Fundado en 1910
Pedro Sánchez y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en una reunión en la Moncloa

Pedro Sánchez y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en una reunión en la MoncloaEFE

Un pulso peligroso

Sánchez incendia la cumbre más crucial de la OTAN para apaciguar a sus socios de izquierdas

Entre desairar a Trump y a Rutte o a Sumar, Podemos, ERC, Bildu y el BNG, ha elegido lo primero. Su Gobierno está en un estado tan precario que no podía permitirse reabrir la guerra del gasto militar

La misma mañana en que Pedro Sánchez envió una carta al secretario general de la OTAN negándose a aceptar el objetivo del 5 % de inversión en defensa que los aliados debatirán en la cumbre de la próxima semana, a algo más de 3.100 kilómetros, en Estocolmo, los tres partidos integrantes del Gobierno de Suecia comparecieron juntos para oficializar un acuerdo histórico: el Ejecutivo sueco y toda la oposición, ocho formaciones políticas en total, pactaron asumir ese 5 %. «Lo hacemos para que nosotros y las generaciones futuras podamos seguir viviendo en paz y libertad», declaró su ministro de Defensa, Pal Jonson. Suecia fue en 2024 el último país en adherirse a la OTAN, el miembro número 32, pero quiere ponerse de los primeros.

La decisión del presidente español de echar un pulso a Mark Rutte y a Donald Trump y racanear con el gasto militar, justo cuando el mundo es un polvorín, sacudió este miércoles la Alianza y a los aliados a cinco días del comienzo de la trascendental cumbre de La Haya. El Gobierno de España ya llevaba semanas dejando caer que se iba a plantar en el 2 %, con el argumento de que ya bastante le había costado coronar ese pico con la oposición de Sumar y de todos sus socios parlamentarios. En concreto, 10.471 millones de euros y un quiebro al Congreso —para no arriesgarse a perder una hipotética votación— de los que sentarán precedente en el parlamentarismo.

Sin embargo, la forma de oficializarlo, con una carta está escrita en términos muy duros, es el fondo. Por no hablar de que, en la OTAN, las decisiones han de adoptarse por consenso, de manera que el plante español amenaza toda la cumbre. Aunque desde el Ejecutivo español matizan que consenso no es lo mismo que unanimidad, que en ningún caso pretenden bloquear una decisión así de trascendente y que lo único que está pidiendo Sánchez es una fórmula «más flexible»: o que llegar a ese porcentaje sea opcional o que España obtenga una dispensa.

La cuestión es que, entre desairar a Trump o desairar a sus socios de izquierdas, el presidente ha elegido lo primero. Su Gobierno está en un estado tan precario que Sánchez no podía permitirse reabrir la guerra del gasto militar con Sumar, ERC, Bildu y el BNG. Menos aún después del informe Cerdán. Y cuando Podemos ni siquiera ha dado por zanjada la del 2 % del PIB. «El rearme de Sánchez no solo recorta servicios públicos, también contribuye al genocidio a través de contratos con empresas armamentísticas israelitas que prueban sus armas contra el pueblo palestino», insistió su líder, Ione Belarra, en el Pleno de este jueves en el Congreso.

Conocida la misiva de Sánchez a Rutte, el coordinador general de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, aplaudió al presidente por ir «en la dirección correcta». Esa declaración es más significativa viniendo de IU, que es el miembro de Sumar que hace dos semanas amenazó con salirse del Gobierno si España accedía a escalar hasta el 5 %. Así que, efectivamente el presidente ha logrado aflojar la olla a presión de sus socios.

Pero solo a este respecto. Y, eso sí, a costa de garantizarse una cumbre de la OTAN de alto voltaje, puesto que su postura va en contra de la mayoritaria. Países como Alemania, Gran Bretaña, Canadá, Bélgica e Italia, aunque con distintos matices, ya han adelantado que no se opondrán a llegar a ese porcentaje, que se repartiría así: 3,5 % para gasto en defensa con las métricas actuales y un 1,5 % adicional para gasto en seguridad en un sentido más amplio, como la ciberseguridad o la vigilancia fronteriza. El horizonte sería el año 2032, aunque la italiana Giorgia Meloni y el británico Keir Starmer proponen ampliarlo a 2035.

El miércoles en el Congreso, fuentes gubernamentales se lamentaban de la «mala imagen» que está trasladando de España cierta prensa internacional, en alusión al editorial en el que The Times llamaba a Sánchez «Don Teflón». Solo 24 horas después, Sánchez hacía méritos con esa carta para estar en todas las grandes cabeceras extranjeras como el objetor de la OTAN. De su parte tiene, por ahora, a Portugal, Luxemburgo y Eslovaquia. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, amenazó ayer con salirse de la OTAN si los aliados acuerdan ese 5 %. Pero es que Fico es un prorruso que no se molesta en disimular.

comentarios
tracking