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El Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz

El Fiscal General del Estado, Álvaro García OrtizEuropa Press

«Si lo eliminas, indica conocimiento, implicación e intencionalidad», el informe de la UCO asfixia a García Ortiz

Un analista forense explica que se deben contemplar no solo los contenidos recuperables, sino también las trazas digitales que puedan demostrar su manipulación, alteración o supresión en una investigación viciada por el propio fiscal

Los archivos que WhatsApp y Google han remitido a la Unidad Central Operativa (UCO) parecen haber enfriado la investigación que lleva a cabo Ángel Hurtado, magistrado del Tribunal Supremo contra el Fiscal General del Estado Álvaro Garcia Ortíz. Nada más lejos de la realidad de este tipo de casos.

El juez ha levantado el secreto de las actuaciones al concluir la UCO que en la información aportada por Irlanda, en relación a los datos de Google, no se aporta ningún correo nuevo de interés para la causa. Sobre la información remitida por Estados Unidos, en relación con los datos de Whatsapp, tampoco no existe ninguna «información inédita de interés para la investigación» aunque han permitido confirmar el cambio de terminal móvil realizado por García Ortiz el 23 de octubre de 2024.

WhatsApp

En el atestado, la UCO añade un dato importante: «no se han podido recuperar los mensajes vinculados a la cuenta con número de abonado ‘61…….’ que pudiesen ser de interés para la investigación» de uno de los dos números de teléfono móvil de los que disponía García Ortiz. Mientras que «del número de abonado ‘67…….’ no se han recibido datos respecto de la tenencia de cuenta de WhatsApp», explica la Guardia Civil. Además, los agentes detallan que el registro de información analizada es posterior a que se produjese el cambio de terminal por parte del fiscal general.

La UCO asegura que Google no ha enviado los correos electrónicos que el fiscal mandó la noche del 13 de marzo de 2024 a la cuenta de correo personal del fiscal general en Gmail y que constan en las actuaciones gracias al análisis de los dispositivos electrónicos de la fiscal jefe de Madrid, María Pilar Rodríguez Fernández.

Si hay trazas claras de que la comunicación existió, su desaparición selectiva puede reflejar eliminación conscienteLazarus Technology

Según ha podido conocer El Debate por medio de un experto informático en análisis forense de la empresa de ciberseguridad Lazarus Technology, el informe recibido por la UCO tiene importantes lagunas que, sin embargo, no afectarían a la posible incriminación de García Ortiz. «Desde una perspectiva forense, la ausencia de información no siempre equivale a inexistencia. Las evidencias en forense se demuestran por presencia y por ausencia, es decir, si hay trazas claras de que la comunicación existió, su desaparición selectiva puede reflejar eliminación consciente, lo que implica conocimiento e intencionalidad. Y esa ausencia ya no es un vacío neutro, sino un indicio en sí mismo», explica.

Eliminación deliberada

Aunque se esperaban conversaciones literales por ser un backup de una cuenta de Google en un móvil Android, no hay que olvidar que el Alto Tribunal pidió ayuda a estas empresas después de que el fiscal general del Estado se deshiciese de su móvil y de las copias de seguridad de sus tarjetas telefónicas cuando la investigación estaba en curso. El experto forense explica que «puede deberse a múltiples factores: eliminación deliberada, configuraciones de privacidad, uso de canales alternativos, o incluso límites técnicos en el acceso transnacional a ciertos datos».

Ortíz borró sus mensajes de WhatsApp «hasta en dos ocasiones» el 16 de octubre

Por otro lado, el propio Ortíz borró sus mensajes de WhatsApp «hasta en dos ocasiones» el 16 de octubre, fecha en que se le abre causa por delito de revelación de secretos por la filtración de datos confidenciales del novio de Isabel Díaz Ayuso, el empresario Alberto González Amador.

Antes, la noche del 13 de marzo también borró el correo electrónico incriminatorio para González Amador, donde supuestamente admitía haber cometido dos delitos contra la Hacienda Pública.

Esta ausencia de mensajes llama la atención: «si se han recuperado mensajes en uno de los extremos de la conversación como en este caso, en el otro dispositivo, la pregunta clave ya no es si existieron, sino por qué no están accesibles desde el otro lado».

A veces, lo que falta dice más que lo que estáLazarus Technology

Todos esos movimientos de borrado de cuentas tanto de WhatsApp como de Gmail han quedado registrados y verificados por la UCO y se entregaran al juez en un, posiblemente, voluminoso informe forense que se le aportará en caso de que se inicie el juicio oral. «En estos casos, es clave diferenciar entre la imposibilidad de recuperar evidencias y la inexistencia real de las mismas dentro del contexto, es decir, por qué están, o por qué no están. Por eso, cada investigación de este tipo debe contemplar no solo los contenidos recuperables, sino también las trazas digitales que puedan demostrar su manipulación, alteración o supresión. El contexto es tan importante como el contenido. Porque a veces, lo que falta dice más que lo que está», aclaran desde Lazarus Technology.

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