Miguel Polo tiene la palabra
El socialista tiene mucho que explicar y en el Juzgado no podrá ocultarse como hasta ahora ha ocurrido
El próximo 19 de septiembre la juez del Juzgado de Catarroja que investiga lo ocurrido el pasado 29 de octubre, ha citado como testigo al presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar Miguel Polo. A las 9.30 de la mañana el silencioso militante socialista tiene que comparecer ante el juzgado con la obligación de decir la verdad.
El artículo 417 de la Ley de Enjuiciamiento criminal obliga al testigo a comparecer y el artículo 458 del Código Penal le obliga a decir la verdad ya que puede ser imputado por delito de falso testimonio, delito que puede acarrear penas de uno a tres años de prisión. Además de declarar la verdad el testigo debe informar sobre todos los hechos que sean relevantes para el caso ya que ocultar información esencial puede ser considerado, además, un delito de obstrucción a la Justicia.
El socialista Miguel Polo tiene mucho que explicar y en el Juzgado no podrá ocultarse como hasta ahora ha ocurrido, ya que su jefa Pilar Bernabé y su partido han intentado hasta el momento blindarlo para evitar que por algún desliz desbaratara el relato oficial marcado desde la Delegación del Gobierno. El día 19 estará frente a la Justicia y, repito, con obligación de decir la verdad.
Por de pronto irá a declarar, imagino, con todas las medidas de seguridad, cosa que no ocurrió cuando fueron a declarar los investigados Salomé Prada y Emilio Argüeso, así como el testigo Vicent Mompó. Es una vergüenza como la delegada Pilar Bernabé garantizó con férreas medidas policiales su propia declaración ante el Juzgado y permitió que los antes citados fueran a declarar bajo presión de manifestantes, en un caso de miembros de asociaciones que ejercen la acusación y en el caso de Mompó de bomberos que estaban de huelga, para intentar perturbarles en su comparecencia, lo cual ya indica la catadura moral de la política socialista.
Miguel Polo tiene que aclarar porqué no fue presencialmente al CECOPI, también durante cuanto tiempo estuvo la mañana del 29 de octubre en un curso en la Universidad Politécnica de Valencia, si tenía o no tenía información de lo que estaba ocurriendo en el barranco del Poyo y el resto de barrancos que desembocan en la Albufera o si solo se preocupaba de la presa de Forata y del río Magro en su confluencia con el río Júcar.
También porque retiró a la policía del agua en la tarde del 29 ce octubre, cuantas personas y el nivel de formación estaban controlando lo que estaba ocurriendo durante dicho 29 de octubre. Pero sobre todo cual fue su comunicación y grado de información que trasladó a Pilar Bernabé y a la Generalitat Valenciana. Debe explicar el motivo de las llamadas que realizó y como actuó con posterioridad, puesto que Bernabé afirmó ante la Juez que solo se enteró del desbordamiento del barranco del Poyo porque se lo dijo a las 19.30 la alcaldesa de Paiporta.
Hay muchas dudas ya que los documentos oficiales de las propias agencias estatales responsables de pluviometría y del caudal de ríos y barrancos ( AEMET y CHJ) confirman que la información que trasladaban era que la tormenta se dirigía a la serranía de Cuenca y que los barrancos de la Albufera, especialmente el del Poyo y la Saleta, no tenían peligro. Incluso ha habido testigos que afirmaban que desde los ayuntamientos se emitieron bandos instando a los vecinos a sacar los coches de los garajes, convirtiéndose estos en trampas mortales.
Mucho tiene que aclarar Miguel Polo sobre si se transmitió y como se transmitió la información sobre la situación de los barrancos por parte de los que tenían la obligación de trasmitirla tanto a la Delegación, como a la Generalitat o a los Ayuntamientos, y si la administración pudo actuar en consecuencia. Igualmente si la situación de falta de limpieza de los barrancos aumentó la catástrofe o si no actuar en los mismos estaba motivado, como afirmó el alcalde socialista de Aldaia, a que se preferían «las lechugas a las personas».
El 19 de septiembre Miguel Polo tiene mucho que aclarar y todos estamos expectantes siendo las primeras interesadas las víctimas y sus asociaciones las cuales, estoy convencido, que intentarán aclarar lo ocurrido y como actuó la CHJ antes, durante y con posterioridad al 29 de octubre. Hasta ahora Polo ha sido el «gran mudo» ya que desde la riada no ha ofrecido ninguna explicación pública de su intervención dicho día por lo que, con obligación de decir la verdad, debe aclarar que medias preventivas existían y como, a quién y cuando informó, así como sus intervenciones en el Cecopi y su relación con AEMET y con Emergencias de la Generalitat.
Pero sobre todo debe aclarar en sede judicial cuales fueron las medidas de prevención y alarma que tenía instaladas la Confederación en ríos y barrancos antes del 29 de octubre y cuales ha adoptado desde la catástrofe para prevenir futuras riadas.