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Pedro Sánchez, este lunes en un acto con José Luis Rodríguez Zapatero

Pedro Sánchez, este lunes en un acto con José Luis Rodríguez ZapateroEFE

Los seis acuerdos que pactó Zapatero con ETA y que ahora Sánchez cumple al dedillo

Rosa Díez desgrana en su próximo libro el periodo en que coincidió con el expresidente del Gobierno en las filas socialistas

Muchas son las críticas que está recibiendo el Gobierno de Pedro Sánchez sobre la política que mantiene con la organización terrorista ETA y su relación con Bildu, heredero de Batasuna, el brazo político de ETA durante cuatro décadas.

El hecho de que haya sido elegido como «socio preferente» sí que es algo original de Pedro Sánchez. La dependencia de sus seis votos en el Congreso de los Diputados es algo no previsto. Pero así ha resultado de las últimas convocatorias electorales y Sánchez, con tal de mantener el poder, ha decidido por su cuenta y riesgo concederle ese título.

Pero muchas otras medidas adoptadas por Pedro Sánchez provienen de los acuerdos que alcanzó el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en las negociaciones que mantuvo con los terroristas entre los años 2005 y 2006. Así se desprende de las actas de aquellas negociaciones que desvela la exsocialista Rosa Díez en su último libro 'La sombra. Memoria histórica de Zapatero' (Plaza y Janés, 2025) que se presenta este próximo jueves.

En su libro, Rosa Díez explica que desde julio de 2005, el Gobierno y ETA mantuvieron diferentes encuentros en Oslo y Ginebra de la mano del presidente del Partido Socialista de Euskadi, Jesús Eguiguren, y del exlíder de ETA, Josu Ternera. Sin embargo, no fue hasta un año después, hasta junio de 2006 cuando Zapatero anunció el inicio de conversaciones con los terroristas.

Aquellas negociaciones se prolongaron hasta 2007 y no fueron interrumpidas ni por el atentado de la T4 del Aeropuerto de Barajas. Los acuerdos alcanzados en las mismas tampoco se dejaron de cumplir con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno.

Ni una detención

Según desvela Rosa Díez, «el Gobierno se comprometió a no detener etarras, llegando a explicar a los representantes de ETA que habían pedido a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y a la Policía Francesa que no hicieran detenciones». Lo cierto es que desde el año 2020 sólo ha habido un detenido por su pertenencia a ETA y esta detención apenas duró unos minutos. En 2020 se produjeron 6 detenciones, aunque las seis fueron por la organización de los homenajes a los etarras que salían de prisión.

Pedro Sánchez no ha detenido a ningún etarra por la comisión de atentados terroristas. Y eso que todavía quedan 379 asesinatos sin esclarecer, según las asociaciones de víctimas del terrorismo. Las últimas detenciones por atentados se produjeron en 2016, bajo el Gobierno de Mariano Rajoy y ninguna fue en España o Francia, tal y como había pactado Zapatero con ETA.

Legalización del brazo político

Según explica el libro, «les recuerda también (ETA) que el Gobierno prometió una vida 'normalizada' para Batasuna y el resto de marcas políticas de la banda terrorista». Lo cierto es que Bildu fue aprobado legalmente in extremis en el último momento hábil para presentarse a las elecciones municipales de 2011 bajo el Gobierno de Zapatero gracias al Tribunal Constitucional después de que el Supremo no lo admitiera como partido democrático.

Aquello fue con Zapatero, pero el Gobierno de Pedro Sánchez no ha hecho nada ante actos evidentes de Bildu como el que tuvo lugar este sábado en Pamplona, donde se homenajeó y se ensalzó a dos terroristas de ETA, Txiki y Otaegi, con asesinatos a sus espaldas, por el hecho de que fueran fusilados por el franquismo.

Aislamiento del PP

También señala el libro que «es llamativo ver cómo (ETA) pide al Gobierno de Zapatero que deje fuera a la derecha para abordar una segunda Transición».

Muestra del seguidismo de Sánchez de aquella propuesta de los terroristas, es que el actual Gobierno está sustentado por todo un abanico de partidos independentistas y radicales de izquierdas con quienes negocian todo antes de hablar con el Partido Popular.

De Juana Chaos

El etarra Iñaki de Juana Chaos, uno de los más sanguinarios y despiadados que acostumbraba a pedir una copa de champán cada vez que ETA asesinaba, las actas de las negociaciones constatan que «el Gobierno se compromete a darle libertad condicional. Primero, rehabilitación en Madrid manteniendo la situación de libertad en secreto».

Lo cierto es que así fue y ahora De Juana Chaos disfruta de una jubilación de lujo en el Caribe venezolano. A pesar de que sobre él se mantiene una orden de detención, lo cierto es que el Gobierno actual de Pedro Sánchez tiene perfectamente localizado a este terrorista con más de una veintena de asesinatos a sus espaldas, pero no hace nada por detenerlo, ni siquiera solicitar su detención.

Los presos

En otro de los apartados del libro, Rosa Díez refleja que las actas mencionan que «los presos de ETA que tengan delitos de sangre solo accederán a la libertad tras el desarme de ETA». Dicho y hecho.

Tal y como ha publicado El Debate en diversas ocasiones, en la actualidad y bajo el Gobierno de Pedro Sánchez, la mayor parte de los presos de ETA ya disfrutan de libertad, si no por cumplimiento de condena, porque se les concede el tercer grado y, si no es por este motivo, se les aplica el artículo 100.2 de la Ley de Régimen Penitenciario que les permite salir a la calle aún sin ese tercer grado. Incluso para los más sanguinarios como 'Gadafi' o 'Kantauri'.

«Nafarroa»

Y, finalmente, la cuestión navarra. Menciona Rosa Díez que el Gobierno de Zapatero expresó a ETA que «a Nafarroa (como la denominan los etarras en euskera) hay que seducirla, hay que ir de manera suave, no se puede hacer de otra manera».

Pues bien, ese proceso de seducción ha llevado a permitir que los herederos del brazo político de ETA dirijan en la actualidad el Gobierno de Navarra, no integrados en él, sino desde fuera. «Recuerde señora Chivite, que Bildu tiene la llave de su Gobierno», le recordó la parlamentaria Bakartxo Ruiz en la investidura de María Chivite como presidenta de Navarra en 2019.

Y así hasta que el diciembre de 2023, apenas seis meses después de las elecciones, los propios socialistas de Pedro Sánchez entregaron la alcaldía de Pamplona a Bildu a pesar de que UPN, que gobernaba en ese momento, ganó por amplia mayoría.

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