Puente asegura que lo de Jessica no es para tanto: «La gente no se pega por estos puestos de 900 euros mensuales»

El actual ministro de Transportes y Movilidad Urbana, Óscar Puente, ha comparecido este jueves en la comisión de Investigación del Senado que investiga el 'caso PSOE' para dar explicaciones sobre la auditoría que él mismo encargó en el Ministerio, durante la etapa de José Luis Ábalos, en la que no se detectaron muchas de las irregularidades de las que se ha tenido constancia, con posterioridad, al hilo de la instrucción judicial de la causa que dirige, en el Supremo, el magistrado Leopoldo Puente.

Aunque el ex alcalde de Valladolid y sucesor de Ábalos en el cargo, ha asegurado que se sintió escandalizado con la declaración de Jéssica Rodríguez, ex amante del que fuera ministro del ramo, en la que la joven aseguró que cobraba un sueldo vinculado a un puesto de trabajo público al que nunca había acudido a trabajar, por el momento ha descartado otra auditoría interna para depurar responsabilidades. «Pueden haberse cometido otros delitos», ha expresado para después indicar que eso es «competencia» del juez y no suya.

De hecho, en el transcurso de su intervención, Puente ha minimizado la repercusión del contrato de Jessica, gracias a la intervención de varios responsables de las empresas Tragsatec e Ineco. «Esta persona accede a un puesto de auxiliar administrativo por 900 euros mensuales. La gente no se pega por estos puestos», ha asegurado. Y ello, pese a que en los informes aportados al instructor de la causa, algunos de ellos por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, quedó acreditado que para una de las vacantes que ocupó la joven 'amiga' de Ábalos se presentaron un total de 900 candidatos.

La declaración de Jéssica Rodríguez aportó un dato desconocido en el que aseguraba que no iba a trabajar y que, poco menos, no hubo ningún tipo de control en esta situación

«El problema es que si cada vez que surge una noticia tenemos que encargar una auditoría, ya bastante tenemos ahora mismo con proporcionar toda la documentación de todo lo que se va produciendo», se lamentaba Puente en su segunda comparecencia en la Cámara Alta durante la que ha amenazado con abandonar si el Partido Popular seguía insistiendo en preguntarle por la joven Jessica y si la conocía o había coincidido en algún momento con ella.

De hecho, al tensión ha llegado a tal extremo entre el ministro de Transportes y el senador 'popular' que le estaba interpelando que el presidente de la Comisión se veía obligado a decretar un receso de 5 minutos para apaciguar los ánimos.

Ha admitido la «perplejidad» en Ineco

No en vano, ha vuelto a reivindicar como suficiente la auditoría interna que encargó en Transportes para aclarar los contratos relacionados con las mascarillas y el material sanitario adquirido, en pandemia, antes de su llegada; aunque, a su juicio, ahora mismo «no tiene ningún sentido encargar una auditoría por cada noticia o por cada hecho». En especial teniendo en cuenta que ya hay abiertas tanto «una investigación judicial» como una «parlamentaria» y que él se ha puesto, en todo momento, en disposición de colaborar.

Sobre la declaración de Jéssica Rodríguez como testigo, en la que aseguraba que asumió que se la contrataba por influencia de Ábalos y que en realidad nunca trabajó pero sí que cobró, Puente ha admitido «perplejidad» en Ineco, la empresa pública dependiente de Transportes a la que fue incorporada, tras una primera etapa, en las mismas circunstancias 'opacas', en Tragsatec.

Según ha detallado, la primera vez que compareció en la comisión de investigación del Senado tenía un conocimiento «superficial» de la contratación de la chica por lo que consultó a Ineco sobre el asunto y recibiendo una respuesta negativa del ente. Ineco le contestó que no se apreciaban «irregularidades» en el procedimiento de contratación, dado que en el seno de la organización se manejaban datos de asistencia y funciones desempeñadas por ésta.

"Esto contrasta de manera evidente con el expediente administrativo que obra en poder de Ineco, en el que hay una panoplia de documentos de justificación de su jornada laboral, de correos electrónicos, etc», defendía Puente, para matizar sus afirmaciones anteriores y admitir sentirse escandalizado, por lo ocurrido, como «cualquier ciudadano» de España.

Sobre las maniobras con las que se trató de tapar el absentismo de Jessica a sus puesto de trabajo, como se ha sabido más tarde, fueron proporcionadas desde Adif, de cuya Presidencia colgaba el puesto de Jessica. No en vano, de acuerdo con las últimas actuaciones judiciales del magistrado Puente en el Supremo aprecia indicios de presunto delito en la actuación de la ex presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.

Mantuvo a la secretaria de Ábalos

En relación con los más de 13 viajes oficiales acreditados que Jessica hizo con Ábalos, mientras éste era ministro, y durante los cuales, al menos en tres ocasiones, la joven disfrutó de la Sala VIP de los aeropuertos de origen, escala o destino, Puente ha señalado directamente a Koldo García, ex asesor del ministro, y a su mujer Patricia Úriz, como responsables de la logística.

Si bien, en relación con las gestiones realizadas desde la propia estructura ministerial, Puente se ha visto obligado a reconocer que mantuvo en su puesto a la jefa de la Secretaría de su predecesor, Ábalos, encargada de organizar las delegaciones internacionales y comprar los billetes correspondientes a los desplazamientos de sus superiores.

Críticas a la prensa crítica

El titular de la cartera de Transportes también ha arremetido contra la prensa. El senador 'popular' Francisco Bernabé ha sacado una noticia de El Debate y ha preguntado: «¿Por qué se niegan ustedes a informar lo que ganó Jessica mientras trabajaba en INECO?, ¿está usted tal vez queriendo ocultar a los españoles el dinero público que esta señora cobrar a cambio de satisfacer los deseos sexuales de Ábalos? Se lo digo porque lo han publicado los medios de comunicación».

Tras ello, Puente ha manifestado que «me saca usted una noticia, de un medio, El Debate, que... en fin, las fuentes que ustedes utilizan...». «Son peor que pseudomedios, peor que pseudomedios», ha recalcado.