Imagen de archivo de Carlos Mazón y Pedro Sánchez
Las nuevas cesiones de Sánchez al independentismo catalán esquilman todavía más a los valencianos
Las nuevas cesiones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a los independentistas catalanes de Carles Puigdemont y a ERC esquilman todavía más a los habitantes de la Comunidad Valenciana y aumentan la lista de agravios en materias tan dispares como la financiación, las infraestructuras, la vivienda o el agua.
La dependencia de Pedro Sánchez del independentismo catalán para mantenerse en La Moncloa deja un historial de cesiones en los dos últimos años por parte del secretario general del PSOE que han escrito su penúltimo capítulo con la negociación bilateral con Cataluña para una financiación singular, que coincide con su negativa a aportar un Fondo de Liquidez Autonómica extraordinario a la Generalitat Valenciana, que ha obligado al Gobierno presidido por Carlos Mazón a pedir un préstamo a las entidades bancarias por un importe de 1.800 millones de euros.
La sucesión de agravios respecto al resto de españoles, y especialmente hacia la Comunidad Valenciana, se puede intensificar en este nuevo contexto de debilidad del presidente del Gobierno y líder de los socialistas, acechado por los casos de presunta corrupción que afectan tanto a su partido como al Ejecutivo, así como a su entorno más cercano.
Pese a ello, la ministra de Ciencia, secretaria general del PSPV-PSOE y candidata a la Presidencia de la Generalitat Valenciana, Diana Morant, ha evitado cualquier crítica a su mentor.
Cataluña y la Comunidad Valenciana, las dos autonomías más endeudadas de España, comparten, además, un perfil productivo y geoestratégico muy similar, especialmente en sectores como el comercio exterior (con puertos y corredores logísticos competidores directos), el turismo internacional, el sector agroalimentario y la industria auxiliar.
Mientras que Sánchez otorga un trato preferente a Cataluña y margina a los valencianos, ambas regiones mantienen vínculos en aspectos como la automoción y sus empresas auxiliares; la industria textil y de confección; el sector del mueble y del hábitat.
En este contexto, las decisiones que privilegian a Cataluña en inversión o infraestructuras estratégicas impactan particularmente en la economía valenciana, que compite en los mismos sectores y mercados que la catalana.
Estos son sólo algunos ejemplos de los agravios que ha cometido el Gobierno de Sánchez en contra de los intereses de los valencianos frente a una política inversora cada vez más generosa y expansiva en Cataluña, una autonomía en la que cuenta con dos de sus socios parlamentarios, la formación de Puigdemont y ERC, que le permiten seguir al frente del Ejecutivo.
Inversiones estratégicas
La Comunidad Valenciana lleva años esperando inversiones pendientes en infraestructuras claves como el Corredor Mediterráneo, que no avanza a la velocidad adecuada, según ha denunciado en reiteradas ocasiones la Asociación Valenciana de Empresarios; así como en la red de Cercanías; en la conexión del puerto de Valencia; en la ampliación de los aeropuertos de Manises y de Alicante-Elche o en mejoras de movilidad metropolitana.
Mientras tanto, los proyectos en Cataluña avanzan con prioridad. Solo en la red de Cercanías, Cataluña se llevó la mitad de toda la inversión estatal en 2024: 1.162 milllones de euros inversión total, de los cuales 607 (el 52 %) fueron exclusivamente para Cataluña y 153 para la Comunidad Valenciana.
En el caso del aeropuerto de El Prat, el Gobierno ha comprometido 3.000 millones de euros, mientras desde la Generalitat Valenciana se denuncia que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se «ignoran sistemáticamente las legítimas y urgentes demandas de inversión en los aeropuertos de Manises y Alicante-Elche».
Incluso, apuntan las mismas fuentes, «tras la riada del 29 de octubre el Gobierno aprobó subvenciones por valor de 200 millones de euros para el sistema ferroviario de Cataluña mientras tiene pendiente reconstruir la red valenciana y no ha destinado un solo euro a ayudas directas a la Generalitat para la reconstrucción».
Otro ejemplo que desde la Comunidad Valenciana se calificia de «sangrante» es que el Gobierno dedica dos millones para la retirada de purines de las granjas catalanas mientras no otorga ni un euro de ayudas para el plan de residuos y lodos de la dana de Valencia.
Servicios sociales
Respecto a la cesión de competencias de fronteras a Cataluña, la Comunidad Valenciana «no puede asumir ni aceptar decisiones que Cataluña pudiera ejercer gracias a su competencia legislativa en materia de inmigración». Básicamente, razonan las fuentes consultadas por El Debate, «porque nos encontramos con que, a pesar de haber aumentado un 66% las plazas de proyecto migratorio en el último año, estamos al 160% de nuestra capacidad».
En relación a la distribución de menores no acompañados desde Canarias (sin criterios claros y en base a un Real Decreto Ley recurrido ante el Tribunal Constitucional), las cifras revelan que el Ejecutivo pretende derivas a 571 menores (la tercera autonomía con mayor volumen), mientras que no contempla enviar ninguno a Cataluña.
