Mañueco no se fía del potencial de Martínez y descarta comprometerse a dejar que gobierne la lista más votada

El Pleno de las Cortes de Castilla y León vivió este martes una sesión de control al Gobierno autonómico con un claro aroma de precampaña. PP y Vox tratándose de diferenciar en materia migratoria, el PSOE acusando al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco de ser «un peligro» y éste replicando, en clave nacional, que si los socialistas llegan al poder se generaría un «caos» como los protagonizados por dos ministros de la tierra, Óscar Puente por su gestión ferroviaria y Ana Redondo por la polémica de las pulseras antimaltrato. Y, entre líneas, una pregunta del único procurador de Podemos en las Cortes, Pablo Fernández, que tenía mucha más miga de lo que pareciera a priori.

«¿Se compromete el presidente de la Junta de Castilla y León, dando su palabra, a que en las próximas elecciones gobernará la lista más votada?». La respuesta del líder del Ejecutivo regional: «Gobernará quien decida el pueblo de Castilla y León». «Lo que sí le puedo decir es que yo me comprometo a que voy a hacer todo lo posible por seguir manteniendo esa gestión eficaz para merecer la confianza de mi pueblo», apuntalaba. «Hace un tiempo se las prometía muy felices», replicaba el dirigente 'morado' quien apuntaba a la «ensoñación» de la mayoría absoluta o de un Gobierno en solitario con unas encuestas de cara. «No les va a ir bien», auguraba, aunque a quien muy probablemente le vaya fatal es a su partido, a tenor de los últimos sondeos.

Otra cosa es qué pueda pasar con el renovado Partido Socialista post Tudanca encabezado por su secretario general en la comunidad, Carlos Martínez, quien será el candidato de los del puño y la rosa a la Junta una vez se active el reloj electoral, a partir del próximo 15 de marzo, fecha límite para llamar a los ciudadanos a los colegios electorales. Todo indica que, tras la respuesta de Mañueco a una pregunta cerrada como la del también secretario de Organización de Podemos, lo que trasciende es que no se fía del potencial que tiene Martínez ante el electorado. El que es alcalde de Soria tiene algunos factores en contra y otros a favor.

Pros y contras

Entre los primeros, que no es un perfil demasiado conocido por los castellanos y leoneses y que, pese a llevar una mayoría de edad ostentando la vara de mando en la capital soriana, una de las últimas encuestas tiñe de azul el mapa de la provincia en la circunscripción soriana. A favor: precisamente el que también tiene en contra. El hecho de ser la nueva cara socialista en la comunidad puede ser un ilusionante revulsivo tras una década en la que Luis Tudanca solo consiguió quedarse a las puertas. También a favor: los dos últimos sondeos estiman una mejoría electoral para el PSCyL respecto a los comicios de 2022 y una de ellas muy reseñable y con los 'populares' a la baja. Y fue realizada antes de la temporada de incendios.

Hace tres años, el PP de Mañueco obtuvo 31 escaños y 382.157 votos (el 31,4 % del total), mientras que los socialistas de Tudanca se quedaron muy cerca de los 'populares', con 28 asientos en las Cortes y 365.434 papeletas (el 30,02 % del total). Un sondeo electoral del siempre cuestionado CIS publicado en julio, pero con entrevistas realizadas en marzo –ya con Martínez al frente de la federación socialista desde el 22 de febrero–, avanzaba un claro vuelco: le daba a los socialistas una amplia victoria, con el 34 % de los votos, mientras el PP se hundía hasta el 27,4 %.

La última encuesta, realizada por Sigma Dos entre el 27 de mayo y el 7 de junio, apuntaba a que el PP se disparaba hasta el 36,7 % de los sufragios, lo que le daría entre 35 y 38 procuradores, y el PSOE, escaldado por los numerosos frentes abiertos a nivel nacional en materia de corrupción, aun así se mantenía, con el 30,1 % de los votos, que le aseguraban entre 27 y 30 asientos en la Cámara autonómica. Unas cifras, en todos los casos, que no invitan a los 'populares' a la relajación.