Mesa redonda en las jornadas en Poblet sobre el Tercio de Barcelona

Mesa redonda en las jornadas en Poblet sobre el Tercio de BarcelonaG. Altarriba

Defensa

El Ejército y el CSIC rescatan el legado del Tercio de Barcelona y conectan la ciudad con su historia militar

El coronel Valdés ve en los cuatro siglos de historia de su regimiento un modo de fomentar el «espíritu de cuerpo» en sus reclutas

«Este libro reivindica y rescata la memoria (...) [de] personas valientes que han llevado su ciudad, aquella en la que habían nacido y vivido, por diversos rincones de Europa, África y América, dejándose en ocasiones la vida en el empeño».

Así describe el alcalde de la capital catalana, Jaume Collboni, a los integrantes del Tercio de Barcelona, una unidad militar creada en 1597 y que supone el antecedente directo del actual Regimiento de Infantería Barcelona 63, con base en el Cuartel del Bruc.

Collboni escribía estas frases en el prólogo al libro Del Tercio del Consell de Cent al Regimiento de Infantería Barcelona Nº 63, que se presenta estos días en unas jornadas organizadas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el monasterio de Santa María de Poblet (Tarragona). Es un evento del máximo nivel académico que cuenta con la presencia de investigadores de centros como la Universidad de Barcelona (UB), la Abat Oliba CEU (UAO) o la Pompeu Fabra (UPF).

Barcelona –señalan los organizadores– representa «uno de los casos más prolongados en el tiempo en los que, ya desde época moderna, se levantó y sostuvo una unidad militar por iniciativa de toda la ciudad». Las jornadas buscan explorar los 428 años de historia de esta unidad, así como conectar la historia militar de la Ciudad Condal con el presente, conectando el funcionamiento del Tercio de Barcelona –que luchaba junto a otras unidades españolas y del resto del continente– con la necesidad hoy en día de articular una «identidad europea de defensa».

«Espíritu de cuerpo»

En esta línea, uno de los temas principales que ha centrado las ponencias de este jueves ha sido una reflexión sobre cómo la historia puede servir para generar «espíritu de cuerpo» en las unidades militares del presente. Sin ir más lejos, el coronel jefe del regimiento de Barcelona, Pedro Valdés, ha señalado en una mesa redonda la necesidad de fomentar la «identidad» de los nuevos reclutas.

«La interiorización de la historia no es mero legado, porque se produce siempre en biografías reales», reflexionaba, y añadía: «Mis soldados vienen de trabajar de repartidores, o de acabar la carrera de Derecho, y prácticamente el 100% de los nuevos reclutas ha nacido en el área metropolitana de Barcelona; hay que darles una identidad, y para ello me fijo en la historia militar de la ciudad».

Detalle de la portada del libro 'Del Tercio del Consell de Cent al Regimiento de Infantería Barcelona Nº 63'

Detalle de la portada del libro 'Del Tercio del Consell de Cent al Regimiento de Infantería Barcelona Nº 63'

En torno a este tema han intervenido varios expertos, en una mesa multidisciplinar en la que, por ejemplo, el general de brigada Enrique Gomáriz ha defendido la necesidad de respetar el «componente moral» del Ejército, y ha puesto a la Legión como ejemplo de una unidad que tiene un fuerte espíritu de cuerpo desde su fundación, con elementos como el célebre Credo Legionario o la consideración de sus miembros como «caballeros legionarios».

Por su parte, el coronel jefe de comunicación de la Inspección General del Ejército, Alejandro Rubiella, ha asegurado que el espíritu de cuerpo «contribuye a que una unidad trabaje más cohesionada y con más potencia de combate». También ha lamentado que con el paso de los años haya unidades con una fecunda historia que se pierdan y otras nuevas que partan de cero, lo que a su juicio no fomenta este espíritu.

Transferir los historiales

«Creo que el Ejército debería potenciar la adaptación de los historiales, que pasen de una unidad a otra cuando la primera desaparezca, porque si queda en un museo o en el archivo, se acaba perdiendo», ha dicho, poniendo ejemplos como el primer regimiento de artillería de montaña, las unidades carlistas o la División Azul, cuyos galones y distinciones se han perdido y no los ha asumido ninguna otra unidad, pero que a juicio del coronel Rubiella también forman parte de la historia del Ejército.

Ha sido una visión algo discutida por otro de los ponentes en la mesa redonda, el profesor de la UB Àngel Casals, que ha recordado que, hablando en términos estrictos, el Ejército español actual nace en el siglo XIX, y por tanto «ninguna unidad actual puede considerarse heredera del Cid Campeador». Sin embargo, Casals ha concedido que, fuera del purismo de los historiadores, «a nivel simbólico es perfectamente lícito recoger elementos del pasado con los cuales uno se sienta identificado espiritualmente para crear identidad».

En la mesa también han participado Juanma Jaime Ortega, director técnico del delegado del Gobierno en Cataluña, y el periodista y corresponsal diplomático de La Vanguardia, Xavier Mas de Xaxàs, que ha comparado el «espíritu de cuerpo» de los soldados ucranianos que luchan contra la invasión rusa con el de la «militarizada» sociedad israelí, donde a su juicio hay «desasosiego» y «muchísimas dudas» entre los soldados.

La inminente profesora de la UPF Almudena Blasco, especialista en historia militar medieval, ha defendido que la historia puede tener «la capacidad de explicar las encrucijadas del presente». Y los ponentes también han coincidido en que el espíritu de cuerpo no puede eclipsar el espíritu general del Ejército y las Fuerzas Armadas.

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