Carles Borja, Arnau Borràs y Guillem Bargalló, durante el programa

Carles Borja, Arnau Borràs y Guillem Bargalló, durante el programaLa Catalunya Woke / YouTube

Cataluña

El 'top 3' de la «Cataluña woke»: de defender carteristas a combatir la «violencia patriarcal» en Guatemala

Un repaso a lo más destacado del curso en el 'wokismo catalán'

El podcast La Catalunya Woke se ha convertido en dos años en un referente para muchos catalanes hartos del relato oficialista que comparte el espectro político que va del PSC a la CUP. El programa depende del digital E-Notícies y está conducido por Arnau Borràs, Guillem Bargalló y Carles Borja, que analizan semanalmente «la decadencia de nuestra estimada y odiada Cataluña», según el tagline con el que arrancan cada episodio.

Políticamente, el podcast presenta posturas afines a Aliança Catalana, pero también a Vox e incluso al PP: el presidente de los populares catalanes, Alejandro Fernández, estuvo como invitado en la season finale del año pasado. Hace unos días publicaban el último capítulo de la segunda temporada, en el que hacían balance de las historias más destacadas del curso en materia de «wokismo catalán».

La lista incluye la compra de la Casa Orsola por 9 millones por parte del Ayuntamiento de Barcelona, los cambios de sexo en el cuerpo de Bomberos o las declaraciones de una teniente de alcalde de Junts en Vic que defendía a los multirreincidentes justificando que «sus dificultades de la vida hace que no sean conscientes de cómo actúan en ciertos momentos».

De todas ellas, no obstante, destaca el top 3, un ránking en el que la medalla de bronce va para las subvenciones millonarias de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo. Según denunció Vox, esta agencia dependiente de la Generalitat habrá gastado entre 2024 y 2025 más de 24,3 millones de euros a unos 70 proyectos con títulos como «Cuerpos, sexualidades y territorios libres de violencias patriarcales en Guatemala».

Sin salir de Guatemala, otro proyecto financiaba con 300.000 euros la «protección autocura e incidencia para defensoras y defensores del movimiento de comunidades para el agua Q’ana Ch’och ante la expansión del agronegocio de la palma aceitera». «Sí, el gobierno de Salvador Illa ha dicho que lo seguirá haciendo», ironizaba Bargalló. «Es un escándalo», añadía Bargalló.

Plata y oro

La medalla de plata de La Catalunya Woke iba para Fer Ribas, escritor trans que ha contado con una gran exposición mediática a raíz de su novela Yo era un chico. En una entrevista, critica «el infierno que supone el infierno para el sector masculino» porque «los hombres se duchan de cara a la ducha y las mujeres de espaldas», muestra de la «masculinidad frágil» por no «mostrar los genitales de una forma sana».

Por último, el primer puesto del ránking, «el mejor momento de la temporada» se reserva para un vídeo reciente grabado en el transporte público catalán por una patrulla de cazadores de carteristas en el que una señora se encara con uno de ellos pidiendo «dejar en paz» a una señora que acaba de intentar robar a un pasajero.

«Pero si es carterista», le dicen. «¡Me da igual!», grita, y añade «a mí lo que me importa es que me toquen, eso es más importante que que me roben cualquier cosa». «Podríamos acabar aquí el programa, realmente es sublime», concluye Borràs, para quien el vídeo «define a la perfección nuestra querida y odiada Cataluña woke».

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