En cuanto a la financiación de la Ley de la Dependencia, en el caso catalán el porcentaje llega al veinticuatro por ciento frente al veinte por ciento en el caso de la Comunidad Valenciana, donde el Gobierno de Carlos Mazón ha realizado la mayor inversión de la historia con un total de 1.394 millones de euros.
De acuerdo con la normativa, el Ejecutivo socialista debería pagar el cincuenta por ciento, que sí a a abonar al País Vasco en virtud de un nuevo modelo de financiación especial. En la Comunidad Valenciana, el Ejecutivo central acumula deuda de 3.400 millones de euros por este concepto.
Vivienda e innovación
Respecto a una las cuestiones que más preocupan a la población, especialmente la más joven, el Gobierno ha acordado por la vía del Real Decreto una concesión directa de veinticinco millones de euros para la construcción pisos asequible en Barcelona y su área metropolitana, frente a los cero euros para los municipios afectados por la dana que arrasó la provincia de Valencia.
El Gobierno de España se ha comprometido con la Generalitat de Cataluña a financiar con 60 millones de euros la creación del hub audiovisual Catalunya Media City, un complejo que empezará a construirse en 2026 y que competirá directamente con los estudios alicantinos de Ciudad de la Luz, a quien el Ejecutivo de Pedro Sánchez «niega apoyo inversor pese a su potencial y a ser ya un referente en la industria cinematográfica internacional».
Respecto al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) del Chip, el pasado mes de mayo trascendió que las empresas catalanas habían logrado 27,65 millones de euros de los 53,2 los fondos de la convocatoria, que financia proyectos de semiconductores, según los cálculos realizados por Acció, la agencia por la competitividad del departamento de Empresa i Treball. Esta cifra supone el 52% de las subvenciones que asigna el Ministerio de Industria y Turismo por la industria de la microelectrónica en España. La Comunidad Valenciana se quedó con una asignación de 4,54 millones.
Sanidad
La deuda del Gobierno con la Comunidad Valenciana por la atención sanitaria a desplazados sigue vigente. En ese sentido, el Consejo de Ministros aprobó el 18 de junio la distribución de 57 millones de euros entre las comunidades que se destinarán a implementar dos planes complementarios: el referido a la salud mental y el primer plan estatal contra el suicidio. Cataluña recibe 6,6 y tres millones respectivamente, frente a los 4,4 y dos millones que se le asignan a la Comunidad Valenciana.
Además, el Gobierno ha distribuido 172 millones que se destinarán a financiar el Marco Estratégico de Atención Primaria, la hoja de ruta destinada a fortalecer el primer nivel asistencial. De esa cantidad, Cataluña recibe 29 millones, frente a los diecinueve para los valencianos.
Empleo
La Comunidad Valenciana es la segunda por la cola en inversión del Gobierno por persona desempleada. Así, mientras la región percibe 243 millones para políticas activas de empleo, Cataluña recibe casi el doble, hasta un total de 414 millones de euros.
El incremento de inversión durante los últimos diez años ha sido totalmente desigual entre las dos autonomías. Cataluña ha visto incrementados los fondos en 207 millones de euros, cerca del doble de la Comunidad Valenciana, con 109 millones. En síntesis, Cataluña cuenta con 1.315 euros por desempleado frente a los 830 euros de la Comunidad Valenciana.
Cultura
En material cultural, el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales reparte este ejercicio para el fomento de la cinematografía y el audiovisual en lenguas cooficiales distintas al castellano un total de 13,9 millones de euros. De ellos reparte 10,9 millones de euros para Cataluña y 900.000 para la Comunidad Valenciana.
Mientras, el Ministerio de Cultura, dirigido por Ernest Urtasun, adquiere la Casa Gomis en El Prat de Llobregat (Barcelona) por 7,2 millones de euros. Sin embargo, no contesta a la solicitud de la Conselleria de Educación de la Generalitat Valenciana de destinar quince millones de euros para un bono cultural para los afectados por la riada.
En cuanto a las subvenciones del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, en 2023 el Gran Teatre del Liceu de Barcelona obtuvo más de once milllones euros mientras que el Palau de les Arts de Valenciana apenas percibió una ayuda de 2,5 milllones.
De las ayudas a la dana a la sequía
Según las fuentes consultadas por este diario, el Gobierno de Sánchez utiliza ahora los fondos de la dana para compensar la sequía que, hace solo un año, negó en la Comunidad Valenciana y reparte entre otras autonomías.
El Gobierno ha publicado una orden de ayudas destinada al sector agrario para paliar los efectos de la dana. Pero- denuncian- «hay letra pequeña y la activación de los fondos de reserva de crisis para dana ha sido utilizada de manera unilateral y sin consulta previa para repartir también entre varias provincias afectadas por la sequía».