La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, pasa por delante de Pedro Sánchez
Sigue el culebrón
Junts emite señales en busca de un movimiento de Sánchez que le permita volver
El presidente recuerda a la portavoz de Junts que se necesitan mutuamente y no se muestra en absoluto preocupado
Nogueras hace un extraño alegato para justificar el bloqueo, del que responsabiliza a Sánchez
Al final de su primera intervención en el Pleno de este miércoles, Míriam Nogueras pidió a Pedro Sánchez que no se fuera del Congreso sin explicar cómo piensa gobernar «sin la mayoría que necesita», toda vez que Junts se ha bajado del tren en marcha. El presidente habló por espacio de una hora y media entre sus tres turnos de palabra y en ningún momento aclaró cuál es su plan, cómo piensa hacerlo. A pesar de que ése, el de la gobernabilidad, era uno de los asuntos del orden del día.
No se le vio preocupado a Sánchez por verse cada vez «con menos compañía en el campo en este partido», como le dijo la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido. Al contrario, el presidente recordó a Nogueras que se necesitan mutuamente, y no solo el PSOE a Junts. «A ninguno nos fascina la aritmética parlamentaria que salió de las generales (…), por supuesto que no es fácil. Nuestra obligación es dialogar, negociar, construir acuerdos. Mi grupo parlamentario necesita sus votos, es así (…), pero también su grupo parlamentario necesita nuestros votos. ¿O es que van ustedes a negociar con quienes desprecian la identidad de Cataluña y aspiran a prohibir el catalán y a acabar con su autogobierno?», señaló el presidente, muy seguro de sí mismo.
La sesión parlamentaria dejó la sensación en el ambiente de que Junts está deseando un movimiento de Sánchez, algo que llevarse a la boca y que dar a comer a su electorado independentista. Una pista de aterrizaje que permita a los de Carles Puigdemont volver a sentarse a la mesa del Gobierno mientras proclaman que han logrado torcer el brazo al Ejecutivo. ¿Cuál? He ahí la cuestión. De momento, los socialistas han desbloqueado una proposición de ley de Junts para aumentar las penas contra los delincuentes multirreincidentes, pero va a hacer falta más.
Pedro Sánchez frente a Alberto Núñez Feijóo, durante el Pleno
Aunque Nogueras llamó «cínico» e «hipócrita» al presidente como parte de su performance, en su discurso dio señales de que la situación es reversible. La portavoz de Junts recordó a Sánchez que su Gobierno sigue teniendo deberes para con los catalanes, e hizo un extraño y pormenorizado alegato para justificar los motivos de su ruptura, de la que responsabilizó enteramente a Sánchez. «Es usted el que ha bloqueado la legislatura», recriminó al presidente.
Nogueras dio una docena de incumplimientos por los que Junts ha tenido que tomar medidas drásticas en contra de su voluntad. Entre ellos citó la no publicación de las balanzas fiscales, la escasa representación catalana en organismos internacionales, el veto a la tramitación de la ley de Junts contra la ocupación y la falta de ejecución presupuestaria en los últimos años.
Los populares son conscientes de que Junts no está cerca de Sánchez, pero lo está menos aún de Alberto Núñez Feijóo. En el PP han constatado que los de Puigdemont están recibiendo muchas presiones para que no dejen caer al Gobierno de coalición, dos años después de que la legislatura echara a andar.
En su discurso, el líder de los populares se dirigió de pasada a Junts y el PNV, pero sin ningún convencimiento; y solo para advertirles de que su apoyo a Sánchez no les está saliendo gratis y que acabará metiéndolos «en la fachosfera». Feijóo renunció a citar siquiera la moción de censura entre las opciones posibles ante el callejón sin salida en el que se ha convertido la legislatura. Solo dio estas dos: «O se condena el país a dos años de parálisis y desgobierno o se convocan elecciones». Pero la única convocatoria electoral de la que quería hablar el presidente este miércoles era la de la Comunidad Valenciana. Sánchez pidió insistentemente a Feijóo que fuerce un adelanto en lugar de negociar con Vox la investidura de Juanfran Pérez Llorca como sucesor de Carlos Mazón.
En el Gobierno salieron del Pleno con buen sabor de boca. O, al menos, sin mal sabor. Porque a la contención de la portavoz de Junts -para lo que acostumbra Nogueras- se unió la actuación del resto de los socios: Sumar, ERC, Bildu, el PNV y hasta Podemos se pusieron de parte de Sánchez una vez más, como contó El Debate. El presidente incluso se permitió un desahogo personal con su socio de coalición después de que la portavoz de Sumar, Verónica Martínez Barbero, le recriminara que no esté adoptando medidas valientes para solventar la crisis de la vivienda. «Este juego de parecer que no se está en el Gobierno, pero se está en el Gobierno, no funciona muy bien. ¿Se imagina que hiciéramos lo mismo con ministros de Sumar?», le reprochó.
Este jueves, el Gobierno tiene otro día complicado en la oficina. El Congreso vota de vuelta la Ley de Movilidad Sostenible después de que el PP incorporara en ella en el Senado una enmienda para prolongar la vida útil de las centrales nucleares de Almaraz, Ascó I y Cofrentes. De nuevo, el voto de Junts es decisivo, y los independentistas no han querido adelantar su postura. Incluso cabe la remota posibilidad de que el PSOE se abstenga y deje pasar esa enmienda para no pegarse un tiro en el pie en plena precampaña en Extremadura. Si es que ve que, de todas formas, tiene la votación perdida. Cabe recordar que los socialistas extremeños se han manifestado a favor de prorrogar la vida útil de Almaraz, una vez que la han solicitado formalmente sus propietarias. Por si acaso, Sumar avisó ayer: «No vamos a permitir que nadie se desmarque, menos nuestro socio».