La presidenta de Extremadura y candidata a la reelección, María Guardiola, durante la campaña electoral
Entrevista a la presidenta extremeña
Guardiola: «¿Gobierno de coalición con Vox? Tengo las mismas líneas rojas que tenía en 2023»
La presidenta extremeña y candidata a la reelección conversa con El Debate en la recta final de la campaña. Está convencida de que los ciudadanos van a darle una «confianza mayoritaria» el domingo
María Guardiola ha tirado la moneda del adelanto electoral al aire con la voluntad de gobernar sin depender de Vox, aunque las encuestas pronostican que sí necesitará a los de Santiago Abascal. ¿Pactos? De momento, la presidenta extremeña prefiere no adelantar acontecimientos. «No podemos decir qué vamos a hacer sin haber escuchado lo que dicen los extremeños».
–En 2023 empató a escaños con el PSOE. Esta vez, según las encuestas, se acerca a la mayoría absoluta y Vox podría doblar su número de escaños de entonces. ¿Ha habido un cambio sociológico en Extremadura?, ¿se ha vuelto de derechas?
–Creo que lo que ha pasado en Extremadura es que la gente ha probado y ha experimentado que el cambio era posible. Ya no echan de menos las políticas caducas, los discursos vacíos que no iban acompañados de medidas que fomentaran el progreso de Extremadura. Han comprobado que en estos dos años y medio hemos dado la vuelta a la región. Hemos pasado de estar los últimos en cualquier ranking económico y social a empezar a encabezarlos. Tenemos la cifra más baja de paro de la historia de Extremadura y hemos sido la región que más ha bajado el paro en España. Estamos encabezando datos a nivel turístico, en Sanidad hemos bajado la lista de espera quirúrgica en un 30%, hemos contratado a 525 médicos y enfermeros más, estamos invirtiendo en mejorar los servicios públicos y, lógicamente, la mejora económica. Hemos bajado los impuestos a los extremeños, estamos mejorando la vida de la gente. Poco a poco estamos sembrando una Extremadura de progreso, moderna, de futuro, con ambición. Creo que eso lo percibe la gente y se reflejará el 21 de diciembre.
–Entonces, ¿es más una cuestión pragmática que de ideología?
–Yo entiendo que sí, que la gente ha comprobado que no viene el coco, que viene un Gobierno que gobierna para todos, para los que nos han votado y también para los que no.
–Pongámonos en que la noche electoral obtiene mayoría holgada, pero no absoluta. ¿Antes repetición que ceder a Vox? Porque es lo que vienen diciendo en privado otros presidentes regionales de su partido.
–Yo he convocado elecciones porque me he encontrado en una situación de bloqueo absoluto en la región, con unos Presupuestos paralizados por la pinza del PSOE con Vox, que han votado juntos más de 41 veces en el último año; tumbando bajadas de impuestos, reformas y medidas que mejoran la vida de los extremeños. Ante esta situación he querido dar la palabra al extremeño. Creo que lo prudente es primero abrir las urnas, escuchar lo que quiere la gente y luego tomar decisiones. Desde luego, yo estoy dispuesta a hablar con todo aquel que ponga sobre la mesa medidas que mejoren la vida de los extremeños y que hablen de Extremadura.
–Invoca usted la prudencia hasta ver el resultado. ¿En 2023 fue un error decir que no metería a Vox en su Gobierno?
–A ver, simplificando, un titular se puede malentender. Yo lo dije en el seno de negociaciones, en una mesa donde lo que Vox ponía de manifiesto eran cuestiones que nada tenían que ver con Extremadura. Yo hice unas declaraciones -que es verdad que se repitieron muchísimo- donde hablaba del feminismo, porque aquí lo que me ponían sobre la mesa era acabar con las políticas de igualdad y con la ley LGTBI; donde hablaba de la migración, porque me estaban pidiendo cuestiones en las que no tengo competencia como presidenta autonómica e incumplimiento de la ley, como echar a los menores migrantes que por ley tengo que proteger; y pedían más cuestiones que yo no podía asumir.
La presidenta de Extremadura y candidata a la reelección, María Guardiola
En lugar de ser parte de ese cambio al que se comprometieron con sus votantes, Vox han sido parte del problema
Cuando ellos quisieron ponerse de acuerdo y hablar de Extremadura supimos hacerlo, y por eso firmamos un acuerdo de gobernabilidad que contenía 60 medidas buenas para Extremadura y para los extremeños, que hemos estado cumpliendo hasta que Vox decide salir corriendo del Gobierno porque Abascal da la orden, porque le interesa electoralmente. Desde entonces nosotros nos hemos dedicado a trabajar y a gobernar en solitario, con la votación constante en contra de Vox y su alianza con el PSOE para hacer daño al PP, para hacer oposición al PP. En lugar de ser parte de ese cambio al que se comprometieron con sus votantes, con los extremeños, han sido parte del problema.
