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La catedral de Notre Dame, iluminada durante su reapertura

La catedral de Notre Dame, iluminada durante su reaperturaAFP

FAES reprocha al Gobierno su ausencia en Notre Dame: «Su política exterior es de pasarela y turismo diplomático»

La fundación de Aznar recuerda que la catedral es un símbolo «civilizatorio y occidental» y que sus «muros, contrafuertes y arbotantes albergan un legado histórico que nos define»

La fundación FAES, que preside José María Aznar, ha reprochado al Gobierno de Pedro Sánchez la ausencia de representación española en un acontecimiento histórico, como ha sido la reapertura de la catedral de Notre Dame de París que se ha celebrado este fin de semana.

«Una vez más se comprueba que la política exterior de este Gobierno es de pasarela, relumbrón y turismo diplomático. Y de silla vacía cuando se trata de acudir a los sitios en que España debe estar, por dimensión y trayectoria histórica. A tono con las maneras abaciales del máximo representante de nuestra política exterior, nuestra posición en las citas históricas es de sede vacante», lamenta la fundación en unas anotaciones que ha compartido este lunes bajo el título La silla vacía.

FAES recuerda que la catedral de Notre Dame es un símbolo francés y europeo y también «civilizatorio y occidental» y que sus «muros, contrafuertes y arbotantes albergan un legado histórico que nos define», con independencia de si es creyente o no. Y lamenta que, tras su reconstrucción, el templo cristiano se ha convertido también en «un símbolo de la ausencia de España en el plano internacional».

Sobre los porqués de esa ausencia de representación en un acto de tal relevancia señala la fundación de Aznar que puede «especularse todavía» porque cualquiera de sus causa «es responsabilidad del Gobierno», «de un agente productor de incertidumbre al que pueden atribuirse distintas hipótesis, todas verosímiles, y todas ridículas», desde que la catedral francesa sería para el Ejecutivo «un «museo» pendiente de «descolonizar»», o que «el ministro de jornada vería toda asistencia a una ceremonia religiosa como una agresión a su insobornable laicismo republicano», hasta un lío con las invitaciones por parte de Moncloa. Por ello, FAES se centra en el para qué.

«¿Para qué asistir a un acto en que el anfitrión quería desplegar su influencia diplomática con actores que nos ignoran? ¿Para qué acudir si Estados Unidos dispone ya de otro socio preferente en el Mediterráneo occidental? ¿Para qué acudir si en Ucrania y en toda Europa es conocida la cacofonía entre miembros del Gobierno español en cuanto al grado de implicación en la contestación a la agresión rusa? Y, sobre todo, ¿para qué acudir si no se va a ser protagonista en ningún photocall?», pregunta la fundación.

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