Imagen de la sede de la constructora Servinabar en Pamplona
Anticorrupción determina que la empresa de Cerdán se creó expresamente «para lucrarse» de las obras con Acciona
Se opone a retirar las cautelares al ex directivo de Acciona imputado en el 'caso Koldo' por los presuntos amaños
La Fiscalía Anticorrupción ha determinado que Servinabar, la empresa de la que el exnúmero 2 del PSOE, Santos Cerdán, era propietario de un 45 % mediante un contrato privado y secreto, fue «creada 'ad hoc' para lucrarse» con la obra Mina Muga y «otras venideras» en Unión Temporal de Empresas (UTE) con Acciona «sin que conste ninguna contribución precisa a ellas». Entre esas otras «obras venideras» se encuentra la ampliación de los túneles de Belate (Navarra), la mayor obra pública en la Comunidad Foral en la última década y que fue adjudicada a dicha UTE a pesar de todas las deficiencias encontradas durante el proceso de adjudicación.
Por este motivo, Anticorrupción se opone a que se levanten las medidas cautelares dictaminadas al que fuera director del departamento de Navarra y La Rioja de Acciona entre 2015 y 2019, Fernando Merino, implicado en la trama Koldo. Estas medidas son la prohibición de salida del país, la retirada del pasaporte y la comparecencia cada quince días en los juzgados.
En su escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, Luzón pone el foco en «la estrecha relación» que existía entre Merino y Koldo García, ex asesor de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes, del que dice que «resultó clave» para «la consecución de los objetivos empresariales de Acciona», por ser «de la plena confianza» de Ábalos y por su «capacidad de influencia» sobre los entonces director de Carreteras, Javier Herrero, y presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera.
Anticorrupción explica que Koldo y Merino «se conocieron en 2015 en Navarra, cuando este era el director del departamento de Navarra y La Rioja de Acciona, al hilo de la obra Mina Muga o Mina de Sangüesa (...) en la que esta empresa tuvo que presentarse formando UTE con la local Servinabar para conseguir la adjudicación, tal y como reconoció el propio Merino» en su declaración judicial del 7 de julio en el Supremo, cuando dijo que era una «condición necesaria».
Esto lleva al fiscal a aseverar que «Servinabar, vinculada a Antxon Alonso y a Santos Cerdán, es una sociedad creada 'ad hoc' para lucrarse en esta obra y en otras venideras, sin que conste ninguna contribución precisa a ellas».