algo así y en otros territorios como Melilla. «Este tipo de actuaciones de Marruecos se enmarcan en la conocida como 'zona gris', cuyo objetivo es erosionar la posición de España y facilitar la consecución de sus objetivos», explica Vox.
El pasado febrero, Sánchez viajó a Rabat, un año después de la Cumbre de Alto Nivel que celebraron los gobiernos de ambos países, y, como contó El Debate, lo hacía después de que conocerse los datos del Ministerio del Interior que cuestionaban la cooperación marroquí, a la que se había comprometido, frente a la inmigración ilegal. Pero no solo eso. Volvía de allí el presidente del Gobierno además sin fecha alguna para la apertura de las aduanas comerciales de Ceuta y de Melilla, algo que el país alauita también prometido, y con lo que ello supone para la economía de ambas ciudades.
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