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Dron submarino utilizado por la Guardia Civil

Dron submarino utilizado por la Guardia CivilGuardia Civil

Drones submarinos: el espía que la Policía utiliza para buscar droga en los recovecos más escondidos

Las unidades antidroga evolucionan su tecnología al ritmo de los narcos

El pasado 5 de mayo la Policía gibraltareña encontraba 120 kilos de cocaína en la toma de mar de babor de un barco que se había detenido en su puerto para repostar. Para localizar los cuatro paquetes que contenían la droga, los agentes se valieron de uno de los últimos avances tecnológicos en la lucha contra el narcotráfico, los drones submarinos.

También las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado en España se valen de estos aparatos para facilitar la búsqueda de droga en lugares que para los buzos de los grupos subacuáticos resultaría imposible. De hecho, en el año 2023 la Guardia Civil se hizo con 10 drones submarinos que repartió entre los puertos más importantes del país: Valencia, Barcelona, Bilbao, Málaga, Vigo, Algeciras, Puerto de la Luz (Las Palmas de Gran Canaria), Santa Cruz de Tenerife, Alicante y Santander.

Estos drones no son los primeros relacionados con la droga en España. Antes ya fueron los propios narcotraficantes los que se las ingeniaron para hacerse con unos drones que permitieran el transporte de ciertas cantidades de droga a través del mar.

Ya hace tres años, la Policía Nacional localizó los primeros drones a un grupo de narcotraficantes. Fue en Algeciras y tenían capacidad para atravesar el Estrecho de Gibraltar y volver. «No toda la gente está capacitada para hacer algo tan sofisticado», explicaron los agentes responsables de la operación, «Es un paso más allá en el tráfico de estupefacientes».

Cabe en una mochila

Los drones submarinos de la Guardia Civil son pequeños, apenas de 40 centímetros de largo por 22,6 de ancho y 14,5 de alto. Pesa unos 2,7 kilos y cabe en una simple mochila.

Sus imágenes pueden verse en tres dispositivos diferentes, y está equipada con una cámara 4 k con luces LED de 2400 lúmenes que le permite capturar claramente los detalles bajo el agua incluso con poca luz. Puede alcanzar una profundidad de 100 metros y emitir las imágenes a 200 metros en horizontal.

«Funciona con cable, no con wifi, pero va muy bien con aguas sucias, lo que nos permite recorrer el casco de los barcos incluso en aguas revueltas», explica a El Debate uno de los guardias civiles que maneja los drones submarinos en uno de los puertos españoles. Además, recuerda que, aunque el dron pertenece a la Guardia Civil, es prestan a otros cuerpos policiales que también los necesiten para sus investigaciones.

Así, extraña que el pasado 22 de abril tuvieran que lanzarse al mar los buzos de la Policía Nacional para localizar 150 kilos de cocaína en un buque del puerto de Vigo. Pero la explicación es simple: «El dron sirve para buscar la droga. Para recogerla, luego tienen que lanzarse los buzos. Por lo tanto, en ese barco, lo más probable es que los agentes de Policía ya supieran dónde se encontraba la droga, no necesitaban buscarla con drones».

No obstante, aunque el puerto de Vigo cuenta con uno de los drones que compró la Guardia Civil hace dos años, para la Confederación Española de Policía (CEP), este material resulta muy escaso para un puerto como el de la ciudad gallega. «El puerto de Vigo es el más gran en lo que se refiere a pesca de la fachada atlántica de toda Europa y uno de los principales en cuanto al transporte de mercancía, lo que evidencia, una vez más, la escasez de medios en la lucha contra la droga con que contamos», afirman desde el sindicato policial.