
Detalle de la portada de la guía publicada por Salud
Cataluña
Cataluña obliga a los centros de salud a nombrar un ‘policía del catalán’ para blindar su uso
Una nueva guía del Departamento de Salud obliga a los centros a designar a un profesional como «referente lingüístico»
El Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña publicó hace unas semanas una nueva Guía para la elaboración del Plan de gestión lingüística de las entidades del SISCAT, el sistema sanitario público autonómico. En este documento se recuerda el «deber» de «garantizar los derechos lingüísticos de los usuarios» y se pone énfasis en «el compromiso del Departamento de Salud con la normalización de la lengua catalana».
El documento tiene 32 páginas, está fechado en abril de 2025 y se basa en la Instrucción 02/2024, promulgada por el gobierno de Pere Aragonès con el objetivo de blindar el catalán en la sanidad.
La principal novedad que incorpora el documento es la orden de que «se establezcan compromisos y medidas de seguimiento y evaluación» de la cláusula lingüística que debe figurar «en todos los conciertos, convenios o encargos de gestión» que suscriba el CatSalut con sus proveedores de actividad asistencial.
Hasta ahora, recuerda el texto, «no se había determinado ningún sistema que permitiese hacer el seguimiento. La cláusula a la que hace referencia, y que deben tener todos los contratos de este tipo, estipula que “la entidad debe utilizar el catalán en sus relaciones con la Administración de la Generalitat» y que ha de «emplear, al menos, el catalán en los rótulos, publicaciones, avisos y demás comunicaciones de carácter general».
La portada de la guía, a la que ha tenido acceso El Debate
La entidad también debe usar como mínimo el catalán «en las actuaciones y la documentación internas, en la rotulación, en las comunicaciones por megafonía, en las instrucciones de uso y, normalmente, en el etiquetado y en el embalaje de los productos o servicios que produzca u ofrezca». También se debe utilizar el catalán «en las comunicaciones dirigidas a residentes en el ámbito lingüístico catalán», incluyendo facturas.
«Referente lingüístico»
Cada entidad proveedora del SISCAT debe tener un «plan de gestión lingüística», con «medidas de seguimiento y evaluación». También se establece que los resultados de este seguimiento deberán presentarse al Departamento de Salud durante el primer trimestre de cada año.
Para coordinar este plan, según establece la instrucción a la que hace referencia la guía, cada centro debe designar a un trabajador como «referente lingüístico», una suerte de ‘policía del catalán’ que se encargue de que se cumplan los objetivos y gestione su seguimiento. «Es importante que [el referente lingüístico] cuente con el apoyo de la dirección», señalan.
La guía está escrita con un lenguaje nebuloso que habla de respetar «la diversidad lingüística y cultural», pero en el que asoma la sombra de las sanciones, ya que llama a «tener en cuenta el marco legislativo y normativo, según el cual el catalán es la lengua de uso normal en el sistema de salud público de Cataluña».
Cabe recordar que en una entrevista reciente el consejero de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, confirmó que prevé aplicar multas a los profesionales que no utilicen el catalán en sectores como la sanidad o la educación. Lo hizo hablando de los casos en los que un profesional sanitario que no habla catalán no traspasa un caso a otro profesional que sí lo hable: «Esto no siempre pasa como tocaría, y es aquí donde se puede trabajar en el ámbito de las sanciones», dijo.