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La ministra Pilar Alegría, la semana pasada en el Senado

La ministra Pilar Alegría, la semana pasada en el SenadoEFE

La sobreactuación socialista

Gobierno y PSOE se movilizan para convertir unos tuits anónimos contra Alegría en su escapatoria

En una acción coordinada, ministros y cargos socialistas salen en aluvión en defensa de la portavoz del Ejecutivo, en contraste con el silencio que han guardado respecto al último informe de la UCO

A Pedro Sánchez no le gustó que la prensa le preguntara por la presunta participación de su mujer en el rescate de Air Europa durante la rueda de prensa que dio el viernes en Pekín, tras reunirse con Xi Jinping. De hecho, se quejó de que había respondido sobre ello «en muchas ocasiones» y despachó el asunto con tres palabras: «No, en absoluto».

Su parquedad en palabras fue la misma que caracterizó a los pocos ministros —únicamente Óscar López y Ángel Víctor Torres— que, la semana pasada, hablaron del último y demoledor informe de la UCO sobre la trama en torno a José Luis Ábalos. «Son terceras personas las que hablan o se mensajean hablando de una persona distinta», señaló el ministro de Política Territorial a propósito de la conversación en la que el empresario Víctor de Aldama le cuenta a Koldo García que el consejero delegado de Globalia —matriz de Air Europa—, Javier Hidalgo, «se ha buscado la vida, ha llamado a Begoña».

El silencio y las evasivas de los ministros y dirigentes socialistas respecto a las últimas revelaciones sobre la trama contrastan con la locuacidad con la que los mismos protagonistas están condenando la «campaña de machismo repugnante e intolerable» de la que Pilar Alegría denunció ser víctima el domingo.

El Gobierno ha encontrado en los insultos anónimos recibidos por la portavoz del Ejecutivo y líder del PSOE de Aragón el asidero al que agarrarse para correr un tupido velo en torno al informe de la UCO. Y, de paso, también ante la supuesta orgía que el entonces ministro de Transportes montó en el parador de Teruel la noche del 15 de septiembre de 2020; sin que el entonces presidente de Paradores, después jefe de Gabinete de Sánchez y ahora ministro para la Transformación Digital se enterara de nada. Porque la versión de Óscar López sigue siendo que él no tuvo conocimiento de nada parecido. «Pregunté en dos o tres ocasiones si había pasado algo y me dijeron que no», señaló días atrás. Este lunes, Paradores emitió un comunicado desmintiendo «categóricamente» que se produjeran daños en sus instalaciones aquel día.

En las últimas horas, la totalidad de los miembros del Gobierno, los de la dirección nacional del PSOE, los secretarios regionales del partido, alcaldes, diputados, senadores y demás cargos socialistas han salido en tromba en defensa de Alegría. Tratando así de convertir unos tuits amparados en el anonimato en la causa Alegría; y la causa Alegría en el epicentro del debate público. Coincidiendo, además, con la espantada de Jéssica en el Senado, que debía haber comparecido este lunes en la comisión de investigación sobre el caso PSOE, pero argumentó motivos de salud para ausentarse en el último momento.

El mensaje que el presidente colgó en X a las 19.59 horas del domingo sirvió como pistoletazo de salida para una acción organizada y coordinada. A las 20.02 horas, María Jesús Montero escribió otro en la misma red social en parecidos términos. A las 20.03 horas llegó el de Félix Bolaños. A las 20.16 horas, el de Luis Planas. A las 20.32 horas, el de José Manuel Albares. A las 20.49 horas publicó su correspondiente tuit Óscar López, algo más rezagado. A las 21.09 hizo su aparición en la red social Óscar Puente, que en el pasado llegó a referirse al novio de Isabel Díaz Ayuso como el «testaferro con derecho a roce» de la presidenta madrileña; sin que Alegría lo condenara.

Este lunes, el comentario obligado para todos los ministros que tenían una entrevista o un acto público fue sobre el machismo que está sufriendo la portavoz del Ejecutivo. Los que no, dejaron constancia de su apoyo a Alegría en las redes. La vicepresidenta Yolanda Díaz habló de «violencia machista» desde Varsovia. La vicepresidenta Sara Aagesen pidió «tolerancia cero contra el machismo y la misoginia» desde Jaén.

La ministra Margarita Robles expresó su solidaridad con Alegría desde Córdoba, y señaló a una «clase política que insulta, veja y tiene comportamientos machistas». Cuando, en realidad, el único cargo político que figura entre los autores de esos mensajes es el eurodiputado Alvise Pérez. De hecho, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, destacó precisamente el «terrible anonimato y la falta de valor de los que vierten este tipo de calumnias», desde Valladolid. El titular de Cultura, Ernest Urtasun, fue entrevistado en TVE y habló antes de Alegría que del recién fallecido Mario Vargas Llosa.

También se pronunciaron, de viva voz o por escrito, Emiliano García-Page, Pilar Sánchez Acera, Ángel Víctor Torres, Diana Morant, Santos Cerdán, Esther Peña, Miquel Iceta, Eneko Andueza, Vicky Rosell… en una interminable lista de reacciones, inversamente proporcional a las reacciones sobre el último informe de la UCO.

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