La caída de José Antonio Marco Sanjuán, el ‘tres’ de Montero al que Anticorrupción investiga por cohecho y tráfico de influencias

La Fiscalía Anticorrupción investiga por cohecho, tráfico de influencias, prevaricación, malversación de caudales públicos y actividades prohibidas a funcionarios a José Antonio Marco Sanjuán, que ha dimitido como presidente del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC), organismo dependiente de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tras los reportajes de investigación de El Debate. A continuación vamos a repasar punto por punto los motivos que han llevado a este alto cargo a abandonar el Gobierno.

Este periódico lleva varias semanas publicando que Marco Sanjuán ha cobrado de empresarios a los que archivaba pleitos fiscales desde el tribunal que ha presidido durante los últimos seis años. De todos los casos, el más relevante ha sido el testimonio de un empresario que admite que le ha pagado más de 100.000 euros en metálico que, según su versión, se los dio en sobres en la cafetería de un hotel ubicado en frente de su despacho oficial.

También que Marco Sanjuán le pedía cada vez más dinero alegando que tenía que repartir sobres entre la cúpula del ministerio de Hacienda, que el alto cargo del Gobierno contaba con una libreta en la que anotaba cuánto dinero había percibido en concepto de mordidas y que llegó a pactar la entrega de un piso como comisión ilegal en especie con un segundo empresario que también tenía causas pendientes con la Agencia Tributaria. Antes de acceder al cargo, Marco Sanjuán, que fue responsable del mismo tribunal, pero a nivel regional en Castilla y León durante una década, también llevaba a cabo estas prácticas.

Entre ellas figuran Discomtes Valladolid SL, que fue beneficiada con la anulación de una sanción de Aduanas por importe de 64.000 euros, y Refinería Olmedo SA, vinculada a la azucarera Acor, a la que dio la razón en un contencioso en el que Hacienda reclamaba 1,2 millones de euros. Mientras que el primer pago lo canalizó a través de Investment Betancunia SL, una sociedad instrumental de su propiedad, el segundo lo hizo usando como testaferros a sus socios Enrique Lahuerta Tornos y Gonzalo Perdrix Ecequiel para triangular los pagos y que, de esta manera, fuera más difícil llegar a él. El modus operandi siempre era el mismo: estimaba reclamaciones de empresarios ante el tribunal que presidía y posteriormente esas empresas le recompensaban económicamente.

A raíz de las revelaciones de este periódico, Anticorrupción ha abierto diligencias contra Marco Sanjuán por cinco delitos. Mientras que Montero sostiene que su dimisión no tiene nada que ver con este asunto, El Debate ha desvelado una grabación en la que él, a su entorno, antes de que se marchara afirmó que no se iba a ir de ninguna manera, lo que evidencia que, en realidad, fue un cese forzado. «Lo que no puedo hacer es entregarme como si fuera yo el culpable. No, no, no, lo siento mucho», afirma el ex alto cargo en el mensaje. «Lo que tengan que hacer, que lo hagan. Pero no voy a ser yo», insiste, convencido de que iba a resistir la presión. También lanzó una advertencia velada en referencia a las publicaciones de este periódico: «Un día me enteraré de quién ha pasado la información». Durante los próximos días, este periódico continuará desvelando nuevos episodios de este caso y les informará de los avances judiciales.