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Pedro Sánchez el lunes en la inauguración del Cercle d'Economia

Pedro Sánchez el lunes en la inauguración del Cercle d'EconomiaEFE

El titular que quiere

Sánchez anunciará una mejora de la red eléctrica en el Congreso como escapatoria

El presidente comparece este miércoles en un Pleno paraguas con demasiados frentes abiertos, todo el tiempo del mundo para él y muy poco para las intervenciones de los portavoces parlamentarios

El presidente del Gobierno vuelve este miércoles al Congreso por primera vez en mes y medio; por primera vez desde que, el pasado 26 de marzo, compareciera para justificar un aumento del gasto en defensa que por aquel entonces no tenía cifras. Hoy sí las tiene, 10.471 millones de euros extra solo en 2025, pero el resto de las circunstancias sigue igual: Pedro Sánchez no cuenta con el apoyo de sus socios —con la salvedad del PNV—, tampoco quiere explorar un pacto de Estado con Alberto Núñez Feijóo y los Presupuestos de 2025 ni están ni se los espera.

La comparecencia del presidente en el Pleno amenaza con convertirse en un batiburrillo de temas y polémicas, todos los que han salpicado la actualidad en las dos últimas semanas. Puesto que ése es el tiempo que ha transcurrido desde que Sánchez la solicitó y hasta que se va a producir. No obstante, el presidente pretende hacer algún anuncio que acapare titulares y le ponga más fácil subirse al ring parlamentario. Una escapatoria.

Defenderá la red eléctrica y su preparación para asumir un mayor peso de las renovables en el mix energético pero, a su vez, anunciará un proyecto de mejora, según deslizan desde la Moncloa sin querer adelantar más. Aunque no será demasiado preciso. Sánchez ya apuntó en esa dirección el lunes en Barcelona, durante la inauguración del Cercle d'Economia: «Nuestro objetivo es reforzar un sistema eléctrico ya de por sí robusto, tal y como demostró su pronta recuperación», afirmó.

De la investigación en torno al apagón iniciada por el Ejecutivo, con la vicepresidenta Sara Aagesen al mando y sin la presencia de los operadores privados, no podrá dar grandes novedades. La última fue la que aportó Aagesen en una entrevista el lunes, cuando desveló que habían detectado un tercer incidente 19 segundos antes del que provocó el cero energético. Desde el Gobierno se escudan en que aún no tienen información concluyente y que siguen sin poder descartar siquiera el ciberataque, por más que el director de Operaciones de Red Eléctrica Española cerrara la puerta a esa posibilidad el martes de la semana pasada.

La reunión del Gobierno con las eléctricasEuropa Press

Además del plan de rearme millonario y unilateral de Sánchez y del apagón, en el orden del día del resto de los partidos también figuran: los contratos armamentísticos con empresas israelíes, que en teoría no existen —según los socialistas—, pero en la práctica sí. También, la política energética del Gobierno, que ya ha adelantado que no piensa dar ni un paso atrás con las renovables ni en el desmantelamiento de las centrales nucleares: «España será verde o no será», proclamó la también ministra para la Transición Ecológica el domingo en El País. De paso, el caos ferroviario del domingo y el estado de la red. Y tal vez de propina, si así lo consideran el PP y Vox, también el auto de procesamiento contra el hermano de Sánchez por malversación y tráfico de influencias, la prórroga de seis meses autorizada al juez Peinado para que continúe instruyendo el caso Begoña y la imputación del delegado del Gobierno en Madrid en la causa, conocida este mismo martes.

El peligro que tienen estos plenos paraguas es que el presidente tiene muchas vías de escape para no aterrizar ninguno de los asuntos espinosos. Además, y como siempre, Sánchez jugará con la ventaja de tener el primer turno de palabra, el último turno y ningún límite de tiempo, a diferencia de los portavoces parlamentarios, que intervendrán de mayor a menor (salvo el del PSOE, Patxi López, que lo hará en último lugar como de costumbre).

En el debate de marzo, el presidente habló durante dos horas y 22 minutos. En su primera intervención les contó a los españoles la necesidad de invertir en la defensa europea, con decisiones de las que serán deudores los futuros gobiernos y las futuras generaciones. En su segunda intervención, de una hora y 32 minutos, se dedicó fundamentalmente a cargar contra la oposición, incluyendo en ésta a Podemos. Y en la tercera, de apenas dos minutos, apuntaló la idea fuerza de que el mundo vive «un momento trascendente» y que se está definiendo «un nuevo orden internacional».

Sobre el plan de rearme hay una pregunta fundamental, pero lo previsible es que Sánchez no la responda. El comisario de Defensa de la UE, Andrius Kubilius, ha afirmado esta semana que España debe llegar al 3 % del PIB en Defensa, no solo al 2 %. Esa misma pregunta le trasladaron al ministro para la Transformación Digital, Óscar López, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Y se zafó: «Este Gobierno va a cumplir sus compromisos y los compromisos que ha adquirido el presidente del Gobierno».