Cinco horas con Muñoz y Baldoví
La oposición socialista y la procatalanista de Compromís se agarran como un clavo ardiendo al 29 de octubre
Tras el debate del estado de la Comunidad Valenciana celebrado el martes pasado en las Cortes Valencianas, en las que el President Carlos Mazón desgranó durante cinco horas su proyecto de futuro, pensé, viendo las caras y reacción de los portavoces socialista y de Compromís Muñoz y Baldoví respectivamente, en la obra literaria del genial Miguel Delibes «cinco horas con Mario».
En esta novela, llevada al teatro con la impresionante interpretación de la actriz Lola Herrera, se desgrana la reflexión sobre la condición humana, y evidentemente en esas cinco horas de discurso Carlos Mazón se puso de manifiesto el nivel político de José Muñoz y Joan Baldoví, los cuales ante las propuestas solo supieron balbucear la frase «Mazón dimisión».
La oposición socialista y procatalanista de Compromís se agarran como un clavo ardiendo al 29 de octubre, pensando que a los ciudadanos no les interesa la reconstrucción ni las medidas que se anunciaron en el debate y que afectan especialmente al día a día de jóvenes, mujeres, familias y sobre todo al futuro de la Comunitat Valenciana, montando toda una serie de actuaciones que más parecía una «performance» destinada a representar una obra de teatro que a hacer su trabajo de proponer medidas para los ciudadanos.
Lo que ocurrió el 29 de octubre y las responsabilidades penales ya las determinará la Justicia y serán los jueces quienes se pronuncien a través de las resoluciones, por cierto los mismos jueces que son insultados diariamente por el Gobierno socialista y «los propagandistas del régimen» que se pasean por los medios de comunicación, intentando dividir la Justicia en «facha o progresista» según interesa para apoyar el relato.
Carlos Mazón estuvo cinco horas y poco a poco fue llevando a Muñoz y a Baldoví al diván de la desesperación parlamentaria. Así pues, como se describe en la novela teatralizada de Delibes, Mazón se dirigía a dos personajes que estaban difuntos de ideas y totalmente ajenos a la realidad. La genial Lola Herrera se dirigía, en la obra de teatro, durante cinco horas a su marido fallecido y Carlos Mazón se dirigió durante cinco horas a la izquierda que profundiza en su soledad política, acrecentada por la inexistencia de propuestas para mejorar la vida de los valencianos.
En el discurso del President hubieron propuestas y se anunciaron medidas directamente dirigidas a beneficiar a los ciudadanos de la Comunitat, así como a dignificar nuestras señas de identidad, y esta izquierda ni siquiera se dignó a debatirlas porque están más cómodos en el eslogan de «Mazón dimisión». Simplemente están más cómodos en la crispación que en las propuestas.
No sabemos aún porqué se opone esta izquierda difunta de propuestas alternativas a la construcción de los Palacios de Justicia en LLiria y Alzira, a que exista una historia clínica única y pueda accederse al historial médico de los pacientes desde cualquier centro sanitario de la Comunitat facilitando la adopción de medidas sanitarias con urgencia, la instalación del ciclotrón en el hospital «la Fe» para producir radiofármacos para diagnósticos más rápidos y fiables en oncología, neurología o cardiología, a la ley para blindar la educación gratuita de 0-3 años, a reforzar en la educación las asignaturas de matemáticas, idiomas y fomentar la lectura, que se introduzca en la asignatura de Historia de España el estudio del terrorismo de ETA que se cobró 12 vidas en nuesta Comunitat, a la construcción de 1000 viviendas de protección pública en nuestras comarcas, un plan integral contra la ocupación, a la construcción de residencias públicas y de 20 centros de día de mayores y para personas con discapacidad, a la construcción de bases de bomberos, reformas de comisarías para garantizar la seguridad de nuestras comarcas, y a las ayudas directas a las explotaciones agrícolas,
Durante cinco horas Mazón desgranó 364 propuestas enfocadas en la reconstrucción, la optimización de recursos garantizando memos burocracia, un plan de vivienda, garantizar el «agua para todos», apoyo a autónomos, medidas para apoyar nuestra industria etc. Haciendo especial referencia a una futura ley de «señas de identidad» que garantice que nuestros símbolos, idioma, instituciones no sean anuladas por las pretensiones expansionistas de los propulsores de los «fantasmagóricos» Países Catalanes defendidos por la sucursalista izquierda valenciana.
Ante estas 364 propuestas Muñoz y Baldoví solo supieron balbucear «Mazón dimisión» y montar escenas de indignación ficticia para poder tener alguna repercusión en sus medios de comunicación afines. Incluso la menguante, políticamente hablando, Diana Morant tuvo que dejar de asistir al Consejo de Ministros para tener unos minutos de protagonismo mediático, poniendo de manifiesto lo irrelevante que es su presencia en la reunión ministerial semanal.
Estas cinco horas de discurso de Mazón desnudaron a Muñoz y a Baldoví, el primero porque se ha puesto de manifiesto que es irrelevante y el segundo porque ha quedado como el «pagafantas» de la menguante Diana Morant. Evidentemente la izquierda está más cómoda en la protesta estéril que en las propuestas y los ciudadanos lo están descubriendo día a día y debate a debate.