Elecciones 21-D en Extremadura: los escenarios posibles tras los últimos sondeos

Este domingo, 21 de diciembre, casi 900.000 extremeños podrán ejercer su derecho al voto en unas elecciones autonómicas adelantadas por la presidenta de la Junta, María Guardiola (PP). La Jefa del Ejecutivo disolvió la Asamblea ante la imposibilidad de aprobar los Presupuestos regionales de cara 2026 por las enmiendas presentadas por el PSOE y Vox a la totalidad del proyecto.

A tan solo dos días de la cita electoral, las encuestas conceden la victoria al PP y a María Guardiola. Los populares conseguirían entre el 41 y el 44 % de los votos, lo que se traduce en una horquilla aproximada de entre 28 y 32 escaños. Por su parte el PSOE pierde un gran número de apoyos y la mayoría de encuestas le conceden entre el 27 y el 33 % de los votos, unos 19-23 diputados.

Vox por su parte se consolida como la tercera fuerza con entre el 12 y el 17 % de los votos (7-11 diputados). Unidas por Extremadura obtendría finalmente entre el 6 y el 10 % del apoyo electoral, lo que le permitiría sumar entre 4 y 7 diputados.

Posibles escenarios tras el 21D

Como puede observarse, los sondeos no auguran la mayoría absoluta para ninguna de las formaciones. El PP volvería a necesitar el apoyo de Vox para gobernar, ya fuera como parte de un Ejecutivo de coalición o con su abstención en la investidura de Guardiola.

Los populares han reiterado en un gran número de ocasiones que su objetivo es gobernar en solitario y piden a los votantes que tengan en mete el «voto útil» y la estabilidad que podría otorgar a Extremadura una mayoría absoluta.

Sin embargo, las proyecciones actuales apuntan a que ese escenario resulta poco probable, lo que vuelve a situar a Vox como actor clave en la gobernabilidad de la región. Desde la formación liderada en Extremadura por Óscar Fernández Calle han insistido durante la campaña en que no regalarán sus votos y condicionarán cualquier acuerdo a un programa de medidas concretas.

Por su parte, el PSOE, con Miguel Ángel Gallardo como candidato, aspira a frenar la caída que reflejan los sondeos y confía en una movilización de última hora de su electorado. No obstante, incluso en el mejor de los escenarios para los socialistas, los números actuales hacen muy difícil articular una mayoría alternativa. La suma con Unidas por Extremadura no alcanzaría los escaños necesarios para una investidura.

Unidas por Extremadura, que podría mantener o incluso mejorar ligeramente su representación, se presenta como una fuerza decisiva únicamente en el bloque de la izquierda, aunque su capacidad de influencia quedaría limitada por la aritmética parlamentaria. La formación ha centrado su campaña en reivindicar políticas sociales y de refuerzo de los servicios públicos, así como en criticar tanto al PP como al PSOE por su gestión en etapas anteriores.

De confirmarse los resultados que anticipan las encuestas, Extremadura se encaminaría hacia un escenario político muy similar al de la pasada legislatura, marcado por la fragmentación parlamentaria y la necesidad de acuerdos para garantizar la estabilidad institucional.