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Exteriores del piso tutelado de Badajoz , ubicado en la calle Castillo de Benquerencia, donde una educadora de 35 años de un piso tutelado de Badajoz ha sido asesinada

Exteriores del piso tutelado de Badajoz , ubicado en la calle Castillo de Benquerencia, donde una educadora de 35 años de un piso tutelado de Badajoz ha sido asesinadaEFE

Los detenidos por la muerte de la trabajadora social eran multirreincidentes y la estrangularon con un cinturón

El chalet había sido alquilado por la Junta de Extremadura hace menos de un mes

Los dos menores detenidos por la muerte de la trabajadora social del piso tutelado de Badajoz, de tan solo 14 y 15 años, se habían fugado del centro el pasado día 1 de marzo y cometieron diversos delitos de robo y robo con fuerza hasta que fueron localizados y detenidos en la localidad de Villafranca de los Barros. La Guardia Civil los retornó al piso tutelado el pasado sábado, según informa el periódico Hoy.

Allí vivían con otros dos menores y la supervisión permanente de una persona trabajadora social. En concreto, la trabajadora asesinada, María Belén Cortés, había entrado a las 20:00 de este domingo. El crimen se produjo al poco de su llegada, ya que el vecino del chalet colindante se enteró de los sucedido con la llegada de la Policía minutos después de las 22:00 horas.

Según las indagaciones, todo apunta a que la joven víctima, de 35 años y natural de la localidad pacense de Castuera, donde ya se han decretado tres días de luto, fue maniatada y estrangulada con un cinturón. En ese momento estaban presentes los dos menores. En cuanto a la menor también detenida, todavía no se sabe si estaba presente o llegó a los pocos minutos. El caso es que todo apunta a que fue ella la que ayudó a los dos menores a hacerse con el coche de la propia trabajadora social y huir.

Según el periódico 7 Días de Extremadura, cuando llegó el cuarto habitante de la vivienda, se encontró con la trabajadora muerta y fue él quien avisó a los servicios de emergencias.

Asegura el vecino de la vivienda colindante que hasta que no vio a la Policía no se había percatado de nada. De hecho, ni tan siquiera sabía que ese chalet era un centro de menores con requerimiento judicial, es decir, menores que o bien cumplen algún tipo de condena o bien están a la espera de ser juzgados por algún delito.

Según explica el periódico Hoy, el chalet fue alquilado por la Junta de Extremadura «hace unos 15 o 20 días» y en este tiempo nadie había notado nada extraño en el interior. Los menores ya e encuentran a disposición de la Fiscalía de menores de Badajoz.

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