Sánchez cierra con el PNV otros cuatro traspasos pero el lendakari pide más: «Le he solicitado que ponga orden»

La advertencia que la portavoz del PNV en el Congreso hizo el pasado miércoles a Pedro Sánchez, cuando le dijo que la confianza de su partido iba «camino de la UCI», ha surtido efecto.

Dicho y hecho, el Gobierno se puso manos a la obra para que la comisión bilateral de este martes entre el Gobierno central y el vasco resultara rentable para los de Aitor Esteban. Ambos ejecutivos avanzaron en siete materias y acordaron cuatro traspasos, pero el lendakari se mostró satisfecho solo a medias. Porque, a su juicio, el Gobierno de España tiene algunas «concepciones centralistas o centralizadoras».

«He solicitado al presidente Sánchez que ponga orden», añadió Imanol Pradales aludiendo a compromisos adquiridos en la anterior comisión bilateral (en noviembre) con algunos ministerios que, según él, no se han materializado. No obstante, no quiso concretar cuáles. «Necesitamos más seriedad y más altura de miras», siguió. Sin embargo, en una comparecencia posterior, el ministro de Política Territorial restó hierro a esas declaraciones. «La reunión ha sido fructífera, aunque no sin dificultades», según Ángel Víctor Torres. Se refería a que los negociadores vascos fueron exigentes.

El más importante de los traspasos es el de las prestaciones familiares -que no las de desempleo- no contributivas de la Seguridad Social (por ejemplo, pensiones de viudedad) y del subsidio especial por nacimiento. También, el Gobierno vasco asumirá las funciones que lleva a cabo el Instituto Nacional de la Seguridad Social en cuanto a la gestión de las prestaciones económicas del seguro escolar. El ministro Torres negó que ambas supongan la ruptura de la caja común de la Seguridad Social, como denuncia el PP, y afirmó tenerlo por escrito en el acuerdo. «Es una rotunda falsedad», señaló.

Además, el Ejecutivo vasco asumirá funciones de Salvamento Marítimo en las aguas interiores y territoriales de su litoral. Algo que, según el Gobierno, ya tiene Galicia, aunque no así Cataluña. También pactaron el traspaso al Ejecutivo vasco del Centro Nacional de Verificación de Maquinaria, con sede en Baracaldo.

Además, Pradales anunció que han «encauzado definitivamente» la participación del Estado, a través de la SEPI, en la operación de compra del 29,8 % de Talgo por un consorcio vasco encabezado por Sidenor, aunque faltan los detalles. Y ambos ejecutivos crearán una subcomisión de estudio para determinar cómo puede participar el Gobierno vasco en la gestión de sus aeropuertos. Al menos, del de Bilbao.

Primero se reunieron Pedro Sánchez y Pradales a solas y, después, se incorporaron las delegaciones de ambos gobiernos. Por parte del central había sentados a la mesa el ministro de Política Territorial y hasta siete secretarios de Estado. En total fueron más de tres horas de negociaciones. «No estamos en la UCI. Nunca hemos estado en la UCI», concluyeron fuentes gubernamentales al término.

Ésta es la tercera vez que el lendakari visitaba la Moncloa en lo que va de curso. Estuvo el 20 de septiembre por primera vez y también el 27 de noviembre. Según fuentes de la Moncloa, la cita de este martes estaba cerrada desde hace un mes.

El Gobierno lleva desde la semana pasada tratando de recomponer la mayoría de investidura para levantar cabeza tras el caso PSOE, mientras el que fuera secretario de Organización del partido hasta junio, Santos Cerdán, sigue en prisión provisional. El lunes cerró el acuerdo del cupo catalán con la Generalitat, una de las exigencias de ERC para la investidura de Salvador Illa. Y el viernes es probable -aunque no es seguro- que eleve al Consejo de Asuntos Generales de la UE el debate sobre la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea, un empeño de Junts.