La icónica calle Larios es considerada el centro neurálgico de la Navidad malagueña
Málaga
El alumbrado navideño enciende la economía de Málaga en un diciembre de récord turístico
La magia de las luces en calles como Larios marca el pistoletazo de salida para unas fiestas que consolidan un año histórico para el sector hostelero y comercial
Las calles de Málaga ya brillan con el espíritu de la Navidad. El encendido del alumbrado, especialmente en el emblemático eje de la calle Larios, ha creado el ambiente mágico que anticipa un mes vibrante. Este diciembre no es cualquiera; pondrá el broche de oro a un ejercicio turístico sin precedentes para la provincia. La facturación y el gasto medio por visitante vuelven a crecer, confirmando una tendencia imparable.
La conexión entre luces y actividad económica es directa. Javier Frutos, presidente de Mahos y destacado portavoz nacional de hostelería, lo explica así: el alumbrado «anima a que la gente salga a la calle». Es ese empujón que transforma el paseo en una consumición, en una terraza o en una cena en grupo. La ciudad se convierte en un hervidero de actividad, atrayendo también a visitantes de otras provincias.
Motor económico de invierno
En este contexto, la hostelería local se frota las manos. «Incluso en invierno Málaga tiene un clima envidiable, es normal que se incrementen las reservas», argumenta Frutos. No solo llegan grupos de empresas, sino también comitivas de amigos que eligen la Costa del Sol para sus celebraciones. El buen clima es un aliado perfecto.
Pero el fenómeno va más allá. Una tendencia que fortalece al sector es el adelanto de las comidas navideñas. Cada vez más, estas reuniones se programan desde la última semana de noviembre, sincronizándose con el encendido oficial de las luces. Esto alarga el período de alta actividad y distribuye mejor el negocio, un detalle no menor para bares y restaurantes.
El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, recién superados los 25 millones de viajeros, es el termómetro de este éxito. Aunque ciertas semanas registran menos visitantes nacionales, la afluencia internacional no deja de crecer. Muchos eligen ahora la provincia para vivir aquí la Navidad o la Nochevieja, inyectando un capital muy valioso.
Desde la Asociación Centro Histórico de Málaga-CCA las perspectivas son igualmente optimistas. El 'Black Friday' ha servido como un excelente barómetro, indicando que el cierre de año será fuerte tanto en comercio como en turismo. El balance global, pese a los retos, apunta a ser inédito.
Quedan, eso sí, asignaturas pendientes. Los portavoces del sector, en medio del optimismo, recuerdan los desafíos en movilidad. Es la otra cara de un crecimiento tan intenso, que requiere de soluciones para garantizar que la ciudad siga siendo acogedora para todos: malagueños y turistas. Málaga vive, sin duda, una Navidad dorada.