La Comisionada del Uso Social del Catalán, Marta Salicrú, en una imagen de archivo

La Comisionada del Uso Social del Catalán, Marta Salicrú, en una imagen de archivoPrimavera Sound

Barcelona

Barcelona acelera sus políticas de imposición del catalán: «Hemos de darnos prisa»

La Comisionada del Uso Social del Catalán dibuja su plan para los próximos dos años de mandato

El Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por el socialista Jaume Collboni, pretende pisar el acelerador en lo referente a las políticas de promoción del catalán y protección contra las «discriminaciones lingüísticas». Este es el eufemismo usado habitualmente por los sectores nacionalistas para hablar, por ejemplo, de los comercios que atienden en español.

Así lo constataba este lunes en una entrevista en el programa Més 3/24 la periodista Marta Salicrú, que en julio fue nombrada Comisionada de Uso Social del Catalán por Collboni. En un momento de la charla, la presentadora, Marina Romero, trajo a colación el dato de que solamente el 36% de barceloneses tiene el catalán como lengua habitual, y que la única franja de edad donde supera al español es la de los mayores de 64 años.

«Es como si el catalán estuviera muerto en la ciudad», lamenta Romero, a lo que Salicrú responde hablando de las políticas a implementar por el gobierno municipal «en estos dos años que nos quedan». «Nos queda medio mandato, nos hemos de dar prisa, no podemos perder el tren en la cuestión del catalán», asegura Salicrú, que fue contratada como una cesión de Collboni a sus aliados de ERC.

La comisionada pide «poner el foco» en las nuevas generaciones, en ámbitos como la creación de contenidos digitales, pero también avanza proyectos para fomentar el uso social del catalán en el ocio infantil, en las actividades extraescolares y deportivas. A juicio de Salicrú, muchos jóvenes ven el catalán como una lengua asociada «a la escolarización, la institución y la autoridad», pero no como una lengua para sus momentos libres.

'Expats' y buzón lingüístico

Además, Salicrú también reflexiona sobre la necesidad de fomentar políticas para atraer a los expats, nombre con el que se conoce a los extranjeros residentes en Barcelona con alto poder adquisitivo y habitualmente procedentes de países ricos. Para la comisionada, la solución es no generarles «antipatía» con las políticas lingüísticas, ya que «son personas inteligentes y hemos de poder invitarlas a amar nuestra lengua».

Más allá de las palabras bonitas, Salicrú ha concluido llegando al punto donde suelen converger todas las conversaciones sobre «discriminación lingüística»: las sanciones y las denuncias. La periodista ha anunciado la creación de una Oficina del Catalán virtual, que incluirá –como ya se había anunciado– un buzón para delatar a los comercios que usen el español, en la línea de otras ciudades como Sant Cugat del Vallès.

Además, también se creará un Consejo de la Lengua, integrado por entidades y especialistas para revertir la tendencia a la baja en el uso del catalán. «Es el germen de una herramienta que será el brazo ejecutivo del Comisionado», ha dicho.

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