Fundado en 1910
Ignacio Bongiovanni, Iván Espinosa de los Monteros, Esperanza Aguirre y Albert Rivera

Ignacio Bongiovanni, Iván Espinosa de los Monteros, Esperanza Aguirre y Albert RiveraEvelio Jiménez

Espinosa, Aguirre y Rivera apelan a dar la batalla de las ideas para ganar a Sánchez

Los tres expolíticos protagonizaron un coloquio sobre el futuro de España organizado por la Fundación Internacional para la Libertad en la Asociación de la Prensa de Madrid

La Fundación Internacional para la Libertad, entidad que preside Mario Vargas Llosa, reunió este miércoles en la Asociación de la Prensa de Madrid a tres figuras destacadas de la política nacional, de tres formaciones distintas, que, aunque hoy ya no estén en política activa, continúan implicados desde la sociedad civil: Iván Espinosa de los Monteros, exportavoz de Vox en el Congreso; Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid y exdirigente del PP; y Albert Rivera, expresidente de Ciudadanos.

En el coloquio, moderado por el economista Ignacio Bongiovanni, coordinador del Grupo Joven de la fundación, abordaron el panorama que enfrenta España, la batalla cultural y el movimiento woke. Ante un auditorio lleno, en el que se encontraban, entre otros, el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, la exdirigente de Vox Rocío Monasterio, o el economista Daniel Lacalle, los tres ponentes coincidieron en remarcar la necesidad de dar la batalla de las ideas si se quiere ganar a Pedro Sánchez en las urnas. La próxima oportunidad, si no hay adelanto, es en 2027.

«Sánchez se ha convertido en un caudillo», afirmó Esperanza Aguirre, que denunció que el presidente del Gobierno «no para de dar pasos para acabar con todos los límites que se le ponen al poder». A su juicio, el centroderecha tiene dos cosas que debería poner en valor: la defesa de la libertad y la defensa de España; en estos dos puntos coincidirían los partidos que se encuentran en este lado del espectro político. Habló también de la necesidad de cambiar el relato que, por ejemplo, se traslada por parte de la izquierda de la Segunda República y la Guerra Civil: «La Segunda República no fue un régimen idílico que protegía todas las libertades, todo lo contrario», aseguró, reprochando que se olvidan de que el PSOE dio un golpe de Estado en 1934 y del asesinato de Calvo Sotelo a manos de los escoltas de Indalecio Prieto.

Para Espinosa de los Monteros, los partidos de la oposición no están siendo capaces de ilusionar. A juicio del exdiputado, los que votan a Sánchez le votan sabiendo lo que votan, igual que los que votan a Bildu o a ERC, aquí «no engaña nadie», y la sociedad española vota estas opciones «producto de lo que unos le han contado y los otros no le han contado». «¿Qué le hemos contado a la gente en estos últimos 15 años? (...) No estamos ilusionando», expresó. «Tenemos dos años para prepararnos. ¿Vamos a pelearnos? ¿O vamos a armar una alternativa ilusionante, con una visión de futuro, con un espíritu reformista?», incidió, apelando a la responsabilidad no solo de los políticos, sino de los ciudadanos, y recalcando que no se conseguirá «por la vía de la queja» desde la pasividad.

Más pesimista se mostró Albert Rivera, que ve a gran parte de la sociedad española «entre tranquila y aletargada». En su opinión, los líderes políticos que quieran ser alternativa tendrán que «deconstruir parte del relato» que hace que sigan en el poder quienes hoy lo ostentan. «No basta con contar votos o encuestas», dijo, hay que dar «la batalla de las ideas». «Tenemos que convencer, explicar (...) cada uno desde su lugar», afirmó.

El exlíder de Ciudadanos hizo hincapié en que han pasado más de 40 años desde la llegada de la democracia y los españoles nos hemos dado cuenta de que «tenemos un sistema desmontable» cuando ha llegado «una persona sin límites». Para Rivera, se debería haber pensado antes en qué reformas acometer para que no llegara ningún político y pudiera «desmontar» ese sistema, en la forma en que nuestro sistema democrático no dependa de «los límites morales» de un presidente.

También Espinosa de los Monteros dijo ser partidario de llevar a cabo reformas institucionales que permitan que nuestras instituciones sigan sólidas y funcionen «gobierne quien gobierne». El exportavoz de Vox lanzó, por otro lado, una crítica al PP, por haber sido en algún caso, «colaborador» de que el Tribunal Constitucional o el Tribunal de Cuentas estén en manos del Gobierno. «Dejemos de meternos golpes en propia», expresó.

Los expolíticos abordaron también el movimiento woke, que ahora parece que podría empezar a revertirse, al menos al otro lado del Atlántico con la llegada de Donald Trump fundamentalmente. Aunque, como señaló Rivera, «sigue vivo en las élites de las instituciones europeas». Espinosa de los Monteros y Esperanza Aguirre describieron el wokismo como «un virus mutado del comunismo». La expresidenta madrileña recordó que poco tiempo después de la caída del muro de Berlín, cuando quedó derrotado el comunismo, el filósofo argentino Ernest Laclau indicó cómo tenía que «mutar» ese virus comunista, de la lucha de clases a la lucha de las minorías.

comentarios
tracking