¿Quién filtró los whatsapps de Sánchez? Ábalos y Koldo bajo sospecha mientras el Gobierno desvía la atención

El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, investigado por el Tribunal Supremo por los delitos de organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación, y su asistente, Koldo García, son las dos personas que están en el punto de mira por las filtraciones de las conversaciones de WhatsApp en las que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, caricaturiza a miembros de su entorno. Desde el círculo de Sánchez se señala al magistrado que investiga la trama de corrupción que salpica a Ábalos y también a la Guardia Civil, a pesar de la inconsistencia de las acusaciones.

Tal y como ha podido saber El Debate, existen tres copias de los chats entre Sánchez y Ábalos. Una en el teléfono del jefe del Ejecutivo, otra en el dispositivo del exministro y la tercera en poder de Koldo. Tras ser cesado como titular de Transportes, el exministro entregó al que fuera su asistente una copia del interior de su móvil por si él lo perdía. Según su versión, ese material iba a ser utilizado para elaborar unas memorias. En el interior de la copia en poder de Koldo no sólo estaban las conversaciones con el presidente sino todas las que Ábalos mantuvo desde 2017 hasta 2022 con sus contactos. Partiendo de que la revelación de las conversaciones deja en evidencia a Sánchez, se puede descartar que haya sido él quien las haya filtrado. Por lo tanto, sólo quedan Ábalos o Koldo.

Ambos han negado estar detrás de las filtraciones, pero la realidad es que Ábalos, en una entrevista de hace varios meses afirmó que podía «hacer caer al Gobierno». Ahora, el exministro se justifica en El Programa de Ana Rosa de Telecinco afirmando: «Prefiero que se queden con la duda de quién los ha filtrado». Seguidamente añadió: «Sí, porque sufre». Koldo, también durante la emisión del programa de Ana Rosa Quintana ha declarado que «ese disco duro no es mío sino de Ábalos« y que él simplemente como su asesor le había ayudado »a volcar todos los datos en esos tres discos duros».

Desde el Ejecutivo, María Jesús Montero, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, pone el foco en la UCO al haber sido esta unidad policial la que incautó en la vivienda de Koldo las dos memorias en las que se guardaban estas conversaciones. Sin embargo, esta teoría no tiene consistencia, ya que al ser conversaciones que nada tienen que ver con la causa, los investigadores no las han incluido en ningún informe. De la misma manera, desde el PSOE, su portavoz, Esther Peña, afirmó este lunes que los chats estaban en el juzgado deslizando que el filtrador podía haber sido el juez. Nuevamente, se trata de una explicación descabellada, ya que si la Guardia Civil no lo ha incluido en ningún documento no ha podido llegar a sede judicial.