
Las delegaciones del PSOE y Sumar, en la reunión de este miércoles en el Congreso
Las tragaderas de Sumar
Yolanda Díaz anuncia que saldrán del Gobierno si se descubre una caja B en el PSOE y después recula
La vicepresidenta segunda contraprograma la reunión de este miércoles entre el PSOE y Sumar con una entrevista en la que se muestra indignada con la corrupción, pero hasta ahí
Más que de cordialidad, la reunión entre el PSOE y Sumar para evaluar el estado de la coalición tras el huracán Cerdán se celebró en un ambiente de colegueo. El encuentro fue solicitado por el socio minoritario, que se dice muy indignado por la corrupción socialista, pero que a su vez proclama que no abandonará el Ejecutivo ni a Pedro Sánchez.
Por la parte del PSOE acudieron al Congreso la vicepresidenta María Jesús Montero, el ministro Félix Bolaños y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas. Por la parte de Sumar se sentaron a la mesa el ministro Ernest Urtasun y representantes de las diversas confluencias: Enrique Santiago en representación de IU; Candela López, de los Comunes; Jorge Pueyo, de Chunta Aragonesista; y Javier Padilla, de Más Madrid.
El encuentro se produjo después de otro que protagonizaron Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en la Moncloa el pasado 16 de junio, cuatro días después del informe de la UCO que puso contra las cuerdas a Cerdán, a Sánchez y al PSOE. En aquella reunión, la vicepresidenta segunda pidió al presidente el fin de los aforamientos y que las empresas implicadas en tramas de corrupción no puedan recibir contratos públicos. Este miércoles, los portavoces de Sumar insistieron en ambas vías.
No obstante, fue la propia Díaz la que contraprogramó la Comisión de seguimiento del pacto del Gobierno de coalición con una entrevista en Onda Cero poco antes del arranque de la misma. En ella calificó de «muy grave, gravísimo», lo que está sucediendo en su partido socio. «La corrupción corroe la democracia, encarece los servicios públicos, deteriora el estado de ánimo de un país», lamentó. «Cuando España estaba en pandemia nos estábamos dejando la piel para hacer ERTES, salvar empresas y a trabajadores y había unos golfos al lado, que me estalla la cabeza, robando», continuó.
La vicepresidenta segunda puso la línea roja de Sumar en que aparezcan indicios de financiación ilegal en el PSOE. Pero justo después reculó. O, al menos, dudó. «Esto tiene un límite, que es su extensión al PSOE», afirmó. Pero cuando Carlos Alsina le preguntó si eso significaría su salida y la de los otros cuatro ministros de Sumar del Gobierno, respondió de forma muy confusa: «Hombre, imagínese. Pero lo que no tiene mucho sentido me va a permitir que... eh… que quien está limpio en el Gobierno, quien… yo es verdad que… que… eh… lo llevo como puedo ¿no? Pero, hombre, llevo cinco años y medio en el Gobierno, el 13 de enero cumpliré seis, me acuerdo cada día de mi toma de posesión, de lo que me hicieron hacer mi familia de coger, abrir la puerta de mi despacho y volver a salir recordando que esto es una cosa efímera», sostuvo.