–Entiendo que usted ahora está siendo más cauta. ¿No tiene líneas rojas en ese sentido, al menos no la de un nuevo gobierno de coalición con Vox?
–Tengo las mismas líneas rojas que tenía en 2023. No voy a retroceder en derechos para las mujeres, no voy a incumplir la ley. Y desde luego no voy a admitir una quiebra de la Hacienda Pública, que es otra de las propuestas que plantean, con la eliminación de 200 millones que soporta el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para financiar servicios públicos. Las líneas rojas son las del sentido común, las del avance de Extremadura. Yo quiero hablar de mi tierra, de los problemas reales que hay en Extremadura y que tienen los extremeños. No quiero hablar de cuestiones que no tienen nada que ver con mi región.
–Adelantó las elecciones porque no podía aprobar unos Presupuestos. Pongámonos en que es investida presidenta, pero tampoco el año que viene logra sacar unos Presupuestos. Entonces, ¿para qué esto?
–Yo ese escenario ahora mismo no lo barajo. Trabajo para obtener la confianza mayoritaria de los extremeños y en ese escenario me muevo. Creo que es lo que tenía que hacer el Gobierno de Sánchez. Ante la parálisis nacional en la que nos encontramos, Extremadura le ha enseñado el camino: convoque elecciones. Es lo que tiene que hacer cualquier dirigente con un mínimo de responsabilidad y de amor hacia lo que gestiona. Yo he venido aquí a trabajar y a impulsar políticas que mejoren Extremadura, y cuando la situación y la circunstancia política lo impide, el pueblo tiene que hablar. No podemos decir qué vamos a hacer sin haber escuchado lo que dicen los extremeños. Creo que los extremeños el domingo van a hablar alto y claro. Vamos a tener la confianza mayoritaria porque son los primeros interesados en que Extremadura tenga estabilidad, se aleje del ruido, de la polarización, y nos dediquemos a demostrar que Extremadura puede mucho más.
–¿Qué responsabilidad extra siente al abrir este nuevo ciclo electoral autonómico? Después de 22 meses de escándalos de corrupción, los extremeños van a ser los primeros en votar.
–La responsabilidad que asumí cuando tuve el honor de tomar posesión como presidenta de todos los extremeños, y esa responsabilidad es la que me ha llevado a estar donde estamos ahora mismo. A Sánchez le merece la pena seguir gobernando a costa de cualquier cosa, pero cada minuto de Sánchez en el poder es un año de descrédito para España. Yo no estoy dispuesta a aferrarme al sillón a cualquier precio, no hemos venido aquí para eso. Creo que es lo que deberíamos hacer todos en política. Hemos venido a cambiar las cosas, a servir, y no hay una herramienta más democrática y más justa que darle la voz a la gente. El domingo 21 tendremos la posibilidad de comprobar qué es lo que quieren los extremeños. Ahora mismo lo que tenemos son encuestas, y la lectura que ahora de ellas es que los extremeños avalan el cambio que se ha producido desde hace dos años y medio en Extremadura.
–El Gobierno de Sánchez acaba de aprobar ya como proyecto de ley la condonación parcial de la deuda a las comunidades del régimen común. Después del trámite parlamentario se abrirá un plazo para que estas lo soliciten. ¿Reitera que Extremadura no pedirá esa quita de más de 1.700 millones?
–Sí. Rechazamos absolutamente la quita de la deuda. Es una estafa más de Sánchez, un engaño manifiesto. La deuda no desaparece. Es una deuda que asume Extremadura, que no es suya, que corresponde a una mala gestión de otra región. Es una deuda que obedece a un chantaje del separatismo a Sánchez. Extremadura no va a pasar por ahí. Nosotros defendemos la igualdad entre españoles, los principios de solidaridad y de cohesión territorial. Reivindicamos que se reforme el sistema de financiación, que es lo que tiene que hacer el Gobierno de Sánchez porque está caduco. Queremos igualdad con el resto de españoles, y asumir ese chantaje de la quita de la deuda es todo menos igualdad.
–La ministra de Hacienda se ha comprometido a presentarles un nuevo modelo de financiación autonómica en febrero.
–La ministra tiene bastante poca credibilidad, como todo el Gobierno de Sánchez. Por tanto, yo no sé eso de que lo va a presentar en febrero, habrá que ver. También rechazaba el principio de ordinalidad y ahora es la primera defensora del mismo.