Imagen del pleno del Ayuntamiento de Valencia

Imagen del pleno del Ayuntamiento de ValenciaEl Debate

Valencia recupera su nombre oficial en español que el PSOE desdeña como «nacionalista y supremacista» y Compromís de «arma política»

Ya es oficial. Valencia, la tercera capital del país, recupera su denominación en español que le arrebataron los socialistas en connivencia con Compromís bajo el mandato del nacionalista Joan Ribó. Un topónimo que la izquierda valenciana desdeña con descalificativos como «nacionalista y supremacista» o como «arma política».

El Partido Popular y Vox han sacado adelante uno de sus compromisos electorales en virtud de la potestad que les otorga la Ley de Régimen Local. Al margen de rescatar la nomenclatura oficial en castellano, el Ayutantamiento que preside la popular María José Catalá ha adoptado la fórmula tradicional valenciana de «Valéncia» con el acento cerrado en la fórmula de la lengua vernácula.

La ciudad de Valencia se suma a la de Castellón de la Plana, donde el Gobierno de centro derecha formado por el Partido Popular y Vox presidido por la popular Begoña Carrasco rescató el topónimo en español suprimido en su mandato por la excalcaldesa Empar Marco, actual senadora del PSOE.

En los casos de Elche y Alicante, gobernados por Pablo Ruz y Luis Barcala, respectivamente, han mantenido la doble denominación en español y valenciana, conforme establece el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, que consagra ambas como lengua oficiales.

En el caso de Alicante, el PP y Vox han acordado que la ciudad pase a considerase como castellanohablante pero se ha topado con la misión imposible que supone, a modo de escollo, la Ley de Uso del Valenciano aprobada por los socialistas en el Parlamento autonómico hace más de cuarenta horas.

La ciudad de Valencia ya ha cambiado su nombre oficial a doble denominación pero se enfrenta a la amenaza, conforme ya sucede en Castellón de la Plana, de grupos catalanistas subvencionados por la izquierda.

La alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, ha sacado adelante uno de los compromisos de la legislatura gracias sus trece concejales del Partido Popular a y los cuatro de Vox, con los que suma los diecisiete asientos que marcan la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de la capital del Turia.

Enfrente se topará con una oposición (los socialistas y Compromís) que fueron los que suprimieron la versión española y la cambiaron por la polémica fórmula en valenciano con el acento abierto en la letra e.

El anterior alcalde de la tercera capital de España, Joan Ribó, un declarado nacionalista y republicano, impulsó la reforma que borró el castellano del topónimo oficial en connivencia con la Generalitat presidida por el socialista Ximo Puig en coalición con Mónica Oltra, de Compromís, y el aval de la mayoría de integrantes de la controvertida Academia Valenciana de la Lengua.

Joan Ribó abandonó la política activa pero tanto su partido como el PSPV-PSOE ya han avanzado que plantearán batalla para volver a borrar el nombre de Valencia en español, pese a la división socialista que genera y la contradicción que entraña en las propias siglas de los socialistas.

«Nacionalismo y supremacismo español»

En el pleno del pasado jueves donde el centro derecho aprobó el cambio los representantes del Partido Socialista Obrero Español calificaron de «nacionalista y supremacista» la decisión de devolver a Valencia su denominación oficial en castellano. A su juicio, «el cambio propuesto refleja una subordinación a la cultura española». De acuerdo con este argumento, «Todo empezó cuando Vox lanzó una imagen del nombre de València con el acento cerrado por una bandera de España, y un mensaje claro: la identidad valenciana queda por debajo de la española, sin respeto al dictamen de la Academia Valenciana de la Lengua, institución estatutaria a la que le corresponde resolver las cuestiones lingüísticas».

Para Compromís, la medida se emplea como «arma política» del Partido Popular y Vox. Los nacionalistas sostienen que «no vamos a caer en la trampa, no vamos a inmiscuirnos en temas de lengua ni generar polémica donde no la hay». Incluso, realizaron un último intento, en vano, para a través de una enmienda in voce, proponer que se deje el nombre de la ciudad en valenciano y que sea la Academia Valenciana de la Llengua quien determine la orientación del acento.

PSPV-PSOE y Compromís no estarán solos en su particular cruzada contra el topónimo Valencia en español

Así, la Plataforma per la Llengua, la entidad que se autoproclama como la 'ONG del catalán' y que percibe subvenciones públicas por parte de Administraciones gobernadas por la izquierda, ya ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para revertir la decisión adoptada democráticamente por la mayoría de centro derecha que gobierna el Ayuntamiento de Valencia.

Los populares recuerdan que la decisión del equipo de gobierno está respaldada por el estudio técnico de un «reconocido lingüista y académico de la AVL, Abelard Saragossà, que avala el cambio del nombre oficial del municipio, València, por la versión bilingüe, con la grafía del acento cerrado en la forma en valenciano, en coherencia con la pronunciación tradicional y mayoritaria de sus habitantes, así como con los criterios internacionales aplicables en esta materia".

Ahora, una vez pase el periodo de alegaciones, el acuerdo se remitirá a la Generalitat, que es la Administración que debe, por Ley, establecer los topónimos oficiales. Según ha podido saber El Debate, el Gobierno que preside Carlos Mazón no pondrá trabas al cambio, al tiempo que, conforme viene informado este periódico trabaja en la elaboración de la Ley de Señas de Identidad Valencianas. Una norma clave en en el pacto de investidura que sellaron el PP y Vox.

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